miércoles, 10 de junio de 2009

Nueva Fase en el Mercadillo Dominical

Las declaraciones del equipo de gobierno municipal de León la pasada semana apuntan a la práctica eliminación del mercadillo dominical. Su traslado a una zona sin servicios hosteleros, suburbial y apartada, confirma la cesión a las presiones de una parte del comercio tradicional de la ciudad. Con ello también se desvitaliza la zona de ocio entre Papalaguinda y República Argentina, céntrica, pero a la vez en un borde del espacio urbano habitado, arrinconada contra el río. El barrio pierde relevancia en el equilibrio urbano volviendo al carácter de confín del que se había sustraído.
Sin embargo este mercadillo había creado costumbre, por lo que su cierre ha beneficiado al de Santa María del Páramo, que ha ganado en afluencia. Además esta coyuntura representa una oportunidad para los municipios del alfoz que, si fijasen ese mercadillo, atraerían a numerosos leoneses los domingos. El traslado de los mercaderes ambulantes a la esplanada del Lidl, al entorno del parque de Navatejera o a Villaobispo, por ejemplo, podría dar una función nueva a esas zonas. Convertiría en áreas representativas los espacios que pudiesen acoger la convocatoria semanal, puesto que capitalinos y comarcanos acudirían a ese entorno.
El mercadillo requiere servicios hosteleros y una masa de población cercanos, así como un espacio amplio. El entorno que lo acojiese tendría mucho que ganar a cambio de poco que sacrificar. La oportunidad no puede ser más clara.

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