El Caos del Plan 2000E

En mayo del pasado año el Gobierno de España incentivó la compra de vehículos mediante unas ayudas denominadas “Plan 2000E”. El plan ofrecía un descuento de 2000 euros a los ciudadanos que comprasen vehículos poco contaminantes. Para ello deberían achatarrar un coche viejo. La ayuda tuvo dos prórrogas, la última en enero. Sin embargo importantes problemas en su operativa no han sido corregidos. En el último periodo incluso se agravaron y podrían llegar a comprometer la viabilidad de numerosos concesionarios.
En la ejecución de este plan el gobierno central aportaba 500 euros y los autonómicos otros 500. Para ello se presupuestaba una partida hasta su agotamiento. Esta fórmula es precisamente el núcleo del problema porque no se puede anticipar cuándo se terminan los fondos. Lo lógico sería que las autoridades estableciesen una fecha límite, un punto final, y no que alimentasen expectativas que sólo conducen a una debacle final como la que se ha producido.
Como decíamos, en enero de 2010 el gobierno central estableció una prórroga del 2000E sin aclarar el plazo de duración. El ministro Sebastián aventuró mayo como fecha previsible. La complicada tramitación, que han de realizar los concesionarios, se abrió el 25 de marzo -con una inexplicable demora- pese a anticiparse los descuentos desde el 1 de enero por éstos. El primer día se produjo un colapso informático. El 29 de marzo, tras sólo dos días hábiles –pues hubo en medio un fin de semana- se agotaban los exiguos fondos de la Junta de Castilla y León, y un día después los no menos insuficientes del Gobierno de España. No hubo tiempo material para la tramitación.
La consecuencia: actualmente hay miles de coches circulando con los descuentos adelantados por los concesionarios, pero sin cobertura alguna de las administraciones. En otras palabras, si no pone remedio, la administración habrá engañado a los concesionarios, que han colaborado de buena fe.
Sólo el acceso a la subvención de todos los vehículos solicitantes ya matriculados podría resolver este lío monumental. De no existir ampliación de las ayudas muchas empresas quedarán dañadas.