martes, 21 de mayo de 2013

El Leonesismo y El Vacío

Distintas organizaciones de León se han manifestado esta semana sobre el agudo declive de esta tierra con toda la razón. De una observación superficial se puede concluir que no existe liderazgo alguno para emprender el camino hacia algún objetivo esperanzador. Por otra parte, la segunda línea de líderes, la social, no parece ser capaz de trazar los vectores principales que harán salir de la crisis un León fuerte y reestructurado. La capacidad de interlocución de León para defender sus intereses se ha reducido fuertemente en los dos últimos años. León, no suena, no existe para muchos, es ignorado. La clave de este desconcierto está probablemente es que se ha dejado la solución en manos de despachos foráneos. A lo que estamos asistiendo es a la zamoranización de León, la conversión de esta provincia en un territorio sometido a intereses externos, una colonia de la que se sacan recursos y personas, y en la que se invierte lo justo para evitar una revuelta social. Eso sí, garantizando su declive con un tratamiento a la baja respecto a su entorno. La única solución a esta atonía es desplegar las capacidades que permitan conocer, como hasta hace poco sucedía, los intereses de León, sus posibilidades de futuro. La salida del declive pasa por una visión legiocéntrica, en la que primen los intereses de León, que sólo puede ser elaborada desde aquí. Si las gestiones con Antibióticos se hubiesen hecho desde León serían más estrechas, monitorizadas, presionantes y eficaces. Si León tuviese interlocución con Madrid no pasaría lo que con el ferrocarril, con la autovía a Orense, o con los regadíos pendientes. Somos moneda de cambio, un peón que sacrificar. León debe tener su propio plan porque tiene sus propios intereses, que en ocasiones son contrapuestos a los de Valladolid, o a los de Asturias, o a los de Galicia. Aunque haya quien no sea capaz de aceptarlo, a poner los intereses de León por delante y evitar que nos roben la cartera se le llama “leonesismo”. Lo que quieren para nosotros fuera de aquí ya lo estamos viendo: extracción de recursos a cambio de nada. Esa es la lección que, con sangre, estamos aprendiendo.

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