martes, 16 de julio de 2013

Ponérselo Fácil al Poder

León tuvo dos periódicos durante muchos decenios. Eso ha marcado una diferencia cualitativa fundamental respecto a otras provincias, donde sólo se podía encontrar una cabecera. El hecho de que existan dos líneas editoriales obliga a los poderes locales a mantener un cierto equilibrio en sus decisiones. Es mucho más difícil contentar a dos, que compiten entre sí, que a uno. En aquellos lugares donde el periodismo de rotativa es practicado por un solo equipo de redacción, se hace con el ronzal tenso por la mano del poderoso local, con el que hay que llevarse bien. El periódico único es la mula dócil del cacique. Y León no debe entrar en esa dinámica. La desaparición de La Crónica de León debe ser parcial porque más allá del ramillete de sueños que ha representado para todos los que colaboramos en el proyecto, ha sido una garantía de diversidad, un desafío extra dentro del complejo panorama informativo de León, un coro que no cantaba al son de otras cabeceras. La Crónica ha sido para mí en estos últimos trece años un ejercicio de libertad de pensamiento, y la expresión escrita de mis inconformismos y propuestas. Y como para mí, para resto de los que aquí se expresaron. Puede que la noticia de estos días sea el cierre del periódico, pero se siente latir nuevos proyectos en ese útero intelectual que es la mente del periodista. En León casi nada es fácil y mandar sin ataduras tampoco debe serlo ahora, cuando más se necesita la auditoría de los medios sobre la acción de los poderes establecidos. Los titulares disonantes de cada mañana son la mejor garantía de que alguien no hará lo que le da la gana, violando las leyes y el interés común, bajo un manto de silencios y aquiescencias. Periodistas de La Crónica: nunca dejéis de hablar con esa tinta que dibuja la realidad sobre el papel, que inunda las calles y los bares, que detiene a los paseantes ante el kiosco por la necesidad irrefrenable de conocer lo que nos pasa. Y nunca olvidéis que La Crónica fue un bonito proyecto, pero nada más que eso: una etapa en la vida profesional, porque lo importante de La Crónica sois vosotros, que seguís aquí. Y León os necesita.

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