jueves, 12 de marzo de 2015

EL PP Y LA ALCADÍA DE LEÓN

Las pasadas elecciones municipales hubo una repercusión del voto nacional como no se había producido antes. El deseo de sustitución del gobierno central se trasladó a los ayuntamientos. El resultado fue la victoria del Partido Popular en la mayor parte de las ciudades, incluso con candidatos de escasa notoriedad. Ese fue el caso de León, donde el triunfo se alcanzó con un electo escasamente conocido por los votantes y con una vertiente pública pobre. El paso del mandato no ha revertido el reducido impacto mediático del actual alcalde de la capital. Además tampoco ha sabido rodearse de las personas que cubriesen esa vertiente con la suficiente eficacia. Eso sumado a las evidentes dificultades que representa para el PP el ascenso de Ciudadanos -que se está llevando sus votos más centristas- ha provocado la reacción drástica de la cúpula autonómica para evitar la pérdida de la alcaldía. Para intentarlo han desplazado a León a la persona más mediática, el consejero Silván, que comenzó utilizando los recursos de su consejería para ganar notoriedad. Lo primero ha sido un plan para lavar la cara de una parte de León. El problema que se plantea es que durante su mandato es tan poco lo que ha diferenciado su ejecutoria con León, si es que ha existido algo, que el debate electoral se anuncia conflictivo para él. Como los malos estudiantes, deberá intentar aprobar aprendiendo el día antes. Cuestiones como el plan AVANZA EUROPA, el desarrollo del Aeropuerto de León o el despliegue de los 15 kilómetros de la vía rápida entre Puebla de Sanabria y la frontera portuguesa (como parte de la vía rápida León-Braganza) mostraron una actitud del consejero que se ha percibido como poco favorable cuando no directamente destructiva. El nuevo candidato afronta el reto de cambiar su mala imagen como promotor de León en buena parte del electorado con resoluciones concretas para las que solo le quedan dos meses. Con su sempiterna sonrisa va a tener difícil la victoria porque carece de la confianza de muchos votantes. Una batería de medidas para minimizar esa mala tarjeta de presentación podría ser un lenitivo eficaz. Como sugerencia podría servir una lista de obras y acciones que efectivamente puedan quedar comprometidas antes de su relevo. La vía transnacional de Puebla a la frontera portuguesa, así como la inclusión en el PITVI del trayecto íntegro es una; la conversión de León de manera permanente en punto de partida del club de los 60 puede ser otra. Caben muchas más con las que Silván debe demostrar su capacidad de compromiso con León.

No hay comentarios: