jueves, 10 de septiembre de 2015

LA CIUDAD QUE QUEREMOS

Definir el tipo de ciudad que queremos que sea León en el futuro es una labor compleja, ya que exige descubrir algunos de los principales factores –entre los muchos que hay- que dirigen de manera destacada la configuración de la urbe. Uno de ellos es la apuesta por la rehabilitación del centro histórico y las zonas anejas. En León hay muchos pisos vacíos en el casco antiguo y en el ensanche. Si se quiere mantener la ciudad nucleada, hay que mimar estas zonas con políticas que rejuvenezcan la población. Las ciudades europeas tal y como las conocemos –paseables, centros de socialización …- son un producto de principios del Siglo XX. Los centros medievales y modernistas han constituido la referencia urbana y aún lo son. Caracterizan y dan personalidad a las ciudades europeas. Restaurarlos como espacio de convivencia es fundamental, si se quiere hacer ciudad. Otro aspecto relevante es la superficie de centros comerciales que se permitirá. Son imprescindibles para estimular la economía, pero ha de ponérseles coto para equilibrar la coexistencia del pequeño establecimiento, que garantiza calles atractivas y vivas, con esas grandes áreas comerciales, que absorben buena parte de la actividad de los centros clásicos sin llegar a integrarse en la ciudad del todo. La imagen de calles vacías, monocordes y poco iluminadas, que es tan frecuente en muchos barrios de Centroeuropa, no es un modelo ideal para la ciudad mediterránea, auténtico escenario de la vida de sus habitantes. Una faceta más es la integración de los servicios de transporte en el centro de la ciudad o en su inmediatez. España ha terminado prácticamente el proceso de urbanización de su población. La mayor parte ya está en ciudades y el campo no puede aportar contingentes de nuevos ciudadanos. Esto significa que solo las grandes urbes continuarán creciendo. Las ciudades intermedias, como León, mantendrán su tamaño más o menos. Por eso el planteamiento de sacar del casco urbano servicios como el ferrocarril puede ser un fracaso como el de Burgos o el de Segovia. Lo que hará atractivos estos nodos urbanos es la facilidad para acceder a todo. En eso también se ha de trabajar. Un factor más es el incremento de la población y el aumento de las remuneraciones medias. León ha sufrido un fuerte declive en este aspecto. Falta población joven y la oferta salarial está degradada. Ahí tiene un reto la alcaldía si quiere garantizar el sostenimiento de la ciudad a largo plazo porque la imagen arruinada de Detroit podría repetirse en algunas ciudades españolas.

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