jueves, 17 de septiembre de 2015

LEÓN Y EL CATALANISMO

El proceso abierto en Cataluña por los partidos independentistas va a producir cambios en los equilibrios del estado inexorablemente. En un primer escenario, si las fuerzas en torno a Mas consiguen una mayoría de los votos, el proceso de independencia avanzará gracias al reconocimiento internacional de algunos estados. Pese a que no está bien visto el segregacionismo entre la generalidad de los mandatarios, una respuesta mayoritariamente positiva a él abriría un camino hacia la separación de Cataluña. En ese caso se produciría una importante fuga de sedes sociales de empresas hacia Madrid. El crecimiento del mercado laboral en la capital de España cebaría el ya pronunciado desarrollo de ésta en detrimento de todas aquellas ciudades intermedias que no tengan una sólida posición económica. León y Ponferrada, que atraviesan profundas crisis de identidad en su vocación empresarial, sufrirían una desvitalización aún mayor de la que ya experimentan. En un segundo escenario los partidos independentistas podrían obtener una mayoría parlamentaria, pero no en votos. En ese caso el respaldo internacional al proceso de segregación sería irrelevante. Sin embargo la situación tampoco permitirá mantener el equilibrio actual. Todo indica que los partidos no independentistas impulsarán una negociación que privilegie a Cataluña para acallar las protestas. En ese caso habrá menos recursos para el resto de los territorios y, entre ellos, para León. Como reacción las autonomías darán aún más ventajas a sus capitales para combatir el efecto de absorción económica de Madrid. Por eso las ciudades intermedias que no son cabecera autonómica van a sufrir en primer término los efectos económicos de los nuevos acuerdos. ¿Qué se puede hacer ante eso? Nodos como León o Ponferrada que, una vez vaciado el campo, son las siguientes víctimas del proceso de despoblamiento en España, disponen de pocas alternativas para mantener –ya no digamos hacer crecer- su demografía. Tienen que alinear a todas sus fuerzas vivas para encontrar la vocación económica de la urbe y empujar al unísono en esa dirección. De ahí que la insistencia de algunos foros ciudadanos, como León en Positivo o Proyecto León, en realizar un plan estratégico que nos comprometa a todos en un horizonte a 10 años no debe dejarse caer en el olvido. España atraviesa un momento histórico que afecta a nuestras ciudades de manera sustancial. Los dirigentes capaces de tener la grandeza de miras como para aunar los esfuerzos de todos acertadamente pasarán a la posteridad como grandes estrategas.

No hay comentarios: