miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cajas, Fusiones, Políticos y Cerrojos

El proceso para definir las fusiones de cajas de ahorros de Castilla y de León está lanzado. Caja Duero y Caja España cerrarán las negociaciones en semanas. Caja Burgos ha rehusado continuar y tomará otro camino.
El primer pronunciamiento de los políticos autonómicos fue para justificar su no intervención en la negociación. Lo han dicho con prontitud, con miedo al rechazo social, como el que no asume las consecuencias de su actuación. En contraste, horas después hubo una foto en la sede de la presidencia de la Junta con los máximos representantes de ambas cajas, Herrera, del PP, y López, del PSOE. Seguidamente se ha hecho pública su amenaza de que las cajas que no se fusionen sufrirán las consecuencias, sin explicar cuáles serán.
Herrera, López, Villanueva y sus corifeos, que dicen no intervenir e intervienen, son pura contradicción. Por eso es necesario analizar el origen de sus temores. Como se sabe, el Banco de España ha impulsado un proceso de fusión de cajas para que ganen tamaño a la par que se sanean con la ayuda de fondos públicos. Muchas de ellas, a consecuencia de la crisis, están en situación límite y habrían sido intervenidas de no iniciar este proceso. El Banco de España no se oponía a fusiones entre distintas autonomías. Han sido los gobiernos territoriales los que han bloqueado esa posibilidad para no perder poder, apoyo clientelar -a través de la obra social y el consejo- y puestos en los órganos de dirección de las entidades salientes.
El resultado del cerrojo autonómico es que se acometerán fusiones ineficientes, ya que los que concurren tienen superpuestas red de oficinas, cartera de inversiones y servicios centrales. La opción extraautonómica minimizaba este problema: se obtendrían entidades grandes y eficientes con menos despidos y costes. En resumen, el cerco de los políticos autonómicos supone la desaparición extra de cientos de empleos del que son únicos responsables. También se perderán depósitos, mercado y eficiencia tras un gasto astronómico. El resultado: cajas de ahorro llenas de heridas que habrán perdido cuota en sus territorios e imagen de marca. ¡Vaya balance, estrategas!

1 comentario:

Alfonso Mielgo dijo...

Hombre, yo no lo veo tan mal... así nuestra caja adquiere una mayor dimensión, y si se tiene que fusionar con otra de otra autonomía, puede llevar la voz "cantante"... que no vuelva a pasar lo de la Caja Rural (engullida por Caixa Galicia) o Caja Rural del Duero (ahora parte de Cajamar).
Es interesante ver ambas redes de oficinas... en Madrid tendrían una dimensión ya interesante... Caja Duero es fuerte en Portugal o Extremadura, donde Caja España es inexistente, y en otras regiones, "nuestra" caja se hace visible...

La pena es que no me hayan ofrecido una hipoteca interesante y me haya tenido que ir a Caja Madrid... eso es lo más importante, no son cajas realmente competitivas...

Sigo en línea aunque no comente nada...