Con la Uniprovincialidad a Vueltas

El candidato socialista a la alcaldía de León se ha pronunciado una vez más a favor de una autonomía uniprovincial. Son muchos los que han tachado de oportunista esta declaración, pese a que se haya expresado así en diversas ocasiones no preelectorales. En realidad sólo los candidatos populares están en contra de que León pueda segregarse de esta autonomía. En el PP son numerosos los que, a escondidas, se inclinan en la misma dirección. Incluso en IU se alzan ya voces a favor de una fractura. En resumen, es general el dictamen de que esta autonomía perjudica a León y que, si se pudiese, habría que separarlo.
Sin embargo, a pesar de la inmovilidad del mapa autonómico que algunos proclaman, se empieza a escuchar en los dos partidos mayoritarios un rumor creciente. La actual crisis podría llevar a una revisión de la Constitución para modular la España autonómica. Estamos por tanto ante la posibilidad de que se abra una ventana que, bien aprovechada, permitiría matizar el papel de León.
En esa línea recordaré que las autonomías uniprovinciales se han mostrado como administraciones de una eficiencia sin comparación. Reconvierten y democratizan las diputaciones, suprimiendo el escalón de Juntas, Xuntas y otros amecidos de lamentable curriculum. Contra lo que muchos dicen ese es un argumento de peso; sumado a los derechos históricos de León, pudiera servir para forzar una solución -siquiera parcial- al problema leonés. Eso siempre que la crisis obligue a abrir el melón constitucional, algo que ahora ni es imposible ni es improbable. Permanezcamos atentos, por si acaso.