martes, 26 de noviembre de 2013

El aeropuerto y sus defensores

El último ataque al Aeropuerto de León desde el Ayuntamiento de Valladolid ha dejado claro la tenue capacidad de las fuerzas vivas de León para defender los intereses de la sociedad. Sin entrar al detalle de lo que significa la instalación de la Virgen del Camino para los leoneses, una hostilización tan directa como la que opera el alcalde de Valladolid requiere una respuesta proporcionada. El refugio en el “no vamos a entrar en esa discusión” no sirve cuando se facilita una oportunidad de tal calibre para resaltar esta infraestructura. La lánguida respuesta de la Diputación, el Ayuntamiento, las asociaciones empresariales o los sindicatos son una buena muestra de que quienes las dirigen frecuentemente no están a la altura de sus puestos de representación. Si, por el contrario, consideramos los datos del aeropuerto leonés y la falta de argumentación de éstos entre nuestros representantes, sólo se puede concluir que no conocen las cifras. Nuestros representantes no manejan los guarismos más significativos del aeropuerto, opinan sobre impresiones peor o mejor fundadas y demuestran una falta de profesionalidad que ofende. No conocer que nuestro aeropuerto alcanzó los 160.000 pasajeros anuales y que eso es más de lo que trasladan los Alvias de RENFE es lamentable. No conocer que durante 2 años los vuelos a Barcelona trasladaron más pasajeros desde León que desde Valladolid es imperdonable. No saber que los horarios y los precios son decisivos para el éxito de un vuelo y, por ende, del aeropuerto en que se oferta es inexplicable. No saber que el aeropuerto de León tiene una oferta de horarios y precios en vuelos regulares que parece hecha por su peor enemigo, con la Junta como responsable de fondo, es reprobable. Por último, no saber que los vuelos desde Villanubla llevan subvencionados hasta en un 90% de su coste (Valladolid-París en los años noventa) desde sus inicios clama al cielo. Y lo más triste es que en estas ocasiones se pierde la oportunidad de explicar la realidad negro sobre blanco por incompetencia. Por eso es necesario que alguien les explique a estos próceres que el Aeropuerto de León no es una quimera, sino una infraestructura que, si se hubiese gestionado correctamente, tendría hoy más de 300.000 pasajeros por año, pero que por no hacerlo va a pasar escasamente de los 30.000 en diciembre.

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