viernes, 6 de diciembre de 2013

PONFERRADA Y EL PLAN ESTRATÉGICO

España se ha modificado en los últimos años por sus habitantes. La población ha abandonado amplias zonas del campo, que han devenido semidesérticas, para concentrarse en torno a centros urbanos de cierta dimensión. Esas concentraciones humanas son capaces de ofrecer servicios a los ciudadanos de sus áreas de influencia. A veces existen agrupaciones de núcleos de este tipo con ciertas relaciones de jerarquía (León, Astorga, La Bañeza, Benavente), pero entre un área poblada y otra quedan grandes vacíos. Esto permite considerar las aglomeraciones urbanas como unidades independientes, más allá de divisiones que tuvieron sentido en otros momentos como el partido judicial o incluso la provincia. En el caso de la provincia leonesa existen dos aglomeraciones urbanas con un evidente vacío en el medio, que ocupa desde Astorga hasta Bembibre. Por esa razón es conveniente empezar a pensar estrategias urbanas para Ponferrada y para León -coordinadas, pero separadas-, que permitan garantizar la población de ambas aglomeraciones, que ahora se halla en franca regresión. Y es que si León sigue perdiendo población globalmente corremos el peligro de convertirnos en definitivamente irrelevantes. Ponferrada tiene una serie de intereses que debieran reflejarse de una manera ordenada y priorizada en un plan. Ese plan tendría unos objetivos concretos en un marco temporal de unos 10 años. Hay que encajar la colmatación de su casco urbano, la puesta en valor de la puebla vieja, la ronda sur, la consolidación hacia Cacabelos, la valorización de sus entornos culturales (ENE museo, las Médulas, Villafranca, Peñalba …), la atracción sobre Valdeorras y Becerreá, el impulso a sectores emergentes, la consolidación y especialización del campus, las vías a Sanabria y Asturias … En resumen, habría que concretar en un documento de compromiso de todas las fuerzas políticas y sociales, unas líneas de trabajo para los próximos años con el fin de avanzar juntos hacia una ciudad soñada, pero posible. Todo eso cabe en un plan estratégico, que tendría que ser redactado por personal ajeno a la Autonomía, desprejuiciado, con experiencia en estas lides y abierto a todo tipo de planteamientos. Eso podría dar a Ponferrada un horizonte necesario ahora que ha llegado el temido final del carbón tal y como siempre lo concebimos. Ponferrada ya configuró un espacio urbano amable en los últimos años. Hay que ir un paso más allá y desarrollar un concepto metropolitano ambicioso y realista.

No hay comentarios: