viernes, 17 de enero de 2014

LA PUESTA A PUNTO DE PONFERRADA

Hace unos días acudí a Ponferrada para hacer algunas visitas pendientes. Una de ellas fue la del Museo de la Energía. Se trata de uno de los mejores proyectos museográficos en su categoría y los contenidos se pueden considerar excepcionales por el grado de conservación de la vieja central térmica. En definitiva se trata de algo excepcional. Mi sorpresa llegó al descubrir que apenas se encuentra señalizado; que encontrar los accesos cuesta un triunfo; que la mejor opción es llegar por un caminucho de tierra hasta la instalación y que no se facilita al visitante la llegada a esta instalación extraordinaria. Quiero imaginarme que el ayuntamiento lidera, en colaboración con otras instituciones, la resolución de ésta y otras carencias en la Ciudad del Puente para presentar a los espectadores del Mundial de Ciclismo un núcleo urbano bonito, interesante, accesible y a la altura de la ocasión. Por eso quiero añadir que, si se dotase de más contenido al imponente castillo, que ahora resulta demasiado vacío pese a la presencia del Templum Libri y de la exposición del Monclín, resultaría aún más inolvidable. No estaría de más, por otra parte, dotar de más accesibilidad a la muralla, que ahora no puede ser recorrida periféricamente. En el capítulo de nuevas posibilidades hay que hablar de dos edificios sobresalientes que no han recibido la atención debida. El primero es la iglesia de Santo Tomás de las Hoyas, una joya del prerrománico leonés que es víctima de cierta desatención. Es mucho más valiosa que cualquier iglesia del casco urbano y pocos se acuerdan de recomendarla. Otro edificio excepcional es la iglesia de Otero, Santa María de Vizbayo, uno de esos raros y escasos ejemplos de construcción con trazas prerrománicas y románicas a la vez. Tiene además la ventaja de que permitiría habilitar un bonito paseo desde el viejo puente del Boeza para disfrutar las vistas desde el alto. Es necesario reconocer la enorme mejora de la calidad urbana de Ponferrada en los últimos años, pero eso no puede servir para justificar la pasividad. La ciudad tiene aún muchos puntos fuertes que poner en valor, hay que mejorar la señalización, hay que incluir en ella las cosas más relevantes, aunque estén fuera del municipio, porque Ponferrada es ya el centro del León occidental, la referencia y base principal desde la que acceder a toda la zona. Por eso incluir señalizaciones hacia el desfiladero del Sil, hacia Villafranca o al Monasterio de Carracedo desde la misma Plaza de Lazúrtegui es una necesidad.

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