jueves, 27 de noviembre de 2014

LA CLAVE ES LEÓN-BURGOS

La Junta de Castilla y León ha trazado un plan para implantar la mayor parte de las actividades logísticas y los polígonos industriales clave en la línea Burgos-Valladolid-Salamanca. Así se desprende de su apuesta por un determinado trazado del Corredor Atlántico en las instituciones europeas. Con ello consigue integrar en ese corredor 3 de los 4 mayores rururbanos de la autonomía y las 3 mayores ciudades por la población de sus ayuntamientos. En toda la documentación emitida se esquematiza en mapas este esquema, que cuenta con un centro fundamental: Valladolid. Según ese planteamiento el cuarto ayuntamiento por población, que es León, y el segundo rururbano, que lo rodea, quedan fuera de la línea principal. Se pone León como punto de referencia en el mapa, pero queda en evidencia que está fuera del corredor principal, que ninguna nueva infraestructura clave se va a ubicar en su cercanía y que no queda claro el por qué de esa señalización en un lugar que está fuera de los planes principales. Uno de lo aspectos más llamativos de todos los esquemas de la Junta es que el corredor León-Burgos, donde existe una autovía, desaparece del mapa. Y resulta aún más extraordinario cuando se tiene en cuenta que, según los datos de la propia Junta, es el corredor de mercancías más importante de la red autonómica. Las mediciones de tráfico (IMD) no mienten. Por eso resulta evidente que la León-Burgos rompe el plan que alguien trazó en la Junta para montar un esquema de desarrollo logístico que centralizase en Valladolid las inversiones. A esto se añadirá la apertura a mediados del próximo año del tramo pendiente de autovía entre Benavente y Zamora. Se trata de otro corredor que no entra en el esquema logístico de la consejería autonómica y que abre una ruta para el tráfico pesado entre Gijón y Sevilla debilitando el papel distribuidor de Tordesillas. Por eso se puede afirmar que el despliegue logístico planificado por la Junta no era el único posible. Se ha elegido uno determinado que favorece a Valladolid. Además el esquema elegido perjudica el papel de León en la red logística. Por último, si se potenciase al papel de la autovía León-Burgos y, a partir del año que viene, el de la León-Salamanca, Valladolid se vería perjudicada en sus expectativas y León se beneficiaría. De todo ello se colige que León y Valladolid compiten como centros de distribución de mercancías y que la Junta se ha decantado por Valladolid. ¿Qué van a hacer los dirigentes de las instituciones leonesas para mejorar nuestra perspectiva?

1 comentario:

Marcos Alvarez dijo...

La apuesta de la JCyL por el eje industrial Burgos-Palencia-Valladolid ya aparecía en las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), relegando al resto de las provincias a rellenarlas de agua... o a construir residencias para ancianos...
Mientras la totalidad de las decisiones estratégicas se sigan tomando en Valladolid, y por personas con intereses en esa ciudad, no lograremos frenar este declive continuado.