jueves, 25 de mayo de 2017

EL SECTOR ALIMENTARIO EN LEÓN

León es una de las provincias con identidad gastronómica más acentuada del país. La fuerte compartimentación de nuestras comarcas durante siglos, marcada por las nevadas, los ríos y arroyos torrenciales, el duro clima invernal y las montañas se ha traducido en una diversidad de singularidades alimentarias difícil de igualar: chorizo picante, mollejas de vacuno, botillo y chosco, castañas, peras asaderas, quesos, costilla adobada, cecina de vaca, morcilla de cebolla, pimientos morrones, pimientos embotados, uva de prieto picudo, vinos, mantecadas, lengua curada y ahumada, cecina de chivo, etc. Eso se traduce en que la tercera parte de las marcas de calidad de la autonomía proceden de León y que es una de las regiones que más singularidades reúne del país. En función de esta peculiaridad y del volumen de productos las instituciones leonesas deberían implicarse decididamente en la promoción de los alimentos locales. Es tanto el potencial que no se requiere ir en compañía de nadie. Hay un alto número de productos, de fabricantes y, si se promueve, de producción. No hay duda de que este sector puede impulsar la casi globalidad de la provincia por sí solo. Son dos las instituciones responsables de esa promoción: la Diputación y la Junta. Por parte de la institución provincial se creó en su momento un sello: “lo bueno, de León”. A juzgar por su escasa presencia fuera de nuestras fronteras se ha abandonado la diferenciación de nuestros productos. Por otra parte la Junta no apoya los productos leoneses diferenciados. Sigue promoviendo el sello “Tierra de Sabor”, que consiste en un batiburrillo de alimentos cuyo denominador común es su envasado en la autonomía. En las últimas semanas las diputaciones de León y de Valladolid han realizado un desigual hermanamiento gastronómico. Siendo León un lugar con diversidad de productos con marca de calidad, Valladolid apenas tiene. Salvo que se pretenda promocionar los alimentos de León en los restaurantes de Valladolid (donde ya se encuentran), no se entiende el esfuerzo en tal acción publicitaria. Valladolid y León podrán hermanarse en otras cosas, pero sus producciones alimentarias son como la noche y el día. En definitiva, más valdría potenciar la imagen diferenciada del producto leonés que estas zarandajas. Y además la diputación tendrá que vigilar que el desarrollo del gran parque industrial alimentario que se quiere hacer en Valladolid, donde hay pocos productores, no vaya a llenarse incentivando a los industriales de León a marcharse para allá. La Junta ha sido desleal tantas veces que no nos podemos fiar.

No hay comentarios: