jueves, 19 de mayo de 2011

Locura Formativa

Realizar hoy una selección de personal es una tarea ardua, dolorosa y frustrante. Ardua por el volumen enorme de actas curriculares que se reciben con cada oferta de trabajo, lo que confirma el difícil momento que atraviesa la economía del país. Dolorosa porque es evidente que detrás de muchos de los historiales profesionales hay una situación de urgencia y hasta de desesperación. En último lugar es frustrante porque en la mayoría de los casos la acumulación formativa es sobresaliente cuando no directamente disparatada, y sobre este aspecto quiero centrarme hoy.
Frecuentemente se oye decir que, ante el paro, hay que potenciar la formación de los trabajadores. Esa máxima se ha venido aplicando durante años. A la sombra de tal planteamiento universidades, sindicatos, fundaciones y un amplio sector empresarial han medrado sin ton ni son. Y lo digo porque en este momento la formación per se ya no sirve para nada. Tenemos una masa de aspirantes a trabajador hiperformados en las cosas más variopintas, pero sin orientación o salida profesional alguna.
Se ha convertido en normal un curriculum plagado de cursos diversos, una fortuna dedicada a mantener un sector parasitario que ha dejado en buena medida de aportar valor al país. Mientras no se estimen las necesidades del mercado de trabajo y se forme a las personas en precisos itinerarios dirigidos a satisfacer esas necesidades estaremos tirando el dinero de todos; y seremos además cómplices de una estafa a los jóvenes, que se dejan el pellejo y los cuartos en cursos sin proyección profesional alguna, clases que sólo sirven para crear falsas expectativas y llenar los bolsos de algunos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se agradece una página con reflexiones serias mas alla de los chascarrillos populistas interesados, comparto en este caso tu opinión.