miércoles, 20 de junio de 2012

Quien Aguanta, Gana

Corre el desánimo por la calle al son que llegan las malas noticias económicas. En León, aparte de la cuota nacional de desgracias, nos llega el recorte de los fondos del carbón, la crisis de VITRO, la de DC Wafers, la de Antibióticos ...
Es fácil dejarse llevar por un sentimiento depresivo que se traduce inmediatamente en una expresión: “¡esto se va a la mierda!”. Sin embargo tal generalización, como todas, entraña inexactitudes y mentiras. Ni todo, ni todos los negocios se van a la ruina. Este sentimiento que penetra por los rincones de Iberia no puede hacer presa en todo el mundo porque hay sectores que aguantan el tirón y otros a los que, directamente, les va bien. Lo que pasa es que es mucho más fácil hablar de lo que va mal, pero no es sano.
No soy un arribista, pero si todo se está yendo al carajo, según algunos, los números no me salen. Cuando un país quiebra los descensos de su producción son estratosféricos. Ni en España ni en León es así. Lo que sí sucede es que está llevándose a cabo por la fuerza de los hechos consumados un cambio en la estructura económica que hace de España ya algo muy diferente de lo que era en 2007. Tenemos el mismo PIB, pero la construcción apenas mantiene una fracción del peso que tenía. Algo habremos hecho para suplirlo
En León se acaba de saber que exportamos más que nunca, que nuestro superávit comercial es históricamente alto y que tiende a crecer rápidamente. Por fin lo hemos entendido: hay que vender fuera de León, fuera de España y no vendrá una multinacional extranjera para hacerlo. Alguien lo hace en León, además de las muchas empresas que están aguantando la crisis en pie a base de gestión, de esfuerzo y de oficio. Es mucho lo que no se cae y hoy tendríamos que quedarnos con eso porque con ello es con lo que vamos a vivir a partir de ahora.
En definitiva, lamentarse no sirve de nada y además desanima al entorno. Hay que aguantar, inventar, afinar el funcionamiento y ser mejores que los demás trabajando. Nunca lo hicimos muy mal en esta tierra cuando nos pusimos a trabajar. Tenemos buena fama fuera de León, así que mejorar no puede ser tan difícil. ¡Hagámoslo!

1 comentario:

Héctor dijo...

Es cierto que hay que aguantar y reinventarse, pero cuando te lo permiten. Como autónomo decirte que desde que tengo mi propia empresa no he conocido más que cortapisas y un montón de impuestos por cosas absolutamente ridículas que van desde el tamaño de un cartel, un porcentaje de coste del mismo o colocación de una pizarra en la calle que ocupa menos y nada por la que me cobran 55 euros anuales. Aparte de ello la concesión de licencias es harto difícil. Y ni que decir tiene los impuestos tipo IRPF, basuras y alcantarillado para una empresa que apenas usa una y otra, o las desproporcionadas tarifas eléctricas que se llevan los beneficios de un trimestre en un solo pago.
A cambio en mi humilde empresa damos de comer a transportistas, almacenes, fabricantes, suministradores...y la respuesta de las administraciones es aumentar las tasas impositivas.
sí aguantar pero ¿cuánto tiempo? se lleva aguantando 4 años y quedan otros tantos sin luz en el túnel. Nadie aguanta para siempre.