domingo, 18 de septiembre de 2016

COMPOSTILLA 2020

Llegan noticias de que, si no cambia el escenario actual, se cerrará la central térmica de Compostilla en 2020. La clausura sería sumamente perjudicial para la provincia, puesto que supondrá el final definitivo para la mayor parte de las explotaciones de carbón, la desaparición de un buen número de puestos de trabajo cualificados y la pérdida de una instalación industrial importante en el occidente provincial. También puede tener efectos negativos en el compromiso de ENDESA con Ponferrada, en el proyecto de la Ciudad de la Energía, etc. La cuestión del cierre de Compostilla es de la suficiente importancia como para que alguien más que el presidente comarcal pregunte lisa y llanamente a la cúpula de ENDESA cuál es el futuro de la planta. Habría que saber si el gobierno central tiene algún nivel de compromiso en el mantenimiento de la térmica, si el compromiso del gobierno autonómico es real y si ambos son del mismo partido. Cabría preguntar qué piensa el Partido Popular sobre la térmica de Compostilla, si es que mantienen una posición. En todo caso es lamentable que una cuestión de tanta gravedad pase desapercibida para la mayor parte de los políticos y los partidos de León. Lo lógico sería que las fuerzas vivas (empresarios, sindicatos y políticos del Bierzo y de la capital) tomasen cartas en el asunto. La economía local se desploma y parece que todo da igual. Así es difícil que esta provincia recupere algún día el medio millón de habitantes. Lo que sería lógico en un lugar con gente comprometida con su tierra y deseosa de cumplir su cometido es que este tema fuese primera plana en los periódicos y debates. Tanto el presidente de la Diputación, como los dos principales alcaldes, el delegado de la Junta, el presidente del Consejo Comarcal, los representantes de la patronal, de los sindicatos y de las cámaras de comercio deberían contestar a esta situación por separado y, llegado el caso, juntos. Hace mucho tiempo que en León no se ve un movimiento unánime por un objetivo relacionado con el bien general de la provincia. La térmica de Compostilla puede ser la oportunidad de hacerlo y el momento es ahora, porque más adelante será tarde. Por eso habría que actuar en tres frentes: reivindicar el papel del carbón autóctono en un país sin soberanía energética; reivindicar también el papel del carbón en general en el conflictivo mix energético español y reclamar el papel protagonista de Ponferrada en la generación eléctrica tanto hidroeléctrica como térmica y eólica del país. Es el papel que por historia le corresponde.

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