jueves, 1 de diciembre de 2016

¿LEÓN DE MODA?

Parece que el lema “León está de moda” es la coletilla de las intervenciones de algunos políticos. Parece más una frase hecha que algo que esté fundamentado y es hora de asumir que, si queremos que León esté de moda (que en verdad no lo está), hay que hacer algo más que decirlo. Al respecto merecería la pena realizar un plan de márketing de ciudad que subsane la carencia más grave de nuestra capital y su provincia: la falta de visibilidad exterior. Y los planes, una vez hechos, son para llevarlos a cabo, claro, que de buenas intenciones está el infierno empedrado. León necesita venderse argumentando elementos diferenciales respecto a otras ciudades. Con el marchamo de ciudad muy mona no se puede llenar las camas de los hoteles ni los comedores de los restaurantes. El márketing supone poner en valor lo propio haciéndolo pasar de elemento descriptivo a ventaja frente a los competidores. Por eso León necesita toda la información de qué se puede ver en la web, en una web oficial, cosa que aún no sucede. Además debe ofertar un lugar donde se vean todas las convocatorias de la ciudad y provincia: desde el magosto más humilde al concierto más llamativo en una sala privada, pasando por el auditorio. Poner a León de moda supone también entrar en una dinámica de celebración de efemérides que deje claro el papel fundamental de la ciudad y del Pueblo Leonés en la configuración de España. No es León un lugar con poco que celebrar. Por ejemplo tenemos el año que viene el milenario del Fuero de León, un documento de hace mil años que reconocía nada menos que la inviolabilidad del domicilio en la ciudad. Se trata de una referencia en la Europa medieval. Pero a uno se le pone la cara alegre cuando piensa que cada diez años se podría celebrar cosas como la fundación del campamento romano en torno al año 29, la reconquista en 853, la llegada de la sede regia a León en 910, la fundación de la iglesia de Palat del Rey, la más antigua de la ciudad, en 931, la fundación de lo que hoy es San Isidoro en 956, que entonces tenía la advocación de San Pelayo, el ataque de Almanzor a León en 987, la coronación de Alfonso VII como emperador, las cortes de 1188… y un montón de efemérides más. León tiene una historia como para dar envidia. En consecuencia preparar una selección de años para celebrar efemérides destacadas no plantea ningún problema. Dar el paso para proyectar la imagen-ciudad hacia el exterior es poner la ciudad de moda, pero de verdad. Por lo tanto, como ya están hechos los carteles, ahora toca crear contenidos que atraigan a los visitantes.

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