lunes, 4 de enero de 2010

Una Propuesta Estratégica para Zamora (I)

Es una queja extendida que Zamora es una provincia venida a menos y existe un sentimiento generalizado de desamparo o desafección de las instituciones con su territorio. Más allá de una evaluación sobre si esto es cierto o si tales sentimientos están justificados el cuerpo social zamorano, con sus instituciones al frente, debería intentar tomar la iniciativa sobre el devenir en la medida de sus posibilidades.
La ciudad de Zamora puede tener un futuro más relevante si se recobra la reflexión y se abordan algunas acciones de las que voy a dar cuenta seguidamente. Al fin y al cabo si las cosas están mal no pueden ir peor; si acaso pueden mejorar. Y digo la ciudad porque es ésta el centro de actividad económica y de poder político. Las ciudades son los estrados desde los que se producen los diálogos entre territorios, administraciones, economías y poderes. Si la provincia de Zamora quiere alcanzar algo destacado es su capital la que debe liderar la acción.
En consecuencia Zamora ciudad es el motor que ha de lanzar su área de influencia. Todo lo que impulse a la ciudad empujará al conjunto y, de la misma manera, aquello que debilite la capital tenderá a desintegrar aún más la ya desintegrada provincia, lo que retroalimentará a su vez el debilitamiento. Zamora, a pesar de su chulería capitalina (como la de toda capital que se precie) ha de constituirse en centro de planificación y decisiones para toda la provincia. Por lo tanto hay que cambiar la mentalidad de los capitalinos, a los que nada de la provincia les importa, y la de los paisanos, a los que el orgullo urbanita les espanta. Ambos han de convivir porque la prosperidad les va en ello.
Una vez asumido el protagonismo que Zamora capital ha de cobrar hay que sentar que las ciudades operan en las economías continental y mundial a través de áreas económicas (“do-shu” según las denomina el analista estratégico Kenichi Ohmae). Se trata de agrupaciones de ciudades que están próximas entre sí (menos de 100 kms entre sus bordes) y que tienen más de 100.000 habitantes. El área económica engloba también a todas las ciudades menores, que aprovecharán una mejor o menor inserción en su “do shu” a través de la asunción de un papel concreto y de la explotación de sus posibilidades. Sólo así, participando en el juego económico metropolitano, Zamora podría alcanzar los 100.000 habitantes.
Existen 2 regiones económicas consolidadas en la Península Ibérica (el gran Madrid y el área catalana) y varias en distinto grado de consolidación. En lo que ha Zamora se refiere, se incluye en una pequeña zona en preconsolidación cuya cabecera es Salamanca. Se trata de un área con débil avance del empleo en el último decenio respecto a España (11% frente al 29% de media española según la Encuesta de Población Activa). Sin embargo presenta una ventaja: en el campo del trabajo conjunto entre las ciudades del área está todo por hacer. Cualquier avance en esta línea de trabajo se traducirá en crecimiento.
Bajo mi punto de vista se podrían acometer cuatro líneas de actuación muy claras y que no se me antojan disparatadas:
1-Fortalecimiento del carácter urbano del área, y conurbación de Zamora con Salamanca.
2-Inclusión de Zamora en un corredor logístico para mejorar su posición estratégica.
3-Eliminación progresiva del efecto negativo de la raya de Portugal.
4-Caracterización de Zamora: márketing de la ciudad como producto diferenciado.

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