miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Culebrón Municipal en León

La marcha/expulsión de Ana Guada y María José Alonso del grupo popular en el Ayuntamiento de León ha puesto de relieve el nivel del debate político leonés. Las dos concejalas han abandonado el PP antes de que la presidenta las expulsase. El pretexto para el expediente era el impago de cuotas. Que Dios coja confesada a Carrasco como aplique la misma regla a todos los militantes.
Pero la reflexión de hoy quiere fijar la atención en los argumentos que han guiado el debate público en estos días. Uno de los elementos sustantivos que ha desatado la polémica es la asignación de sueldos, remuneraciones que los populares pretendían trasvasar de las dos concejalas a otros miembros del equipo. Otro de los capítulos de esta opereta ha sido el descubrimiento de que el portavoz popular, que tachaba de tránsfugas a las antedichas por su salida del grupo, fue militante de UPL hasta que le ofrecieron entrar en la lista popular. Si bien, en ortodoxia, eso no es ser tránsfuga, desde el punto de vista moral tiene poca defensa.
Por otra parte me pregunto cómo es posible que, sabiendo los concejales de UPL la procedencia ideológica de Cayón, no hayan dicho nada hasta la fecha. Se me antojan mansos de corrida de pueblo. Además el papel del PSOE, entre irónico y regocijado, metiendo el dedo en el ojo a los populares con las nuevas asignaciones, es de una banalidad que no pasa desapercibida.
Y entramos en el fondo de la cuestión: a medio año de las elecciones municipales se continúa sin hablar de proyecto de ciudad. No sabemos el criterio de Fernández sobre la León-Braganza o la imprescindible absorción de San Andrés del Rabanedo, por ejemplo. Conocer la opinión de Chamorro sobre lo que sea es una entelequia. El pensamiento de los populares acerca de cualquier cuestión es … lo contrario de lo que diga el alcalde.
Mientras tanto León pierde perfil frente a otras ciudades sin que apreciemos un timón firme. Peor aún si pensamos que el futuro de Zapatero en la presidencia se antoja corto, y que las obras dejarán de llegar. Sólo nos quedará entonces mejorar la gestión y para eso necesitamos un objetivo. ¿Tienen un objetivo para León?

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