jueves, 19 de enero de 2012

Hacia el Tránsito Final

La mañana se adorna de mariposas grises y calladas.
Los deseos se desvanecen como pizarras de niebla.
Una luz dudosa acoge el murmullo de la madre tierra
en un latir desconocido, en una emanación inodora y antigua.

La luna es un vocablo temible apenas entrevisto.
Entre los naranjos asoma una mirada azul.
La risa, el llanto, los sonidos del sentimiento
borbotean como imágenes del pasado en una tarde de mortecina luz.

Jirones de ceniza abarcan el horizonte de la esperanza
Apenas un rozar de dedos y ya está: la luz al otro lado.
Torrentes de azufre abrasan los templos de la alegría
y se acerca la conclusión, el alféizar del aliento.



Toño, descansa en paz.

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