Ayuntamientos, Deuda y Servicios

Algo anda revuelto en los ayuntamientos leoneses más pequeños a cuenta de la previsible obligación de fusionarse. Algunos defienden que es un error, ya que entre los micromunicipios son muchos los que no tienen deudas. Al unirse con otros más grandes, que suelen estar más apalancados financieramente, se dice que absorberían los recursos a cambio de nada.
Hay que decir que si no tienen deudas es, salvo excepciones, porque no prestan servicios. En otras palabras, son ayuntamientos cuyo coste no se justifica. Son muy pocos los que pueden decir que no tienen deudas y que ofrecen algo de cierta calidad al vecindario.
Se dice también que de esta manera no se deja nada de actividad en los pueblos. Lo cierto es que la mayor parte de los empleados municipales de los ayuntamientos pequeños no viven en sus pueblos; como mucho en las cabeceras de comarca y, más frecuentemente, en la capital. El ayuntamiento en sí mismo no genera actividad. Por si fuera poco, a veces no se puede tramitar nada por ausencia del secretario o del alcalde, que sólo están en ciertos momentos.
Por otra parte comentan que se obliga a la gente a ir a los pueblos más grandes. Lo cierto es que con menos municipios se podrían prestar en las poblaciones pequeñas más servicios o servicios hoy inexistentes. Además, para los pocos trámites que se requiere realizar en el ayuntamiento a lo largo de un año, se proporciona a los habitantes la posibilidad de visitar la cabecera, un lugar con más actividad y oferta que su pueblo –tenga éste ayuntamiento o no hoy-. La socialización de los niños y los mayores es actualmente uno de los problemas más graves y peor resueltos en nuestras aldeas. Que los niños sólo se relacionen con personas mayores, o con otros diez chavales en el CRA es una limitación que recorta sus horizontes. No digamos de los ancianos, que en cientos de pueblos leoneses sufren la soledad día tras día.
En resumen, que lo mejor que puede pasar es que el gobierno obligue a la fusión de municipios y que la Junta, a la que tanto se le llena la boca de identidad, restituya las juntas vecinales, auténtico referente identitario de los pueblos.