miércoles, 23 de mayo de 2012

El Recorte de Subvenciones Mineras

La semana pasada llegó el anuncio de un recorte de más de la mitad en las subvenciones a la minería. Los empresarios comentaron a la salida de la reunión con el ministro que en estas condiciones la actividad extractiva es inviable. Inmediatamente, una parte, la empresarial –y no toda-, ha lanzado la pelota a los trabajadores transfiriendo las rebajas a los salarios. Los mineros han reaccionado poniéndose al lado del patrón, pero no porque tenga razón, sino porque probablemente no les quede otra salida.
Sin embargo es conveniente asumir que toda actividad que carezca de un valor añadido suficiente va a ser arrastrada por la crisis a su desaparición o al confinamiento en espacios marginales de la economía. El carbón tiene valor como reserva estratégica para la producción autóctona de energía, pero probablemente las empresas mineras han estirado en exceso la goma de las subvenciones y las protestas. Esta es la consecuencia de una actitud mal entendida por la administración, y probablemente peor explicada por las empresas y los sindicatos: el recorte drástico, la depuración, el derribo de lo que no vale -en términos de crisis económica-.
León contaba en abril de 2012 con 1.800 cotizantes al régimen especial de la minería del carbón sobre un total nacional de 5.650 aproximadamente. Eso es un 30% de la actividad laboral en España. Si bien hay cotizantes que no pisan por la mina, también existen muchos puestos de trabajo ajenos al sector que dependen de las empresas mineras. Si suponemos un factor multiplicador de 3, que sería ya importante, hablaríamos de otros 5.500 implicados, lo que supondría un golpe durísimo para el mercado laboral de León.
Sin embargo cabe pensar que una parte del sector carbonero será viable en todo caso, el que absorbe más subcontratación: el cielo abierto. Por eso León podría asistir a una disminución de la actividad sin llegar a la desaparición y con un impacto menor al antedicho. No obstante los recortes hacen emerger un problema más grave: ¿qué va a pasar con las centrales térmicas si se reduce la producción carbonera? Eso sí es un desafío de primer nivel para nuestras autoridades.

No hay comentarios: