martes, 10 de marzo de 2009

Instituciones, Corrección y Desmesura

Hace unos días se escenificó un pacto de colaboración entre la diputación y el ayuntamiento leoneses para mitigar el alcance de la crisis. Poco después una de las partes proclamó que rompía dicho acuerdo. La razón esgrimida, en una encendida intervención, era que el Ayuntamiento iba a promocionar los productos de León aprovechando los contactos recientemente obtenidos en Nueva York. Eso, según la Diputación, estaría mal porque las denominaciones de origen, a las que se habría invitado, son de su competencia.
Probablemente hubiera sido más cortés que el Ayuntamiento hubiese comunicado a la Diputación dicha actividad. Es posible que la corrección protocolaria aconsejase que el municipio pidiera disculpas por no paticipárselo a la institución provincial. Sin embargo es inaceptable que una cuestión de formas elimine una acción potencialmente fructífera y cierre vías de diálogo entre ambas instituciones. Mucho más lo es que sus responsables abandonen colaboraciones necesarias porque a alguien le convenga o no políticamente.
A los ciudadanos les importan poco las rencillas de vecindad política cuando lo que está en juego es la economía de León. Las instituciones no son propiedad de nadie. La situación de crisis requiere más ingenio, trabajo, voluntad y flexibilidad, y menos remilgos de unos y triquiñuelas ventajistas de otros. Ambos mandatarios están obligados a recobrar la relación en aras de lo único sustantivo: el interés común.

No hay comentarios: