miércoles, 1 de febrero de 2012

La Política Energética del PP

El nuevo gobierno va dando sus primeros pasos en la definición de la política energética, un sector que es clave en el potencial industrial de León. La comunicación de que el carbón nacional se considera una reserva de carácter estratégico es un alivio. Era probable que con el cierre de las minas se desmantelasen a medio plazo las centrales de energía térmica. Esperemos que el ministerio apriete a la patronal para que las minas que sobrevivan a la reconversión estén en la vanguardia de la tecnología y la productividad, único camino que puede garantizar el futuro a largo plazo.
Por su parte, el fin de las ayudas a la energía eólica es una mala noticia por cuanto el asentamiento de fábricas de generadores por viento en León estuvo propiciado por la multitud de licencias que se concedieron en esta provincia. Un parón eólico ahora puede reducir al mínimo la actividad industrial de apoyo. Sin embargo lo cierto es que en estos años se ha creado una tupida red de emplazamientos e infraestructuras que irán requiriendo la sustitución de su maquinaria por otra más moderna con el paso del tiempo, por lo que está garantizado un cierto nivel de actividad industrial y de mantenimiento.
En el capítulo de la energía solar León no cuenta con empresas de tanta entidad como las eólicas, aunque alguna hay. Pese a todo han menudeado los campos de placas solares. La parálisis para crear nuevas instalaciones permitirá la estrecha inspección de las existentes, labor en la que queda mucho por hacer para evitar fraudes y corruptelas.
Por todo ello podemos hacer un balance de las nuevas directrices energéticas en el que León no sale mal parado. Es el momento, como en tantos sectores, de invertir en conocimiento para mejorar la eficiencia de lo que ya hay.

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