miércoles, 25 de junio de 2008

La Emergencia del Norte

Hace unos días he tenido oportunidad de comprobar el estado de la construcción de autovías en el Noroeste. Se puede apreciar que la del Cantábrico llega ya hasta Unquera, en el límite entre Cantabria y Asturias, desde Bilbao. Entre Llanes y Ribadesella hay unos cuarenta kilómetros más en servicio. El aislamiento del noroeste por la costa está, pues, a punto de concluir. Por otra parte, la Autovía del Noroeste podría quedar finalizada en las próximas semanas en el último y conflictivo tramo de Ambasmestas. La autopista entre La Virgen del Camino y Astorga se está completando a un ritmo acelerado, de manera que a finales de este año estará en servicio. Los tramos de la autovía León-Benavente toman forma rápidamente; en especial los dos que unen Villamañán con Zamora. Para la León-Burgos existe la consigna de concluir cerca de la elecciones de Mayo de 2003, por lo que el ritmo de los trabajos se ha vuelto intenso. La vía rápida de Campos, desde Sahagún, avanza también a un paso notable y pronto se podrá circunvalar Paredes de Nava. La autopista Orense-Santiago se completará pronto, de forma que lo peor del trayecto entre Ponferrada y Santiago quedará desdoblado.
Este breve repaso induce a varias reflexiones. La más relevante puede ser que el Noroeste está sufriendo una mejora de sus ventajas competitivas como ninguna otra zona de España. Por fin va a verse incorporado plenamente a los flujos económicos del resto del estado. Las excepcionales dificultades orográficas de nuestro solar hacen que cada tramo de autovía suponga una permeabilización del territorio como no se había producido en zona alguna de la Península. En el caso de León, por ejemplo, significa que territorios a los que sólo se accedía tras un penoso viaje puedan ser hoy objeto de relajadas visitas. Así el corredor Ponferrada-León podrá ser recorrido en una hora, algo impensable hace sólo cinco años. La Coruña, antes remota, se perfila como un destino cercano. Sólo dos horas y media desde León nos separan. Las mejoras en los tiempos de viaje son impresionantes y la población accesible desde nuestras ciudades se multiplica como en ningún otro lugar. El impacto de este nuevo escenario para nuestras empresas ha de ser muy positivo. León, situado a la cola de Europa en los niveles de accesibilidad en la “Estrategia Territorial Europea” de 1999, afianza su posición competitiva. Sin embargo, no podemos olvidar que quedan corredores de enorme importancia para hacer del noroeste un bloque económico compacto y, sobre todo, próspero. Además, de nuestra visión global, dinamismo y capacidad reivindicativa va a depender la explotación de esta coyuntura favorable. Es tiempo preelectoral, tiempo de programas. ¿Qué proponen nuestros políticos para aprovechar estas oportunidades y explotar nuevas ventajas?

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