sábado, 14 de junio de 2008

Ventajas Turísticas

El regreso del veraneo produce un higiénico efecto de meditación sobre la realidad que nos rodea el resto del año. Tomamos distancia con los acontecimientos que, hasta minutos antes del viaje estival, eran parte de nuestra vivencia diaria. Dentro de ese campo de reflexión me viene a la cabeza un par de pensamientos de plena aplicación a la realidad leonesa. Yo, como muchos otros, he podido constatar durante estos días que la subida de los precios hoteleros ha sido notable. Igualmente, la manutención, los consumos menores en los bares y cafeterías de los lugares típicamente veraniegos –las costas sobre todo- se han desmadrado este año. Para los que optamos por un estío viajero la sorpresa ha sido que el interior, en general, no ha sido tan inflacionista. Los precios en destinos menos habituales para el turista se han contenido más. Dentro de ese campo, supongo, León no ha debido ser una excepción. La división espontánea de España en dos grandes bloques -uno turístico, muy inflacionista, y otro, interior y menos visitado, más moderado- supone una oportunidad que lugares como León deberían aprovechar. El diferencial de precios existente para una calidad de servicios similar puede ser un elemento de argumentación más que la hostelería provincial tiene que dar a conocer.
Un segundo aspecto de gran importancia es la lucha contra la escasez de pernoctaciones por visitante. El interior, y León más en concreto, no capta al turista más allá de dos noches. Tras observar las causas de por qué yo mismo no he pausado más mi viaje por algunas provincias, encuentro una explicación: la ausencia de guías, de profesionales de la valorización local. Cuando el visitante acude a la oficina de turismo, obtiene un plano y algún pequeño cuadernillo con texto. No es lógico. El turista medio quiere acceder a la información fácilmente, sin esfuerzo y donde es necesaria. No olvidemos que está de vacaciones. Se puede afirmar que no hay muchas provincias con un número tal de elementos de interés como el de León. Es más, hay provincias más visitadas con bastante menos que ofrecer. Por tanto, si queremos retener al turista, hay que mostrar con más profundidad nuestro patrimonio. Sería interesante que los hosteleros buscasen una fórmula para acercar al visitante profesionales de la guía turística gratis o a precios testimoniales. Además se demandan folletos auténticamente promocionales de León. No se puede seguir mezclando en un “totum revolutum” la Catedral de León, o las Médulas, o los Ancares con rincones irrelevantes o traídos por los pelos de no sé qué provincia. Con ello la ocupación hotelera crecería. ¿Habrá espiritu asociativo para que nuestra hostelería reaccione?

No hay comentarios: