La llegada de la crisis ha impactado intensamente en el sector privado. Los descensos en las ventas y la reducción de los beneficios empresariales provocan un agudo declive de la recaudación de impuestos. Ni el IVA, ni el impuesto sobre carburantes, ni el impuesto de sociedades aportan las cifras previstas al erario público. Por esta razón, ahora que tanto se habla de fusiones para ahorrar, cabe preguntarse por qué no se contemplan también en administraciones públicas declaradamente ineficientes.
Uno de los casos en los que más nítidamente se aprecia la necesidad de una reconversión es el de los pequeños municipios leoneses. Son numerosos los pueblos en los que sus juntas vecinales cubren servicios esenciales como el saneamiento o el alumbrado público. Esto se debe a la incapacidad de los respectivos ayuntamientos para prestar esos u otros servicios que serían inherentes a su actividad. En tales casos, en los que la institución entraña costes sin aportar apenas beneficios o en los que no se justifica la fragmentación institucional en territorios comarcales reducidos, habría que acometer imperativamente una reforma.
Vienen a la cabeza pueblos como Castrocontrigo o Ardón, donde la junta vecinal cubre competencias normalmente municipales. También reclaman racionalidad comarcas casi despobladas como Babia, fragmentada todavía en dos ayuntamientos, u Omaña -menos de 400 habitantes en invierno- dividida injustificadamente en cuatro.
2 comentarios:
A mi modo de ver hay ayuntamientos que no tienen sentido, y no hablo sólo de los pueblines... ¿qué mayor derroche que San Andrés del Rabanedo, Villaquilambre, etc. junto a León? siempre con problemas de asfaltado de calles, de aceras, alumbrados, ... y políticas presupuestarias, culturales, urbanísticas, de seguridad, etc.
No nos podemos permitir tanto derroche... tenemos muy mal aprovechados los pocos recursos disponibles... hay en San Andrés un súper ayuntamiento nuevo ¿para qué?, ¿qué la aporta al ciudadano?... si a lo mejor el que vive en Trobajo prefiere ir a León (no lo sé).
Con 15 ó 20 ayuntamientos potentes sobra, ya están las juntas vecinales (habría que profesionalizarlas).
Por no hablar de la diputación... sin autonomía, es una institución sin ningún sentido (lo que sobra es la Junta, pero como están las cosas, la Dipu no sirve, hay que reinventarla)
Totalmente de acuerdo, pero eso es hablar de palabras mayores. ¿Te imaginas la batalla en los partidos para fucionar San Andrés con León? ¿Y Villaquilambre?
Lo de las juntas vecinales, carentes de apoyo, es un pecado de la diputación, que está ocupada por gente de León ciudad o por abducidos, fascinados por el relumbrón de la capital. Hace falta gente con auténtico compromiso provincial al frente de esta institución.
Respecto a la delegación de la Junta, a mí me parece un ranchito de cuatro beneficiados. Ni me convence la conexión para decidir cualquier cosa con Valladolid, ni la excesiva desleonesización en sus planteamientos. Para ellos las juntas vecinales, la estructura del poblamiento, la estructura productiva, etc leoneses no existen. Así nos luce el pelo.
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