martes, 2 de diciembre de 2008

Veguellina de Órbigo

Hace tiempo que existe la necesidad de hacer un examen sobre la situación de Veguellina, pero parece como si su nombre sólo se utilizase asociado al lamento y no a la reflexión. El nombre de Veguellina ha llegado a tener una connotación negativa y para combatir esta circunstancia es necesario empezar a cambiar los mensajes que esta población lanza al resto de la provincia. El hecho de que el nuevo polígono industrial se ubique en un lugar con otro nombre, como es Villarejo, contribuye a proporcionar una visión más positiva y un deseo de renovación de la economía.
Indudablemente el cierre de la azucarera fue un fuerte golpe para la actividad de la zona, sin embargo no es menos cierto que era esperable. El sector azucarero produce un bien muy vanalizado y difícil de diferenciar por lo que su valor cae cada vez más. En esa situación lo único que pueden hacer las empresas es reducir costes para seguir ganando dinero. Por esa razón recurren a concentrar la producción cada vez en menos puntos lo que les permite utilizar menos recursos para producir la misma cantidad de producto, que, a su vez, cada vez vale menos tal y como hemos dicho.
Lo que ha pasado en Veguellina puede pasar en cualquier otra azucarera, incluyendo a la de La Bañeza, dentro de no mucho. Que se mantengan unas factorías u otras está en función de factores empresariales por un lado y políticos por otro. Sería bueno que la fábrica de La Bañeza fuese objeto de un seguimiento estrecho por los agentes sociales para garantizar que su producción crece ininterrumpidamente y que se realizan nuevas inversiones con ese fin de forma sistemática. No se puede esperar a que vayan a cerrarla para intentar la salvación. El proceso de obtención del azúcar y su mercado son de sobra conocidos. La viabilidad de una planta como la bañezana se construye con el apoyo político, el seguimiento de un plan industrial y el trabajo día a día. Eso es también lo que distingue a los pueblos industriosos de los que no lo son.
Volviendo a Veguellina, para su reactivación y desarrollo hay que empezar a pensar cuáles son sus fortalezas y debilidades, sus amenazas y oportunidades. Independientemente de que puedan haberse hecho análisis de este tipo merece la pena hablar de una de sus fortalezas más importantes a mi forma de ver. Veguellina se ubica en un corredor entre dos ciudades que ahora se verá reforzado con la construcción de una autopista. Dicha autopista tendrá una salida en esa zona por lo que puede convertirse en un punto de referencia de ese área.
Otra fortaleza es que Hospital, Veguellina y Benavides forman una aglutinación de población que, si tiende a fusionarse, puede formar una cabecera de relativa importancia en la provincia. La ribera del Órbigo es ya de por sí una zona de alta densidad de población en León. Nuclear la zona media del cauce en torno a estas tres poblaciones es una idea nada descabellada por la proximidad entre ellas, su buena ubicación, su actual oferta de servicios a toda la comarca y su pequeña, pero potencialmente importante concentración industrial.
Es posible que existan rivalidades entre las diferentes poblaciones, pero sólo de una colaboración sincera entre ayuntamientos, juntas vecinales y vecinos puede salir una pequeña ciudad con un futuro prometedor. La otra alternativa es fomentar las divisiones. Eso significaría que cada pueblo por separado será incapaz de concentrar un volumen suficiente de personas a fin de resultar atractivo para negocios alejados del sector agrícola y del ganadero. El devenir de Veguellina, Hospital e incluso Benavides en esa situación es bien distinto. Los efectos de carecer de una cabecera capaz de ofertar una cantidad y calidad suficiente de servicios son negativos para cualquier comarca. Son muchos los ejemplos que podemos ver en León: Riaño, Vegamián, Babia, Omaña, Ancares, Fornela, .... La gente tiende a abandonar las zonas que no disponen de una oferta de servicios razonable y suficiente. Por otra parte sin un censo de población alto es imposible fijar empresas que presten servicios al público. Sólo una agrupación de este tipo conseguirá crear las condiciones necesarias para desarrollar en un plazo corto un centro de servicios.
Una tercera fortaleza es la ubicación de Veguellina en la ruta León-La Bañeza. Dicha ruta tiene un importante potencial de crecimiento, pero las dos alternativas actuales (por Santa María del Páramo y por Veguellina) son muy malas. Con la construcción de la autopista mejorarán mucho las tres quintas partes del camino. La oportunidad aquí sería mejorar aún más la carretera del Órbigo hasta La Bañeza eliminando las travesías. En ese caso Veguellina estaría en un cruce de caminos, condición importante para hacer que una población crezca.
Queda mucho que hacer para dedicarse a la queja en exclusiva. Reclámense las compensaciones a que hubiere lugar por el cierre de la fábrica, pero sin perder la perspectiva: Veguellina de debe tomar la iniciativa para conquistar su futuro.

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

Veguellina tiene las vías del tren infrautilizadas, podría ser el apeadero de las cercanías a León. Unido a ésto, ¿por qué no desarrollar un centro logístico en los terrenos de EBRO? adyacentes a las vías, el polígono actual está en el peor sitio, sin salida a la autopista, ni a la A-6, sin visibilidad, sin posibilidad de crecer...
Siempre he pensado que un polígono conjunto con Villares a ambas márgenes de la N-120 tendría sentido como continuación de la zona industrial de Villadangos y posteriormente de Puente de Órbigo, metros infrautilizados es lo que sobran en nuestros ayuntamientos.
El ambiente de Veguellina siempre ha sido más "urbano" que el de Benavides, aunque a mi me guste más Benavides...
Necesitamos un solo ayuntamiento entre Turcia, Benavides, Hospital, Villares y Villarejo (incluso con Carrizo y Santa Marina), es mejor uno sólo pero con voz.

Es una pena que el ferrocarril pase por Veguellina (con la azucarera y el instituto), la N-120 por Hospital, la capitalidad histórica comarcal (centro médico incluído) esté en Benavides,... con un sólo centro para todo tendríamos mejores servicios: INEM, INSS, Oficinas de la Diputación, Juzgados, centro de salud con urgencias en condiciones, polideportivo, desarrollo urbanístico, un buen polígono industrial, y los pueblos "dormitorio" alrededor (pienso en el modelo de Astorga y La Bañeza)

La ribera actual, tan fragmentada su población (casi a la gallega), no tiene posibilidades a no ser que el polígono de Villadangos absorba miles de trabajadores o que en el futuro se necesite suelo industrial en ella, ya que el desarrollo endógeno, con el capital humano que hay, en actualmente inviable

Cisastur dijo...

Es la zona rural con más proyección de León. Para explotarla hace falta racionalidad y un poco de cesión por todas las partes.