domingo, 14 de septiembre de 2008

Potugal en el Horizonte

España ha vivido de espaldas a Portugal durante décadas. León, de la mano de dicha tendencia, ha ignorado la presencia del país vecino como si de un lugar lejano se tratase. El pésimo estado de las carreteras hacia esa tierra es un fiel reflejo de la poca importancia que hemos dado a los contactos comerciales y humanos con la misma. Tal comportamiento es paradójico en León, que debiera explotar su posición avanzada como acceso a Portugal. Este absurdo aislamiento ha originado una amplia franja de despoblamiento y olvido a ambos lados de la raya. Así, los espacios naturales de Montecinho, Sierra de la Culebra y Lago de Sanabria junto con las zonas fronterizas de la comarca alistana y mirandesa vinieron a conformar un territorio de enorme belleza, pero escasamente poblado y desarrollado. Por el lado español la zona más densamente habitada y cercana es el sistema de ciudades leonés y, sobre todo, su confín en esa dirección, La Bañeza. Por el lado portugués, un pequeño grupo de ciudades (Macedo de Cavaleiros, Mirandela) con la cabecera de distrito al frente, Braganza, tienden la mano lusa hacia España. La vía de penetración hacia el Atlántico por esta zona es el Itinerario Prefente -la réplica de las carreteras nacionales españolas- número 4, que conduce a Oporto. Se trata de una autoestrada, una vía rápida de tres carriles como las de la Xunta de Galicia, que permite alcanzar la costa a velocidades más que razonables. El gobierno gallego, beligerante en estos temas, ha conseguido que Europa dé preferencia a la conexión de ese corredor a través de Chaves y Verín con la Autovía de las Rías Bajas. Valladolid, casi siempre preocupada por su ombligo, ha primado la conexión Zamora-Braganza, de cientocinco kilómetros aproximadamente, atravesando una zona casi deshabitada. La nueva travesía Braganza-Puebla de Sanabria, de apenas veinte kilómetros, se ha quedado sin valedores en el lado español. Sólo un voluntarioso alcalde, el de La Bañeza, apuesta decididamente por una vía esencial para el desarrollo de León, Astorga, Ponferrada y de todo el entramado regional leonés. La aproximación de León a la "Rías Bajas" por La Bañeza y Rionegro del Puente, y la posterior reconstrucción de la Puebla-Braganza supone, por ejemplo, la puesta en valor del futuro polo logístico de Villadangos como intercambiador de mercancías entre el norte de Portugal y el norte de España. La visión de Palazuelo, que acaba de impulsar un polígono industrial en la ciudad beduniense a la par que hermanaba la urbe con Braganza, demuestra que aún hay dirigentes capaces de lanzar nuestra región al lugar que, por ambición, nos correspondería. ¿Estarán los demás dignatarios a la misma altura?

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