jueves, 11 de octubre de 2007

León, Autovías y Estrategia

León parece haber perdido algo de interés por la construcción de autovías. Una causa es que los más de 400 kilómetros ya construidos llegan a las principales poblaciones. También las obras del tren veloz tienen la culpa de esta relativa inhibición.

Sin embargo cabe decir que las autovías, el ritmo de su construcción y el orden en que se inauguren son cruciales para León. Proporcionalmente lo son más que para otras provincias, ya que la posición de ésta la convierte en un nudo de las comunicaciones por carretera. Si se tiene en cuenta que la mayor parte del transporte de personas y pasajeros va a seguir sirviéndose de las vías asfálticas se comprenderá su poderosa influencia.

Se podría realizar un examen de la relación entre autovías y poblaciones leonesas próximas, pero esto no reflejaría las consecuencias más relevantes. Si se quiere percibir globalmente cuál es el impacto de las grandes pistas hay que entender su función principal. Sólo entonces podremos valorar más ponderadamente su nivel de prioridad.

En primer lugar podemos hablar de aquélla configurada sobre la Ruta de la Plata. Se trata de una autovía cuya función es comunicar de norte a sur el occidente peninsular español y sus conexiones con Portugal. Sobre ella encontramos la cuarta área metropolitana española –Sevilla-, la más grande del noroeste español –el área central de Asturias-, y cuatro más que superan los 200.000 habitantes (Cádiz, Huelva, Salamanca y León). Además es la vía de aproximación a Faro y Guarda, dos de las capitales portuguesas destacables.

La Ruta de la Plata es también una de las cuatro opciones para recorrer de norte a sur la Península con la Autovía del Mediterráneo, las Nacionales I y IV, y el vial Coruña-Oporto-Lisboa-Algarve. Que León se encuentre entre los centros ubicados en uno de dichos corredores le da ventaja en la medida en que éstos queden completados con prontitud. Por eso la apertura de la autovía en Zamora y Salamanca es crucial para sus intereses.

Otra pieza clave es el itinerario que discurre entre la costa gallega y la catalana. Sobre él encontramos la tercer área metropolitana de la península –Barcelona-, la novena –Zaragoza-, y otras siete que rebasan los 200.000 habitantes –Coruña, Vigo, León, Burgos, Logroño, Lérida y Tarragona-. Además permite enlazar con todos los corredores norte-sur. Por esta causa completar el tramo Ponferrada-Orense, inserto en el trayecto, es prioritario.

Por añadidura sólo unas pocas conurbaciones constituyen, como la ciudad legionense, puntos de interconexión entre dos corredores principales–Córdoba, Málaga, Vigo, Burgos, Tarragona- lo que refuerza más la necesidad de concentrar esfuerzos en los tramos ya citados. También invita al establecimiento de relaciones con los otros nudos de la trama vial .

No hay comentarios: