Acaba de tener lugar la primera reunión entre Herrera, Presidente de la Junta de Castilla y León, y Zapatero, Presidente del Gobierno de España. Entre los temas tratados aparece uno de especial interés para los leoneses: la gestión de los fondos de cohesión europeos.
A este respecto conviene rememorar que León, Zamora y Salamanca nunca alcanzaron un porcentaje superior al 80% de la renta media en la UE 15. Tras la incorporación de 10 nuevos miembros -más pobres- a la Unión, estas tres provincias se situaban aún por debajo del 90%. Nada de esto ha sucedido en Castilla, con la salvedad de Ávila, que superó hace tiempo ambos listones. Pese a ser bien conocida esta circunstancia, la Junta persistió desviando los fondos de cohesión que correspondían a León hacia Castilla mientras le ha sido posible.
Esta forma de desvirtuar el uso de las ayudas europeas ha tenido en el Plan del Carbón su continuación, puesto que la Junta se ha apropiado de los fondos de este plan y los ha utilizado para sustituir su gasto ordinario en León. De esta manera los excedentes se invertían, en realidad, en Valladolid y en otras provincias castellanas.
En las actuales circunstancias son muchas las personas del gobierno central que conocen este proceder de la Junta de Castilla y León. Por esta razón lo relevante de la reunión entre Herrera y Zapatero es la nueva llamada de atención a la Junta –tras la que supuso el Plan Oeste- para que esos fondos se inviertan en las provincias más pobres con un efecto adicional. Así se explica que la máxima preocupación de la Presidencia del Gobierno ha sido quién va a administrar esos fondos. Madrid debería evitar que, como en las ocasiones precedentes, los recursos públicos acabasen devorados por Valladolid.
En la misma línea se orienta la preocupación por la cofinanciación de las obras del Plan del Carbón. Como el gobierno central ha comprobado que la Junta pervierte su destino, ha propuesto que ésta se vea obligada a cofinanciar las obras de ese programa.
Hay otros elementos para la preocupación por el destino de estas ayudas. La Junta acaba de licitar en bloque la autovía Valladolid-Segovia. Se trata de un vial de ámbito local que nos va a costar a todos más de 200 millones de euros. Además, el Ente parece decidido a construir la autovía Valladolid-Soria, un dislate de 1500 millones de euros que atraviesa áreas desérticas. El ejecutivo autonómico se muestra dispuesto a construirla en cofinanciación con el Ministerio correspondiente. Dado que la Junta carece de recursos para acometer ambas obras por sí misma, no es difícil imaginarse de dónde espera tomar los recursos necesarios.
En consecuencia, se hace imperioso que el Gobierno de España empiece a buscar una solución definitiva a este conflicto, que no parece tener fin.
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