martes, 13 de noviembre de 2007

Autovía de Encuentros

Los ciudadanos de León vivimos estos días sucesos políticos asombrosos en torno a la propuesta de construir una autovía entre Ponferrada y Asturias. Las discusiones en torno al trazado de este vial se están resolviendo de una manera que carece, desgraciadamente, de precedentes.

Así, el equipo de gobierno municipal de Villablino ha corregido su postura y apoya esta carretera -sin que eso tenga que implicar que abandone sus apetencias por el corredor de Babia-. En sintonía, la UPL ha rectificado sus primeras declaraciones y ahora elige el trayecto por la capital del Valle. El alcalde de Toreno tampoco ha tenido empacho en modificar su propuesta, a fin de que esta infraestructura llegue a la cabecera de Laciana. Además, los ediles de Ponferrada han optado por reivindicarla muy activamente, y los municipios de Ribas del Sil quieren adherirse al trazado convenido. Vaya para todos ellos una felicitación. Ojalá episodios como éstos pudieran repetirse muchas veces.

En contrapartida, se echa de menos una presencia más activa de la Diputación y el apoyo explícito del Ayuntamiento de León, lo que evidenciaría cierta visión global. Obviamente, para que la capital vaya bien, las cosas deben marchar mejor en la provincia. Por la misma razón, no se podría entender una ciudad de Ponferrada pujante en un marco amplio, si permaneciera rodeada de poblaciones regresivas. En consecuencia el Sil aborda un momento crucial para su futuro: es apremiante aprovecharlo eficazmente.

Debemos tomar conciencia de que esta autovía no es marginal; se trata de la de más impacto de las pendientes de construcción en León. Representa una conexión necesaria para explotar las posibilidades del corredor del Sil, que, sin salida a la autovía del Cantábrico, quedaría apartado de las redes principales de transporte. Sin acceso a tales rutas nadie tendrá interés alguno en invertir en la zona.

Por añadidura, estamos en un punto en que el consumidor desea poder llegar a las cercanías de los parajes naturales por buenas vías de comunicación para hacer turismo de naturaleza. Si Laciana debe vivir en el futuro de sus recursos paisajísticos ha de ser fácil la llegada de viajeros hasta el pie de monte. Por esta causa, entre otras, es prioritario conservar la integridad de los menguados bienes naturales de la zona, tras la devastación que traen aparejada los cielos abiertos. En definitiva, se hace recomendable la construcción de un túnel en la cordillera, que permita el libre desplazamiento de la avifauna en superficie.

Como última consideración, hay que recordar que las autovías no generan actividad donde no existe población. En ese sentido, se debería procurar que el trazado se aproxime los núcleos principales, reduciendo al mínimo la distancia entre Cangas de Narcea y Villablino.

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