domingo, 16 de marzo de 2008

Programas Electorales

León afronta las elecciones generales inmerso en un debate de cuestiones de alcance general: Irak, el terrorismo, los impuestos, las libertades, el papel del Congreso de los Diputados, el diálogo con el catalanismo, etc. Todos ellos son temas de indudable importancia, pero no debieran servir para sustraer de los programas políticos las preocupaciones de gran calado local. La ciudadanía ha de vislumbrar si los partidos tienen un proyecto para León, en los marcos español y europeo, o no. Hay que seguir insistiendo en este punto de vista si se quiere que nuestra sociedad se modernice.

Por su parte, no es lógico que en el PP pasen la campaña glosando las obras que ellos terminaron y que otros no hicieron. Las últimas inauguraciones de Cascos suponen, sin duda, la cobertura de déficit históricos, aunque tarde. Pero tales demandas han sido resueltas más por el compromiso de este peculiar político, que de su partido, como demostró la ejecutoria de Arias Salgado. ¿Qué proponen ahora? El PSOE, dirigido por los mismos que en los noventa, está para presumir poco de lo que se hizo aquí en sus años de gobierno en Madrid. ¿Cuáles son ahora sus intenciones?. Por otra parte, la UPL, a caballo entre la erótica del poder de algunos dirigentes y una base cuajada de buenas intenciones, no demuestra tener las ideas claras de lo que quiere para León. Cuatro frases hechas y dos ocurrencias no constituyen un programa.

En resumen, parece como si las últimas autovías colmasen los horizontes de bastantes políticos. Por el contrario, queda mucho que hacer. Esta convocatoria electoral puede servir de recapitulación sobre las necesidades aún pendientes y las posibilidades de León. El asunto Pallarés, un monumento al abandono, ha de quedar resuelto en esta legislatura. Las futuras autovías, han de ser trazadas y comprometidas antes de la ampliación de la UE. Aspectos de competencia autonómica, pero con financiación estatal, como la carencia de camas hospitalarias o la adaptación de la ley de educación al singular poblamiento leonés, son cuestiones a desarrollar. El plan de regadíos de los Payuelos, la dotación del aeropuerto por AENA, la política de generación energética en León o la creación de centros nacionales de investigación son aspectos que un programa serio debería tratar.

La sociedad leonesa está cambiando. Son cada vez más los leoneses que, al igual que en otros territorios, han alcanzado una actitud que somete los intereses de León a pocas cuestiones de orden estatal. Esa es la dialéctica que define el nuevo tiempo en España, el país más vanguardista de la Unión en la iniciativa de descentralización. En ese marco, un diputado ha de ser una persona con criterio sobre nuestras preocupaciones. El programa puede dar la medida de su preparación y compromiso.

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