domingo, 6 de julio de 2008

Ecoparque de Ocio

León no cuenta con un parque de la naturaleza. La capital ha ido reuniendo un número cada vez mayor de elementos atractivos: panteón de reyes, catedral, parador, etc, a lo largo de la historia, y, últimamente, nuevo campo de fútbol, auditorio, plaza de toros cubierta .... Si consideramos fríamente lo que hemos llegado a construir podemos llegar a la conclusión de que esta ciudad, fruto del esfuerzo colectivo de todo el territorio leonés durante dos mil años, es ciertamente singular. El nivel de dotaciones, de patrimonio monumental y sus dimensiones son, al margen de los traspiés históricos que hemos sufrido y sufrimos, más que notables. Pocas ciudades en España mantienen un equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo, entre lo urbanita y la cercanía de lo rural, entre lo definitivamente artificial y la inmediatez de lo natural como esta urbe. Sin embargo, se percibe una carencia paradójica en un lugar como éste: la de un parque de la naturaleza, un lugar que, conservando elementos del paisaje local, sea accesible y esté preparado para el disfrute público con una oferta completa de servicios. Esta ciudad –el área metropolitana-, que reúne a más del cuarenta por ciento de la población provincial, tiene que plantearse ya la creación de un espacio que en otras capitales grandes y medianas, como Santander, ha resultado un éxito.
La enorme diversidad de espacios naturales en el entorno de León puede crear confusión. Sin embargo, no hay tantos que sirvan, ya que se debería demarcar un área con alta accesibilidad por carretera, cercano a la ciudad, con atractivos importantes y con el que, además, se contribuyese a dinamizar una zona. El lugar, bajo mi punto de vista, está claramente definido: el macizo del Fontañán. Se trata de un espacio confinado por la carretera de Asturias, por la del puerto de Aralla, por el embalse sobre el río Luna y por el eje subcantábrico entre La Magdalena y La Robla. Pocas veces se reúnen en un lugar mejores condiciones. Se encuentra a media hora de la capital; cuenta con acceso por autovía, por tren y por dos buenas carreteras; se halla rodeado por tres cabeceras de comarca: La Robla, Pola y La Magdalena; en su entorno existen numerosas residencias de turismo rural. Se accede al interior por varios desfiladeros, como el de los Calderones, de gran belleza. No presenta dificultades insalvables para el público y es una zona ya modificada por el hombre. El Fontañán es una oportunidad para todo el área central de la provincia y no necesita sino un plan y un flujo de inversiones moderado, pero continuo. Su puesta en valor podría suponer, además, la redención de la montaña central leonesa. ¿Será posible que completemos las dotaciones de León con un parque de este tipo?

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