martes, 22 de julio de 2008

La Bañeza Pierde Tiempo

La historia del consistorio de La Bañeza en los últimos años es ajetreada y cambiante. La institución se ve zarandeada de uno a otro lado por cambios poco ortodoxos en su dirección. La villa bañezana arrastra una sucesión de equipos municipales que transmite, paradójicamente, la imagen del infortunio político en un lugar con enormes potenciales de desarrollo. La historia democrática comienza con un gobierno local que, lejos de cambiar y acomodar la población a los nuevos tiempos, sumió en la parálisis Bedunia. La respuesta del alcalde era positiva ante cualquier propuesta, pero en nada se traducía aquélla para sacar adelante iniciativas que podrían haber marcado las diferencias con el entorno. El singular patrimonio arquitectónico modernista de La Bañeza, por ejemplo, iba cayendo ante la presión de las empresas constructoras. Tiempo después, la UPL formó una candidatura encabezada por un exmilitante del PP; aparentemente un valioso gestor. Con dicha lista se constituyó en llave del gobierno y, el líder, marcado por sus diferencias con el anterior alcalde, pactaba con el PSOE, grupo minoritario. La gestión pública mejoró, pero no tanto como se esperaba. Más tarde, en las filas socialistas comenzó a escocer que fuese la UPL el principal beneficiario del pacto y exigieron una parte alicuota de alcaldía. Se repartió así el tiempo al frente del Ayuntamiento, aunque el equipo de gobierno fuera el mismo.
Una vez puesto alcalde socialista por los pactantes –un independiente devenido en afiliado por “consejo” de la dirección del PSOE- descubrimos al mejor negociador que ha estado al frente de La Bañeza en muchos años. Esto dolió en la UPL, pero el Sr. Caldera, de la ejecutiva nacional del PSOE, que llegó a La Bañeza inmerso en la ignorancia, manifestaba públicamente que los pactos con la UPL son insostenibles. Los socialistas locales tragaron saliva. Al socio acababan de darle la razón que no tenía para romper el pacto, dejando al PSOE sin alcaldía. Aunque la UPL no nombra a Caldera socio de honor, sí rompieron el pacto. Los leonesistas se ponen entonces a hablar con el PP. Como con la agrupación local no había buena relación, se dirigieron a los jefes provinciales, que negociaron sin atender a sus compañeros. Los odios se desbocan y se condiciona un nuevo pacto excluyendo a los irreconciliables cabezas de ambas listas. El incomprensible resultado supone elevar al sillón municipal al quinto de la lista del PP. En esto, el cuarto de la lista popular, harto ya del desmadre, no acata las órdenes del jefe. Los espectadores, asombrados, escuchamos a los partidos decir que toda la culpa es suya. Dígannos, en esencia ¿dónde quedaron los intereses de La Bañeza en este tejemaneje de partidos?

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

La Bañeza hace años que va a remolque de Astorga, y sobre todo, Benavente.
Creo que la estabilidad municipal está cambiando esa "indolencia" pasito a pasito, con más servicios (piscina climatizada, camping, guardería, andén de asociaciones, más policía local...), cambios urbanísticos, futura apertura de dos museos y reapertura del teatro, la Feria de la alubia en septiembre... el polígono industrial por fin está hecho.

Queda mucho por hacer, pero por fin se ha arrancado... si se materializan la autovía a Braganza , el circuito de velocidad y el hospital (estamos recabando firmas)... se puede invertir la tendencia de "caída libre" que ha venido sufriendo

Cisastur dijo...

Creo que ahora existe un liderazgo y unas directrices claras. Eso es novedoso. Además el hecho de continuar la alcaldía con este perfil más de dos mandatos y con un puesto de senador contribuiría a consolidar la tendencia que ahora se apunta.