viernes, 11 de julio de 2008

PSOE y Regionalismo

No se puede dejar de observar con interés los cambios estratégicos que está protagonizando el Partido Socialista Obrero Español en León. A la vista de la sangría de votos que la Unión de Pueblo Leonés ha obrado en sus filas, la agrupación está intentando dar un cambio a su mensaje. Días atrás, Amparo Valcarce, diputada nacional, hacía público un escrito en la prensa en el que atribuía a su partido un “regionalismo sano”. La iniciativa no puede ser más provocadora, ya que sitúa a la UPL en el “regionalismo morboso” o, lo que es lo mismo, en el regionalismo enfermizo. Se trata de una paradoja, ya que los mismos que sostienen estas posturas son los responsables de que el electorado de izquierda en León quedase otrora en la orfandad más absoluta. Primero, justificaron los infaustos procederes de algunos compañeros en los casos de corrupción. Después, contribuyeron al mayor desfase leonés en infraestructuras de toda la historia reciente. Queda la duda, así, de cuánta sinceridad hay en estas declaraciones, a las que se llega sin mediar explicación alguna o petición de disculpas por una ejecutoria tan injustificable como lesiva para el electorado local.
Sin embargo, dentro de la Federación Socialista Leonesa existe un grupo de regionalistas, que reflejan el abismo generacional hoy visible en la propia sociedad leonesa. Por encima de los cuarenta años se encuentra una mayoría de militantes más conservadora, que justifica posturas -como el tipo único de retención sobre la renta o el centralismo- que rebasan por la derecha al PP. Por debajo se hallan jóvenes, limpios de actuaciones en aquella etapa ominosa, deseosos de que el partido transmita a la sociedad un mensaje leonesista que, todavía, se escucha con sordina dentro de la FSL. Conscientes del desnorte en que vive la UPL y del proceso de cambio interno que se aproxima en la misma, ven en esta flaqueza una oportunidad para recuperar masas de electorado desorientadas por los acontecimientos. Así pues, estos procesos internos en ambos partidos debieran ser seguidos con interés. La primera de las fuerzas capaz de abordar soluciones para el conflicto leonés puede llevarse el gato al agua. El desencaje de León en el estado tiene tres vertientes: una basada en la pérdida de relevancia política de esta tierra; otra que se sustancia en el expolio económico a que lleva sometida los últimos veinte años; y una última relativa a la exclusión cultural de todo lo leonés en publicaciones, universidades y foros. En este sentido, la reivindicación socialista de la Fundación Villalar, una especie de ministerio de propaganda, no contribuye a transmitir esa imagen de giro ideológico. ¿Habrá visión para formular soluciones al conflicto leonés en esta pretendida nueva etapa del centenario partido?

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

Cinco años más tarde el PSOE está más en la autonomía que antes. Se aprovecha del sentimiento de la gente, pero luego vota a favor del estatuto... no podemos engañarnos, son estrategias electorales... el objetivo es integrar a la UPL (más bien a su electorado), y nada más.

Desgraciadamente no hay nada más... los condados catalanes y los señoríos vascos ahora son naciones de toda la vida... el Imperio leonés es un atisbo de "hecho diferencial" en un preámbulo de estatuto...

Es que estoy hoy de un pesimista...

Cisastur dijo...

No te falta razón en parte, pero yo creo que en el PSOE hay gente que cree en la autonomía para León. Dada la inanidad de la UPL, que está entre grogui y descompuesta, la única referencia que va quedando es el PSOE... si alguien consistente del leonesismo no hace algo digno de ser apoyado.