jueves, 3 de julio de 2008

La Universidad y el Arca

Algunos aforismos y frases hechas son muy repetidos, pero no por ello son verdaderos. “El buen paño en el arca se vende” es uno de esos asertos que ejemplifican tal valoración. Siguiendo esa línea de razonamiento, se puede afirmar que algo que no se publicite no puede ser reconocido y vendido. Hay numerosos casos de productos y servicios excelentes que, por una carencia de publicidad, han sido abocados al mayor de los fracasos comerciales. La evolución del mercado universitario y del tratamiento de la formación superior en el aparato administrativo público ha convertido ésta en sujeto de mercadeo. Con independencia de la discusión sobre lo apropiado o no de esa situación, las universidades han de encarar la captación de alumnos, de fondos privados, la participación en acontecimientos sociales y sus relaciones, en general, con un planteamiento nuevo. Todo parece indicar que estas instituciones se encaminan hacia una competencia por los mismos recursos. Su obtención, en buena parte dependiente hoy de los políticos, va a estar sometida a su impacto social.
En este aspecto llama la atención el escaso espacio que la Universidad de León ocupa en los medios nacionales. En fechas recientes, varios suplementos de diversas publicaciones recogían la oferta académica en ciertos campos. En varios de ellos, por no decir en la mayoría, se echaba en falta la presencia del curso de posgrado en administración de empresas de la ULE, cosa bastante paradójica, porque induce a pensar en unos menguados conocimientos de publicidad, o bien en una escasa vertiente práctica de sus directores. Como tiendo a creer que es la falta de recursos económicos o el descuido el que ha originado esta ausencia, esperemos que tal carencia se resuelva el próximo curso. Otro aspecto llamativo es la falta de publicidad ante el fin de curso de los primeros estudiantes de Ingeniería Aeronáutica. Resulta aún más inexplicable, puesto que se trata de una oferta excepcional que podría caracterizar esta universidad ante el mercado de consumo académico. ¡Qué decir del escaso esfuerzo divulgativo dedicado a la biotecnología y a las ciencias de la vida en general! Se trata, en fin, de poner de manifiesto la necesidad de un departamento de publicidad, comunicación y relaciones públicas eficaz en el seno de nuestra universidad. Además, el cuerpo docente debería tomar conciencia del nuevo entorno y contribuir a la difusión de las bondades de la casa. La dedicación de, tan sólo, una charla gratuita al año por parte de cada catedrático y titular, por ejemplo, a fin de dar cobertura a esta política de comunicación, sería un esfuerzo sencillo y eficaz. ¿Tendrá capacidad el colectivo universitario para adecuar su actuación con rapidez a las nuevas circunstancias?

No hay comentarios: