martes, 8 de julio de 2008

Fontaneda y los Raseros

Hace unas semanas la multinacional propietaria de galletas Fontaneda hacía público que pretende cerrar la instalación matriz de la marca, la vieja factoría de Aguilar de Campoo. Tras este anuncio no se encontraba tanto una historia de quiebra financiera como el traslado de la producción, fuera de la Comunidad Autónoma, a fin de incrementar los beneficios. La intención de United Biscuits ha sido muy criticada, ya que olvida el aspecto social –la fábrica ocupa a buena parte de la población de Aguilar- y, sobre todo, abandona la Autonomía, lo que ha impulsado la protesta de los sindicatos y partidos mayoritarios. La actitud tomada por estos grupos reclama la atención de los ciudadanos. Parece que estas fuerzas han optado por medir con diferente rasero las migraciones empresariales, según cómo se produzcan.
Es necesario recordar cómo en esta Autonomía han sido trasladados centros de trabajo y unidades de negocio desde diversas provincias hacia Valladolid sin que esos mismos portavoces hayan hecho manifestación alguna. La historia del traspaso desde León de las sedes territoriales del Banco de Santander, del BBV, de BEGAR, de UNIGRO, de ciertas unidades de los talleres de RENFE o de la Obra Social de Caja España, por ejemplo, no merecieron la misma pasión de partidos o sindicatos. El establecimiento de Telefónica en Boecillo, que alquiló un edificio expresamente construido por la Junta para su instalación, y que llenó en parte con unidades funcionales que trasladaba desde León, tampoco recibió crítica alguna. Qué decir de las inversiones de IBERDROLA en idéntico lugar, cuyo origen está en acuerdos compensatorios por la capacidad de producción energética de las provincias de León y Zamora. ¿Dónde estaban los partidos y sindicatos entonces? Actualmente se aborda la construcción de una sede, en Boecillo -¡cómo no!-, de la mayor empresa existente en Zamora, INZAMAC. Se comenta entre el personal que la sede central de la misma será trasladada a esa instalación. ¿Dirán algo los que ahora se rasgan las vestiduras por el caso de Fontaneda? Tras estas circunstancias se esconde otra incógnita más: ¿se ha cuantificado cuánto ha gastado la Junta en subvenciones para empresas y sedes que se trasladaban desde otras provincias a Valladolid sin crear puesto de trabajo alguno? A la vista de todo esto, aflora otra cuestión: ¿habría puesto la voz en grito algún partido nacional si Fontaneda se trasladase a Valladolid? Estas preguntas necesitan ser respondidas para que, a los que nos cierran minas, nos quitan vacas, nos niegan autovías, nos cierran térmicas, nos retrasan o anulan los regadíos y nos sustraen los puertos secos, tengamos en cuenta el rasero por el que mide cada uno. ¿Habrá coraje en nuestros representantes para obtener las respuestas?

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

Muy buen comentario, preciso, con datos, de los que hacen falta.
Estoy harto del argumentario "Valladolid se lo lleva todo", o "La Junta de Valladolid" y no saben decir nada más, luego, claro, se ríen de nosotros.

Habría que añadir el intento de Syva y otras 100 empresas más (las famosas cartas), Pevafersa (empresa de Toro ahora en Boecillo), las azucareras, el desmantelamiento de Elosúa (bueno, eso fué cosa del PSOE nacional), cómo se defiende a Antibióticos, y sigue, y sigue,...

Cisastur dijo...

Como te he respondido en otra ocasión es necesario que todos hagamos público cualquier movimiento de este tipo cuando nos enteremos.
Debe quedar claro que se está propiciando un expolio en favor del pueblo de algún listo.