miércoles, 30 de julio de 2008

SOLTRA: Un Proyecto de Vanguardia

Solidaridad y Trabajo (SOLTRA) es el nombre de una empresa peculiar que va camino de dar empleo a casi 300 leoneses. Se trata de un entidad dedicada a ocupar laboralmente personas con discapacidad favoreciendo su integración social y profesional.
La empresa realiza labores diversas, algunas no exentas de complejidad, como la fabricación de cablerías. Hay tantos grados de dificultad en el trabajo como niveles de capacidad existen. Esto supone que la empresa no sólo se adapta al cliente, sino que también ha de acomodar cada una de las actividades a las posibilidades de sus trabajadores: unos con capacidades casi equivalentes a las de cualquiera y otros con aptitudes muy mermadas.
Tras años de experiencia los resultados no pueden ser más satisfactorios. José Antonio Idoeta, gerente de la instalación leonesa, muestra con orgullo las salas de operaciones, las cadenas y el aparataje. La aplicación de muchos trabajadores a su labor es llamativa; el ambiente general de satisfacción que se percibe también. Predomina la sensación de estar en un lugar donde se gesta algo importante, donde se ha ido más allá.
SOLTRA es más que una empresa: un proyecto en el que los valores humanos cobran nuevas dimensiones y con el que León avanza en el campo de la integración social. Caja España, Don Antonino Fernández, los Padres Dominicos, AGELCO y el grupo Gureak han puesto de su parte para que SOLTRA sea mucho más que buenas intenciones.

Ruta de la Plata

En este tiempo de abundantes noticias sobre la construcción de infraestructuras de comunicaciones en León, se percibe una ausencia que, no por más repetida es menos injustificable. Se trata de la Ruta de la Plata trasleonesa. Una vez cubiertas nuestras aspiraciones de carreteras con proyectos y obras -con las salvedades de la conexión Ponferrada-Monforte y de la vía rápida a Braganza- hemos de mirar más allá de los límites provinciales. Hay un buen ramillete de caminos esenciales para nuestro futuro, aunque apartados: la unión Monforte-Santiago o la Benavente-Zamora-Salamanca son dos buenos ejemplos. En su caso, la vía a Salamanca cumple varias funciones: cerrar la ruta a Madrid por los enlaces rápidos -en curso de construcción- a través de Ávila, y acercar Sevilla -y todo el Sur- a éstas tierras. El papel de la Ruta León-Zamora-Salamanca como corredor logístico ha sido ignorado o minusvalorado. La posibilidad de establecer rutas comerciales hacia la capital de España a través de tres capitales de provincia (Zamora, Salamanca y Ávila), frente a otra vía, la N-VI, que no pasa por ninguna, desde León, es muy favorable para nuestros intereses. Además, la longitud del recorrido es superior en unos setenta kilómetros, quizá menos por autovía, pero el atractivo turístico para el viajero es incomparable con el del itinerario por Tordesillas. Por otra parte, la comunicación de León con Sevilla es doscientos kilómetros más corta por Salamanca y Cáceres que por la capital de España. Con este corredor las posibilidades de incrementar las relaciones norte-sur de todo tipo en la mitad occidental del País redundarían en beneficio de todos. Además, la atracción turística del Sistema Central o de Aracena no es comparable con la de La Mancha y Ciudad Real. Por estas razones, es necesario que los leoneses tomemos conciencia de la importancia de la construcción de la Autovía de la Plata íntegra, por más que algunos de sus tramos sean ciertamente lejanos. Un último aspecto que revaloriza dicha vía es el de potenciar las relaciones con Portugal, que verían facilitado su desarrollo en el momento en que todas las grandes poblaciones tuviesen acceso rápido a los pasos transfronterizos, hoy infrautilizados y casi inaccesibles en muchos casos. La importancia de esta autovía es, por tanto, dentro de las extraprovinciales, enorme. ¿Habrá la suficiente visión global en las autoridades para urgir la construcción, incluso, de los tramos más alejados?

martes, 29 de julio de 2008

León y la Frontera

En fechas recientes visitaba varias aldeas en la cuenca del río Manzanas, a caballo entre Zamora y Tras Os Montes, muy cercanas a León. La constatación de que pueblos hermanos, a menos de cuatro kilómetros de distancia, sin obstáculos naturales dignos de reseñar, no disponen de carretera entre ellos causa sorpresa, a pesar de que se sitúen en estados diferentes. Poblaciones como Santa Cruz de Cuérnagos, Riomanzanas, Villarino, Deilhao, Guadramil o Petisqueira están a la distancia de un tranquilo paseo a pie, pero el trayecto ha de realizarse sobre caminos de tierra, transitados, eso sí, por los vecinos durante cientos de años. Tal situación no hace sino extremar el abandono y la incuria a que las administraciones someten a la cada vez más exigua población de estas zonas a las que la unión europea no ha llegado. Lugares de una belleza notable, con atractivos etnográficos y paisajísticos únicos, son aislados por la imposibilidad de que la carretera lleve más allá de una pequeña aldea. Así, la posibilidad de que los visitantes se animen a acudir se desvanece. El colmo del abandono se produce en Rionor. Este pueblo se halla más a caballo entre España y Portugal que ningún otro. La carretera no permite el tránsito de autobuses de Puebla de Sanabria a Braganza y viceversa a través de él porque el autobús no cabe en la calle central, único vial para que un vehículo pase la frontera, frontera que se encuentra en medio de la avenida.
Lo pintoresco de esta situación es que con sólo la construcción de cien kilómetros de carreteras vecinales el número de pasos fronterizos podría incrementarse en varias decenas. Los efectos que una acción de este tipo podría tener en las áreas de influencia serían enormemente positivos. La posibilidad de cruzar la raya estatal supone un atractivo, pero si a esto se añade la de visitar zonas tan peculiares el interés se redobla. La multiplicación de visitantes, la oportunidad de establecer pequeños negocios o la revalorización del patrimonio inmobiliario serían, entre otras, las primeras consecuencias de la barata intercomunicación de estos pueblos, partícipes de nuestra cultura e inmersos en nuestra área de influencia. Por otra parte, no hay que olvidar que León no puede despegar en el mapa del crecimiento si las provincias que lo rodean se encuentran sumidas en el subdesarrollo. Orense y Zamora tienen como una de sus causas más importantes la pobreza de los espacios fronterizos con Portugal. La permeabilización de esa barrera artificial debe ser un factor clave para su activación económica y, por ende, de la nuestra. ¿Podrán nuestras fuerzas vivas influir para que la frontera deje de ser un problema para el Noroeste?

domingo, 27 de julio de 2008

Argentinización Municipal

El Ayuntamiento de León presenta una salud financiera quebrada. Son muchos los síntomas. Uno muy significativo, cada vez más habitual, es la necesidad de negociar créditos para poder pagar las nóminas. Desde esta instancia se afirma insistentemente que la deuda se mantiene dentro de los márgenes que la Ley permite. No es dudoso, pero habría que estudiar el notable esfuerzo creativo para disimular el desfase. Las palabras sobran cuando el municipio ve condicionada la capacidad de maniobra por la falta de liquidez en sus arcas de forma repetida. Los pequeños proveedores, infinidad de establecimientos comerciales, ven demorar los cobros hasta tres años, por lo que o han dejado de servir al Excelentísimo, o los precios a los que sirven son exorbitantes, para compensar los previsibles intereses de demora. En definitiva, el Ayuntamiento gasta más de lo que dispone para ello. El resultado es una creciente situación de inseguridad financiera cuyo final, si no se corrige, es similar al del globo económico argentino. Las causas de esta situación son varias.
Una es la pérdida creciente de habitantes que sufre la capital, lo que recorta cada vez más sus ingresos y promete coyunturas aún más complicadas. Otra es el abundante número de obras cuantiosas acometidas, en las que el Ayuntamiento ha de subvenir porcentajes enormes frente a la exigua participación de la Junta, auténtico cáncer también de la Diputación y, en el futuro, del Ayuntamiento ponferradino -una vez agotados los fondos MINER-. Otra causa, cada vez más asfixiante, es la creciente funcionarización de la sociedad leonesa a cargo de las arcas municipales. La Casa afronta sin rubor la nómina de unos mil ochocientos trabajadores, aunque nadie se explique dónde están los beneficios de tantas horas de trabajo compradas por el común. Para tener una medida exacta de esta barbaridad hagámonos la idea de que, de los más de 150.000 trabajadores ocupados que hay en la provincia, uno y pico de cada cien trabajan en esta institución. Si esto se traslada a la capital la cifra aumenta hasta las cinco personas de cada cien. A esto se suma una tabla de retribuciones que desbordan los precios que el mismo trabajo percibe en el mercado laboral. La incontinencia contratadora de los partidos y concejales es el último de los males. Asegura los garbanzos a un buen número de amigos y afines, revueltos con otros candidatos que alcanzan su plaza por medios más ortodoxos. En definitiva, el Ayuntamiento arrumba su trayectoria hacia un desastre financiero que ya se palpa, y los concejales no están actuando para corregirla. ¿Cuándo se adoptará, por fin, una postura responsable entre los ediles? ¿Serán capaces de acomodar el gasto a un censo decreciente?

sábado, 26 de julio de 2008

León y la EPA

El Martes de la semana pasada los medios de comunicación se hacían eco de la presentación trimestral de la Encuesta de Población Activa por el Instituto Nacional de Estadística. Como es conocido, se trata de una herramienta muy importante para conocer la evolución del mercado de trabajo de España y sus provincias. Como es lógico, aquí los datos de León han merecido especial atención. Los titulares comentaban dos aspectos: que el paro se redujo y que se crearon algunos cientos de empleos durante 2001. La noticia resultó esperanzadora servida de esta manera, pero la lectura atenta de las cifras puede aportarnos otros elementos de juicio. Lamentablemente, el examen de los guarismos no trasluce esas conclusiones. El paro pasó de 26.100 personas el cierre del año 2000 a 22.200 en el último trimestre de 2001, un buen dato aparentemente. Los trabajadores ocupados evolucionaron de 159.100 a 161.800, otro dato cargado de buenos augurios. Sin embargo, una simple suma nos lleva a concluir que la población activa, es decir, en disposición de trabajar, descendió de 185.200 personas a 184.000. En otras palabras, el paro ha descendido notablemente por la fuerte emigración que sufre nuestra tierra. Por lo tanto, quien presenta los datos a los medios no lo cuenta todo.
Hay un elemento más que es necesario resaltar. Si comparamos la evolución, trimestre a trimestre, del empleo en León con la misma de un año antes aparece una diferencia sustantiva. Todos los trimestres del año 2001 registraron más empleo que los de 2000, lo que parece confirmar una tendencia de recuperación del tono económico, débil pero apreciable. Otra cuestión llamativa es que los empleados del tercer trimestre van aumentando, lo que tiene que ver con las economías que aprovechan el tirón estacional del turismo. En resumidas cuentas, a la luz de estas consideraciones, podemos concluir que la economía leonesa está remontando su difícil situación con lentitud, lo que no ha evitado la sangría de emigrantes, ya rutinaria en estos últimos años. León está tomando posiciones en el mercado turístico con ritmo moderado, pero la reacción general no procede sólo de esa tendencia, puesto que la leve mejora se mantiene. De la comparación con el resto de la autonomía se induce que la desconexión de León es sobresaliente. Sólo Zamora sigue una evolución parecida. ¿Qué es, por tanto, lo que se quiere decir cuando se utiliza la palabra “comunidad”?. Al respecto, los envidiables datos de Burgos apabullan. Ocho mil ocupados más en un año, dentro de una economía más pequeña que la nuestra, lo dicen todo. ¿Qué tiene esa provincia que no tengamos nosotros?

jueves, 24 de julio de 2008

Sesgo y Balanza Fiscal

El Gobierno de España ha publicado una balanza fiscal de las autonomías. El documento va a centrar numerosos debates. En consecuencia, podemos interpretar que se trata de una acción interesada, que ayudará a justificar algunas pretensiones del gobierno.
El trabajo refleja que ciertos territorios tributan por más valor de lo que reciben. Por el contrario hay otros que reciben más de lo que aportan. En función de este cálculo se concluiría que unas autonomías aportan demasiado y que otras deben recibir menos.
Este planteamiento de partida es erróneo y trasluce la idea equivocada de que ciertas autonomías, si fuesen estados, serían más prósperas. Sin embargo esta premisa es falsa, ya que las comunidades supuestamente ricas generan la mayor parte de su actividad por el libre acceso al resto de España. Por lo tanto, si fuesen independientes ninguna empresa con sede sólo allí podría acceder al resto de los mercados.
Por ejemplo, no podría continuar la sede central española de ENDESA Distribución, Novartis, Gas Natural, Volkswagen Audi España, Lidl, Nestlé o Sony España en una Cataluña independiente, como ahora está. Centenares de miles de puestos de trabajo, de recaudación de IVA, IRPF, impuestos especiales o de sociedades, que hoy computan como catalanes, serían trasladados a otros lugares. Por añadidura, sólo se calculan balanzas de periodos anuales cuando las inversiones en infraestructuras, por ejemplo, siguen ciclos más largos.
Por otra parte, el hecho de que unos territorios tengan más renta que otros y tributen más se reproduce en el resto del mundo. En definitiva, nos encontramos ante una maniobra para beneficiar ciertas regiones.

León y La Coruña

Hace unos meses la prensa económica reflejaba el artículo de un profesor de la Escuela de Ingenieros Navales de Madrid donde se exponía la posibilidad de desarrollar un gran puerto en la costa gallega que compitiese con Rotterdam por las mercancías del Sur de Europa. El nombre del proyecto era “Ártabros”. Para ello se necesitaba una zona de costa abrigada, con una amplia bocana, sin agujas submarinas y escollos en su acceso, y un pasillo de gran calado, para todo tipo de buques. El lugar ya existe y se encuentra en el entorno de La Coruña y Ferrol. Esta semana me comentaban que las autoridades gallegas han dado inicio a los trámites para desarrollar allí el superpuerto de Galicia. La noticia no puede ser mejor para los intereses leoneses. La ubicación del gran puerto del Noroeste en las cercanías de La Coruña supondría que el principal acceso por tierra a esta infraestructura pasaría por León; más concretamente por la autovía N-VI. Por otra parte, el corredor Astorga-Burgos se convertiría en la salida lógica de esos tráficos de mercancías hacia Europa. Hasta ahora, los grandes puertos ibéricos se situaban en lugares con escasa influencia en nuestra región, como Bilbao, Barcelona o Algeciras. De hecho un posible desarrollo de este tipo en los puertos de Vigo u Oporto tendría un impacto menor sobre las zonas más pobladas de nuestra tierra. Además, contribuiría a potenciar el corredor Benavente-Palencia, el competidor directo del Astorga-Burgos. Evitado esto se confirma que la ruta a Burgos, aun con los retrasos inducidos por la Junta, será el gran camino transversal de las mercancías en el Norte de España.
Se echa de menos este tipo de reflexión estratégica en nuestras autoridades y una actuación en consecuencia. Dichos aspectos son los que van a definir las grandes líneas de nuestro desarrollo y del de todo el Noroeste. No hay que olvidar que formamos el núcleo y que nada despegará si no lo hacemos nosotros. La ausencia de posturas firmes en estos temas, sumado a la continua acción de bloqueo y desvitalización de Valladolid hacia nosotros perjudica la enorme proyección que nuestra posición geoestratégica nos otorga. Actuemos para que la Junta no envista contra nuestros intereses en esta ocasión. En ese aspecto, la actuación de la directiva entrante en la Cámara de Comercio leonesa puede tener un papel esencial. Situaciones como el traslado del proyecto del puerto seco de Gijón a Castilla con la pasividad de las autoridades locales no deben repetirse más. La Coruña puede ser ahora la clave para fijar en nuestro suelo una gran superficie logística. ¿Seremos capaces de aprovechar esta oportunidad en los próximos años?

martes, 22 de julio de 2008

La Importancia del Símbolo

Hace sólo unos días se produjo una enardecida discusión en el Ayuntamiento de León acerca de una moción en contra de que el Himno a Castilla se convierta en el del ente autonómico, tal y como ha propuesto un profesor de la Universidad de Burgos. La conclusión a dichas diatribas fue la aprobación por parte de PP y PSOE de un texto de rechazo a tal iniciativa, pero no el de la UPL, mucho más agresivo en su redacción. Al margen de las formas, a muchas personas les ha sorprendido que en el consistorio leonés se debatan cosas de este alcance, poco relevantes a juicio de algunos. Sin embargo, todavía no se ha escuchado a nadie explicar cómo se dinamiza a un colectivo sin la existencia de símbolos propios, y éste es uno de cierta importancia. León tiene referentes simbólicos propios, que han demostrado su utilidad para movilizar a la multitud en más de una ocasión, gracias a un alto grado de identificación de la mayoría con los mismos.
Esa capacidad de compromiso colectivo, a través de unos elementos totémicos, es lo que en los últimos estudios sobre la vitalidad de las sociedades se ha llamado “capital social”. En otras palabras, el capital social es la capacidad de una población para producir actividades grupales, sean éstas empresas, asociaciones, manifestaciones o cualquier otra faceta en la actividad comunitaria. La pretendida implantación de un himno, encima foráneo, en un lugar donde ya existe es la expresión clara del desprecio que se hace de nuestros símbolos colectivos. En ese aspecto, tengo que felicitar a todos los grupos políticos municipales por su postura sin ambajes en contra de la implantación de un cantar que, a pesar de la ceguera de muchos, es bastante más que eso. De los símbolos no se come, pero con los símbolos se moviliza a los pueblos para que cobren un compromiso con el progreso y con su futuro, es decir, con la búsqueda de sus garbanzos. La propuesta del profesor burgalés, seguramente bienintencionada, es una muestra más de cómo cada parte de este territorio autonómico ignora y hasta se despreocupa de lo que sucede en el resto. Seguramente, jamás hubiese imaginado este hombre, a quien no tengo el gusto de conocer, el rechazo casi unánime que en esta tierra produce tan peregrina sugerencia. León, con una mayoría social que no percibe esta autonomía como algo beneficioso, ha heredado sus propios símbolos durante siglos. El conflicto leonés, con estas agresiones, cobra cada vez más cuerpo y la herida se hace mayor. El ambiente en torno a este enfrentamiento es el más presionante de los últimos quince años. ¿Por qué no actúan nuestros grupos políticos siempre en coherencia con el mensaje de fondo que han plasmado en esta ocasión?

La Bañeza Pierde Tiempo

La historia del consistorio de La Bañeza en los últimos años es ajetreada y cambiante. La institución se ve zarandeada de uno a otro lado por cambios poco ortodoxos en su dirección. La villa bañezana arrastra una sucesión de equipos municipales que transmite, paradójicamente, la imagen del infortunio político en un lugar con enormes potenciales de desarrollo. La historia democrática comienza con un gobierno local que, lejos de cambiar y acomodar la población a los nuevos tiempos, sumió en la parálisis Bedunia. La respuesta del alcalde era positiva ante cualquier propuesta, pero en nada se traducía aquélla para sacar adelante iniciativas que podrían haber marcado las diferencias con el entorno. El singular patrimonio arquitectónico modernista de La Bañeza, por ejemplo, iba cayendo ante la presión de las empresas constructoras. Tiempo después, la UPL formó una candidatura encabezada por un exmilitante del PP; aparentemente un valioso gestor. Con dicha lista se constituyó en llave del gobierno y, el líder, marcado por sus diferencias con el anterior alcalde, pactaba con el PSOE, grupo minoritario. La gestión pública mejoró, pero no tanto como se esperaba. Más tarde, en las filas socialistas comenzó a escocer que fuese la UPL el principal beneficiario del pacto y exigieron una parte alicuota de alcaldía. Se repartió así el tiempo al frente del Ayuntamiento, aunque el equipo de gobierno fuera el mismo.
Una vez puesto alcalde socialista por los pactantes –un independiente devenido en afiliado por “consejo” de la dirección del PSOE- descubrimos al mejor negociador que ha estado al frente de La Bañeza en muchos años. Esto dolió en la UPL, pero el Sr. Caldera, de la ejecutiva nacional del PSOE, que llegó a La Bañeza inmerso en la ignorancia, manifestaba públicamente que los pactos con la UPL son insostenibles. Los socialistas locales tragaron saliva. Al socio acababan de darle la razón que no tenía para romper el pacto, dejando al PSOE sin alcaldía. Aunque la UPL no nombra a Caldera socio de honor, sí rompieron el pacto. Los leonesistas se ponen entonces a hablar con el PP. Como con la agrupación local no había buena relación, se dirigieron a los jefes provinciales, que negociaron sin atender a sus compañeros. Los odios se desbocan y se condiciona un nuevo pacto excluyendo a los irreconciliables cabezas de ambas listas. El incomprensible resultado supone elevar al sillón municipal al quinto de la lista del PP. En esto, el cuarto de la lista popular, harto ya del desmadre, no acata las órdenes del jefe. Los espectadores, asombrados, escuchamos a los partidos decir que toda la culpa es suya. Dígannos, en esencia ¿dónde quedaron los intereses de La Bañeza en este tejemaneje de partidos?

lunes, 21 de julio de 2008

Los Nuevos Inmigrantes

León es tierra de inmigración hace mucho tiempo. La oferta de empleo de la minería atrajo foráneos a nuestra tierra desde los años setenta. Colonias de trasmontanos, caboverdianos y paquistaníes han arraigado en las cuencas mineras, donde crecieron sus hijos, que, ahora, son ya leoneses. Esta sangre nueva, tras los primeros problemas de integración, redundó en progreso, amplitud de miras y apertura para algunas de nuestras comarcas más inaccesibles. El gradual aumento de renta de nuestro país en los últimos veinte años comenzó a atraer una nueva inmigración; la de los desfavorecidos, que están dispuestos a trabajar en cualquiera de los puestos que los españoles no quieren. Se trata de labores ofertadas por sectores que, si queremos que continúen siendo competitivos, necesitan de trabajadores con remuneraciones bajas. Marroquíes, búlgaros, ecuatorianos, etc, son habituales desde hace algún tiempo en las explotaciones ganaderas y agrícolas de regadío leonesas, ayudando a ordeñar, a regar, a manejar tractores y aperos, etc. En este caso, pocos se han asentado, ya que se trata, mayoritariamente, de personas solas, que desean regresar con una familia a la que, por desgracia, no pueden permitirse trasladar hasta aquí.
Actualmente la seguridad y la calidad de vida en las ciudades intermedias españolas –aquéllas que cuentan con una población entre cincuenta mil y trescientos mil habitantes- resultan de un atractivo singular. Eso ha coincidido con una situación de creciente inseguridad económica y personal, poco menos que insoportable, en América Latina. La degradación de la economía argentina, la espiral decadente en que permanece Venezuela y la guerra encubierta en Colombia han empezado a producir un éxodo nuevo hacia España. Sin embargo, esta nueva inmigración, urbana, no es ya la de los desheredados. Se trata de un gran contingente de titulados universitarios, profesionales y empresarios que vienen a nuestras ciudades, León, Zamora y Ponferrada entre otras, donde se habla el mismo idioma y las condiciones de bienestar para sus hijos son excelentes. Ese proceso gravísimo de descapitalización intelectual en el cono sur tiene el reverso de un enriquecimiento de nuestras ciudades que, de pronto, se hacen más cosmopolitas y abiertas, más ricas y competitivas respecto al entorno europeo. La llegada de estas personas y sus ideas a León viene a cubrir un déficit cultural histórico, una falta de visión global arrastrada durante siglos. Nos ha de ayudar, con su plena integración, a armar una sociedad, que aspira a todo en el marco de la Europa de las regiones. Tenemos una inesperada oportunidad en este fenómeno. ¿Seremos capaces de aprovechar esta ventaja integrándolos rápidamente?

sábado, 19 de julio de 2008

El Papel de la Cámara

Acabamos de asistir a las elecciones para definir el nuevo equipo que regirá los destinos de la Cámara de Comercio. Desde las candidaturas presentadas se ha insistido en la necesidad de cambios en las actitudes. Es de esperar, por tanto, que la directiva entrante dé otro aire a la Institución, haciendo aportaciones más sustanciales que las vistas en la última etapa. De la Cámara cabe esperar un conocimiento inmejorable de la situación económica leonesa y de sus principales variables. Desde ella el acceso a datos empresariales es inmediato; el contacto con los políticos, si se quiere, puede ser continuo; la información sobre la marcha efectiva de diferentes proyectos resulta inmejorable, puesto que son muchas las empresas asociadas que están implicadas en el desarrollo de los mismos. En otras palabras, la Cámara dispone de un conjunto de herramientas que son casi ideales para la adopción de decisiones y para actuar a favor de infraestructuras o de directrices que hayan de servir a la mejor proyección de sus asociados y, al fin, a un mayor bienestar en León. El complemento necesario para que la Cámara alcance su mayor capacidad operativa es un liderazgo fuerte. Es necesario un personaje -sea el presidente o no- que, apoyado por el equipo, tenga capacidad para impulsar, convencer, dialogar y trazar los escenarios que más le convienen a esta tierra. Marcado el objetivo se puede propiciar los acontecimientos en esa dirección. Hasta hoy, por ejemplo, ha faltado voz y acción cualificadas para la reivindicación del corredor transversal (Astorga-Burgos), del aeropuerto, del nuevo ferrocarril, etc.
Es conveniente mirar alrededor para ver el papel desempeñado por otras cámaras de comercio. El caso de la de Burgos es singular y, al menos en su labor de grupo de presión, modélica. El impulso desencadenado por aquella institución para lograr la autovía entre León y Burgos fue decisivo para su construcción. El desarrollo del aeropuerto de mercancías de Villafría es otro ejemplo de lo que las gestiones de una cámara de comercio pueden conseguir. La fijación en Burgos de un puerto seco de Bilbao, o la Universidad de Burgos también. El nuevo equipo cameral leonés debiera tomar parte, por ejemplo, en el seguimiento de la León-Burgos. El tramo hasta Osorno no será ya inaugurado en Abril, como estaba previsto. Quizás, en Julio se abra hasta Villaherreros. El subtramo restante tendrá que esperar a finales de año. ¿Qué ha sucedido? ¿Es cierto que existe una labor de obstrucción hacia esta obra? Desentrañar este problema y remover los obstáculos puede ser, por ejemplo, una gran aportación de la Cámara. ¿Reúne el nuevo equipo las condiciones y la voluntad para desarrollar esta labor?

viernes, 18 de julio de 2008

Cajas y Políticos

Una vez pasado el revuelo en torno a la pretensión de pactar una fusión de las cajas de ahorros de León y de Castilla resulta pertinente hacer algunas reflexiones.
Que responsables del PP y del PSOE de Valladolid se reúnan a hablar de la cuestión sin conocimiento de sus conmílites demuestra que allí hay quienes piensan que el resto no importa. El intento de negociar la unión de las obras sociales y de otras actividades, no avalada por las propias cajas, significa que los del conciliábulo pucelano quieren apropiarse de estas entidades. Tal y como se manifestó desde UGT, alguien debería proclamar que las cajas no son de los políticos.
Es evidente que en los partidos mayoritarios no existe acuerdo sobre la cuestión. Eso supone que las motivaciones son personales y tribales de la aldea pucelana. La irrupción del alcalde de León para pronunciarse en contra de cualquier pacto pone en evidencia diferencias fundamentales con los socialistas vallisoletanos.
La UPL dormitó, ajena al debate, lo que deja claro el desnorte en que subsiste. La falta de liderazgo y de leonesismo corroe sus estructuras. Si no existe proyecto –es el caso-, tampoco capacidad para marcar la pauta en este debate y en los de similar calado que vengan. En tales circunstancias la formación leonesista puede diluirse hasta desaparecer.
En contraste, la firmeza de Francisco Fernández al igual que su elección como secretario provincial del PSL desmontan las objeciones a su capacidad de liderazgo. Pese a que participa en una estrategia para recuperar votos leonesistas, está tomando posiciones institucionalmente relevantes, que marcarán hitos en la reivindicación autonómica leonesa.

jueves, 17 de julio de 2008

Laciana sin Carbón

En fechas recientes tenía lugar en Villablino la conmemoración de los diez años de la marcha negra. Este hito ha propiciado, entre otras cosas, un debate sobre lo que ha supuesto el Plan del Carbón para la cuenca. Se viene observando con escepticismo el desarrollo de las inversiones de los fondos MINER en el Valle. Una parte notable se derramó en mil pequeñas obras, de poco impacto, que intentaban hacer llegar a cada pueblo un sentimiento de atención del que, hasta entonces, se había carecido. Otra parte importante de los fondos se concentra en la construcción de un hospital: obra singular, puesto que la despoblación de esta área de montaña avanza rápida, y nadie sabe qué enfermos van a ocupar esas camas. La sensación de irreflexión y de gasto poco útil ha calado en quienes observamos, preocupados, cómo el valle de montaña con más posibilidades de futuro de nuestra provincia arrumba su trayectoria hacia el desastre.
Laciana, sin embargo, tiene un punto fuerte a su favor: un contingente de población sólo comparable al de los valles cantábricos del Alto Campoo y del alto Narcea. Esto permite prever -aunque por poco tiempo si el censo sigue bajando- una buena respuesta a inversiones acertadas. Asumimos que Villablino no reúne condiciones para ser atractivo a los ojos de los inversores privados, por lo que las posibilidades de fundamentar un centro urbano en ese fondo de saco son escasas. ¿Cómo podemos romper tal debilidad? Haciendo de Laciana un punto de paso relevante hacia alguna parte. La oportunidad más clara para atraer tráficos y fijar población es eliminar el puerto de Leitariegos. Al otro lado –treinta kilómetros en línea de aire- existe una población –Cangas- que supera en efectivos la de Villablino. Para unir ambos núcleos la solución óptima es un túnel. Plantear esto sería disparatado si no existiesen los fondos MINER. Dichas ayudas son muy adecuadas para la realización de obras singulares como ésta. Ese corredor permitiría pasar de contar con dos poblaciones aisladas -de 14.000 y 20.000 habitantes respectivamente- a tener un área, interconectada, con unos 35.000. Proyectar así la construcción de nueva infraestructura y estructura -pública o privada- se percibiría más ventajoso. La posibilidad de abordar la costa en una hora por el corredor del Narcea, la de alcanzar la autovía N-VI aún en menos tiempo o, incluso, el ofertar el mejor acceso posible a zonas de enorme valor ecológico –Somiedo, Muniellos, Ibias, Mampodre, etc- abriría posibilidades que hoy son inimaginables. Las oportunidades de Villablino y Cangas de Narcea unidos por un túnel son muchas. Separados son mínimas. ¿Habrá alguien capaz de plantear esta obra como una prioridad?

martes, 15 de julio de 2008

El Futuro de Riaño

Se discute en las últimas semanas sobre la construcción de una estación de esquí en la zona de Riaño. Tal iniciativa se viene planteando como única salida para recuperar el tono vital de este valle, actualmente en un estado de decaimiento y abandono lamentable. La empresa es tan ambiciosa como discutida, puesto que se trata de una zona de gran valor natural. Los lugareños luchan así porque su comarca no caiga en la total despoblación. El censo real de Sajambre, Valdeón, Valdeburón, Tierras de la Reina y el resto del área no alcanza las dos mil personas para un espacio enorme. La oferta turística no está, en las condiciones actuales, desarrollada u optimizada mínimamente. Además, el contingente de población capaz de vivir de la ganadería extensiva en las pocas tierras de valle que dejó el embalse es escasa. Nos enfrentamos, por lo tanto, a una situación difícil, con un complejo territorial de varios compartimentos sin centro de gravedad –Riaño no lo es-, pero con un innegable deseo de despegue de sus habitantes. La cabecera del Esla se debate, así, entre el impulso de aprovechar un entorno natural excepcional y la necesidad, para ello, de modificarlo en parte.
Para una mentalidad moderna es necesario hacer compatible la conservación del medio con el desarrollo y modernización de nuestra tierra. Ello implicaría que en el nacimiento del Esla hubiese una mayor actividad económica, que permitiera vivir dignamente a un contingente humano más numeroso. Eso supone la firme delimitación de enclaves protegidos, la minuciosa gestión de los residuos, el estricto urbanismo, etc, antes de que el despegue se produzca, puesto que de un espacio singular se trata. Sin embargo, hay un aspecto del que nadie parece hablar y que, en este caso, es previo a cualquier otro: la mejora de los accesos. El área de Riaño está lejos de todas partes, a lo que se une que presenta unos viales malos. Las carreteras a Cistierna y a Santander cuentan con un trazado que resulta anticuado y peligroso. Por otra parte, la apertura del último tramo pendiente de la autovía Santander-Unquera en las próximas semanas, sumado a la magnífica carretera construida hasta Potes, hace que el Puerto de San Glorio, a sólo cuarenta y dos kilómetros del mar en línea de aire, esté más accesible que nunca para importantes ciudades. Sin embargo, San Glorio es un tramo muy peligroso y disuasorio para el turista. Por eso, mientras Potes se ve invadido por miles de visitantes, Riaño queda como destino marginal. El uso de un túnel -un recurso constructivo que debería ser común en León- que uniese Portilla de la Reina y Vejo, salvando lo peor del puerto, daría nueva proyección a cualquier iniciativa en el valle. ¿Habrá perspectiva suficiente como para demandar una obra de este tipo?

El Agua de Riaño

La pasada semana la Confederación Hidrográfica del Duero se veía obligada a negociar con los delegados de los regantes del Carrión, en Palencia. Sus asociaciones manifestaban la negativa a cofinanciar las infraestructuras de regadío si no se les garantiza una cierta cantidad de agua del embalse, sea cual sea la situación. Todos los indicios apuntan a que la C.H.D. cederá a las pretensiones de los agricultores palentinos. Los regantes leoneses han manifestado su oposición por cuanto, si no se aseguran los riegos en nuestro territorio, no aceptan que se transfiera un solo metro cúbico de agua a ningún otro lugar. Las predicciones de los motejados como agoreros desde la Junta -que han sostenido que el trasvase al Carrión, con un coste superior a once mil millones de pesetas, perseguía llevarse el agua sin más- se confirman. La Junta, que está detrás de la Confederación, cederá, parece, sin mucha resistencia. Los regadíos leoneses, para los que no había fondos -mientras miles de millones se invertían en el trasvase- verán cómo el agua del Esla escapa hacia la cuenca del Pisuerga. La teatralización de este expolio no ha bastado para ocultarlo.
Pero no es ese el único fin del traspaso hídrico. El agua de Riaño va a pasar a subvenir, sin más control que el de la Junta, las reservas de agua de Valladolid capital, cuyas previsiones de crecimiento en el Plan General de Ordenación Urbana le llevarían hasta los seiscientos mil habitantes. Recordemos que este documento es el primero –y por lo tanto central- de la Directrices de Ordenación del Territorio que la Junta ha desarrollado. Valladolid se convertiría así en un gran área de consumo hídrico industrial y doméstico, aunque sin recursos suficientes en su propio territorio. La consolidación de ese trasvase, supuestamente para usos agrícolas, normalizaría el uso intensivo de esta infraestructura, hasta ahora relativamente limitado. Por otra parte, dadas las utilidades que se obtienen de los recursos riañeses, que a nadie le extrañe la multiplicación de los obstáculos para desarrollar y consolidar nuevos regadíos en León por parte de la Confederación y, a la postre, por la Junta. Por lo tanto, lo que se ventila estos días en la negociación con los regantes es mucho más de lo que parece. Se trata de legitimar el uso del embalse de Riaño como un pantano de cabecera del Pisuerga. La manifiesta pasividad de la mayoría de nuestros políticos y la sordina que la Junta está aplicando en todo este proceso, incluido el aumento previsto del consumo en Valladolid, lo convierten en parte de un disparate de grandes dimensiones. ¿Habrá todavía algo de capacidad de compromiso en los representantes de los partidos locales para elevar la voz en nombre de los leoneses?

domingo, 13 de julio de 2008

León y el Turismo

La Provincia de León pasa por ser una de las más atractivas de España. Sus características, aunque que sean desvirtuadas con los tópicos más vulgares, son, ciertamente, raras. Se trata de una de las treinta y tantas provincias de interior, pero dispone de la red más espesa de cauces fluviales de cuantas se encuentran en la Península. Cuenta con la masa montañosa más extensa que haya en cualquier otra demarcación similar e incluye en su territorio gran parte de los afloramientos más importantes de aguas dulces de esta península-continente. En cuanto a recursos paisajísticos naturales, es difícil encontrar un lugar con más densidad: gran número de desfiladeros, zonas de muy baja accesibilidad con especies naturales endémicas, cascadas y rápidos, una enorme extensión de vegas medias con interfluvios tapizados por densos bosques, confluencias de ríos con riberas profusamente ocupadas por una amplia gama de especies vegetales y piscícolas e, incluso, una sobresaliente variedad climática en el espacio de pocos kilómetros.
En el plano humano, podemos afirmar que la extrañeza e interés no son menores. León dispone de una de las agrupaciones urbanas más densa del interior. Núcleos con auténticos barrios céntricos; cada uno característico por circunstancias propias. Ponferrada, Villafranca, Astorga, La Bañeza, León o Sahagún reúnen aspectos dignos de interés para cualquier visitante sin tener que llegar al rebuscamiento. Además, la densa red de mil cuatrocientos pueblos facilita una cantidad ingente de recursos que, sin esta malla poblacional, quedarían prácticamente inaccesibles: puentes, calzadas, palacetes, fuentes, templos, brañas, playas fluviales, valles encerrados, cuevas, etc. A eso se suma un destacable grado de conservación de elementos culturales arcaicos, prácticamente desaparecidos en el resto de la península. Con esa gigantesca oferta ¿qué encontramos en las oficinas de turismo, en las ferias del sector y en el argumentario que se utiliza como reclamo para el potencial visitante? Observando, sólo podemos llegar a una conclusión: mensajes átonos, indiferenciables, vulgares e irreconocibles. Parece evidente que quienes tienen la principal responsabilidad en estos temas, la Junta y SOTUR, desconocen León o lo ocultan. Es palmario que carecen de la capacidad de discriminación para saber lo que es sustantivo y lo que no lo es. Se pone esta provincia a la misma altura que cualquier otra y, guste o no, este territorio es uno de los más singulares de la península. Se hace evidente, tras dos decenios de desbarajuste, que sólo una planificación desde León puede aprovechar un repertorio tan asombroso de recursos. ¿Para cuándo la promoción turística y sus presupuestos pasarán a depender absolutamente de nuestros órganos locales?

viernes, 11 de julio de 2008

PSOE y Regionalismo

No se puede dejar de observar con interés los cambios estratégicos que está protagonizando el Partido Socialista Obrero Español en León. A la vista de la sangría de votos que la Unión de Pueblo Leonés ha obrado en sus filas, la agrupación está intentando dar un cambio a su mensaje. Días atrás, Amparo Valcarce, diputada nacional, hacía público un escrito en la prensa en el que atribuía a su partido un “regionalismo sano”. La iniciativa no puede ser más provocadora, ya que sitúa a la UPL en el “regionalismo morboso” o, lo que es lo mismo, en el regionalismo enfermizo. Se trata de una paradoja, ya que los mismos que sostienen estas posturas son los responsables de que el electorado de izquierda en León quedase otrora en la orfandad más absoluta. Primero, justificaron los infaustos procederes de algunos compañeros en los casos de corrupción. Después, contribuyeron al mayor desfase leonés en infraestructuras de toda la historia reciente. Queda la duda, así, de cuánta sinceridad hay en estas declaraciones, a las que se llega sin mediar explicación alguna o petición de disculpas por una ejecutoria tan injustificable como lesiva para el electorado local.
Sin embargo, dentro de la Federación Socialista Leonesa existe un grupo de regionalistas, que reflejan el abismo generacional hoy visible en la propia sociedad leonesa. Por encima de los cuarenta años se encuentra una mayoría de militantes más conservadora, que justifica posturas -como el tipo único de retención sobre la renta o el centralismo- que rebasan por la derecha al PP. Por debajo se hallan jóvenes, limpios de actuaciones en aquella etapa ominosa, deseosos de que el partido transmita a la sociedad un mensaje leonesista que, todavía, se escucha con sordina dentro de la FSL. Conscientes del desnorte en que vive la UPL y del proceso de cambio interno que se aproxima en la misma, ven en esta flaqueza una oportunidad para recuperar masas de electorado desorientadas por los acontecimientos. Así pues, estos procesos internos en ambos partidos debieran ser seguidos con interés. La primera de las fuerzas capaz de abordar soluciones para el conflicto leonés puede llevarse el gato al agua. El desencaje de León en el estado tiene tres vertientes: una basada en la pérdida de relevancia política de esta tierra; otra que se sustancia en el expolio económico a que lleva sometida los últimos veinte años; y una última relativa a la exclusión cultural de todo lo leonés en publicaciones, universidades y foros. En este sentido, la reivindicación socialista de la Fundación Villalar, una especie de ministerio de propaganda, no contribuye a transmitir esa imagen de giro ideológico. ¿Habrá visión para formular soluciones al conflicto leonés en esta pretendida nueva etapa del centenario partido?

jueves, 10 de julio de 2008

La Ineficacia del 112

El 112 es un número telefónico al que se puede llamar en caso de urgencia. Desde su central de llamadas se coordinarán los medios para atender contingencias, se supone, con la máxima eficacia.
La creación de este centro responde a la pretensión de mejorar los servicios de emergencia. Para ello se argumentó que la existencia de diversos teléfonos de referencia (bomberos, ambulancias, policías nacional y municipal, …) creaba confusión entre los usuarios y descoordinación entre los cuerpos. El 112 vendría, se dijo, a subsanar esas carencias.
Pasado el tiempo, se aprecia que el servicio es peor que su precedente. Tras un requerimiento telefónico de ayuda, responde una persona que desconoce León. En tal circunstancia el que llama debe indicar con detalle dónde se encuentra el suceso.
En ocasiones de apremio tanta precisión es difícil o imposible, sea porque quien llama está alterado o porque la ubicación sólo se pueda indicar por pistas. Cuando el personal del 112 escucha un lugar que no aparece en sus mapas se bloquea o indica incorrectamente al cuerpo de emergencias dónde debe acudir. El trance concluye con una llamada desesperada del afectado a la policía más cercana, que resuelve el problema.
Por añadidura, esta plataforma apunta como propias las salidas de auxilio, pero es la policía, bomberos, etc quienes las hacen, cuerpos que ya existían antes. La central del 112 proclama su éxito, pero éste se basa en la falta de costumbre de los usuarios de presentar reclamaciones. La frecuencia de sus errores es bien conocida. Por contra, ha servido para trasladar a Valladolid un servicio local que era eficaz y para crear empleos en esa ciudad.

miércoles, 9 de julio de 2008

Bucles de Futuro

Los leoneses estamos asistiendo a una de las evoluciones más notables de nuestra historia: el cambio en el sistema de ocupación del territorio y la redistribución de la población sobre el mismo. Una buena parte de esos avances va a venir propiciada por la red de carreteras de gran capacidad que se está llevando a cabo en estos momentos. Los leoneses tienden a ubicarse en los espacios en torno a esas vías y en aquellos que queden englobados dentro de los bucles que formen las mismas. Así, la acumulación en los alrededores de la León-Benavente, que ya es notable, se va a acelerar. La León-Astorga pende hacia lo mismo, con la salvedad del tramo de Estébanez de la Calzada. La línea Benavente-Astorga, aunque con menos evidencia, está empezando a aglutinar población en sus márgenes. Queda, por tanto, un bucle en el que aparece embolsada Santa María del Páramo, población que debiera recuperar su circunvalación y mejorar sus accesos a Villadangos, La Bañeza, León, Laguna de Negrillos y Valcavado del Páramo para convertirse en el organizador del espacio paramés, en el centro del triángulo. En el área oriental de nuestro territorio se configura, pues, un área capaz de concentrar en pocos años al noventa por ciento de la población. Es necesario tomar conciencia de que la configuración eficiente de ese espacio, aprovechando todos los potenciales y ventajas, es decisivo para aprovechar las corrientes del desarrollo adecuadamente.
En el área occidental la creación de un segundo bucle que englobe los núcleos con más posibilidades, es, desgraciadamente, mucho más lento. Aunque la línea Ponferrada-Villafranca se consolida rápidamente, en torno a la N-VI, y la Ponferrada-Toreno está empezando a cuajar, queda mucho por hacer. Las comunicaciones del área principal con la zona Fabero-Vega de Espinareda van a llegar tarde si la nueva ruta Berlanga-Fresnedo no se abre pronto, puesto que el pronunciado descenso de población de ambos núcleos puede disminuir sus posibilidades de reacción. Sería necesaria, además, una vía Fresnedo-Sancedo, que rompería el aislamiento de Toreno con el occidente. La apertura de una buena comunicación Vega de Espinareda-N-VI a través de Quilós o, mejor aún, por Paradiña, despertaría nuevas oportunidades y vendría a concluir el cierre del bucle, crucial para asegurar un futuro próspero. El área de Cacabelos-Sancedo quedaría, así, como organizador de ese espacio. Habrá quien piense que se habla de grandes inversiones, pero no es así. Con unos tres mil quinientos millones quedaría configurada la red para fijar eficientemente el ochenta por ciento de la población occidental leonesa. ¿Habrá capacidad para hacer éstas y otras inversiones estructurantes con la máxima rapidez?

martes, 8 de julio de 2008

Fontaneda y los Raseros

Hace unas semanas la multinacional propietaria de galletas Fontaneda hacía público que pretende cerrar la instalación matriz de la marca, la vieja factoría de Aguilar de Campoo. Tras este anuncio no se encontraba tanto una historia de quiebra financiera como el traslado de la producción, fuera de la Comunidad Autónoma, a fin de incrementar los beneficios. La intención de United Biscuits ha sido muy criticada, ya que olvida el aspecto social –la fábrica ocupa a buena parte de la población de Aguilar- y, sobre todo, abandona la Autonomía, lo que ha impulsado la protesta de los sindicatos y partidos mayoritarios. La actitud tomada por estos grupos reclama la atención de los ciudadanos. Parece que estas fuerzas han optado por medir con diferente rasero las migraciones empresariales, según cómo se produzcan.
Es necesario recordar cómo en esta Autonomía han sido trasladados centros de trabajo y unidades de negocio desde diversas provincias hacia Valladolid sin que esos mismos portavoces hayan hecho manifestación alguna. La historia del traspaso desde León de las sedes territoriales del Banco de Santander, del BBV, de BEGAR, de UNIGRO, de ciertas unidades de los talleres de RENFE o de la Obra Social de Caja España, por ejemplo, no merecieron la misma pasión de partidos o sindicatos. El establecimiento de Telefónica en Boecillo, que alquiló un edificio expresamente construido por la Junta para su instalación, y que llenó en parte con unidades funcionales que trasladaba desde León, tampoco recibió crítica alguna. Qué decir de las inversiones de IBERDROLA en idéntico lugar, cuyo origen está en acuerdos compensatorios por la capacidad de producción energética de las provincias de León y Zamora. ¿Dónde estaban los partidos y sindicatos entonces? Actualmente se aborda la construcción de una sede, en Boecillo -¡cómo no!-, de la mayor empresa existente en Zamora, INZAMAC. Se comenta entre el personal que la sede central de la misma será trasladada a esa instalación. ¿Dirán algo los que ahora se rasgan las vestiduras por el caso de Fontaneda? Tras estas circunstancias se esconde otra incógnita más: ¿se ha cuantificado cuánto ha gastado la Junta en subvenciones para empresas y sedes que se trasladaban desde otras provincias a Valladolid sin crear puesto de trabajo alguno? A la vista de todo esto, aflora otra cuestión: ¿habría puesto la voz en grito algún partido nacional si Fontaneda se trasladase a Valladolid? Estas preguntas necesitan ser respondidas para que, a los que nos cierran minas, nos quitan vacas, nos niegan autovías, nos cierran térmicas, nos retrasan o anulan los regadíos y nos sustraen los puertos secos, tengamos en cuenta el rasero por el que mide cada uno. ¿Habrá coraje en nuestros representantes para obtener las respuestas?

lunes, 7 de julio de 2008

Compartimentos Informativos

Lo sucedido esta semana con el debate sobre la invitación de la Junta a instalar en Boecillo empresas leonesas da pie a realizar muchas observaciones. Entre tantas, atrae mi atención una: aquello que ha deparado un fuerte impacto en la sociedad leonesa apenas aparece reflejado en algún medio fuera del ámbito de la provincia. El tema ha merecido, como mucho, un “breve”, pero recibiendo una orientación que desvirtúa la base de la noticia: la utilización de fondos públicos en perjuicio de una zona para beneficiar a otra sin que la Comunidad Autónoma en su conjunto perciba mejora alguna. Esta sequía informativa se había apreciado ya con el debate sobre el puerto seco de Gijón, con el del centro de alto rendimiento de atletismo para lanzadores, con el relativo al circuito de velocidad de La Bañeza, etc. Podemos constatar, en definitiva, que existe una compartimentación de las noticias en la autonomía que impide que la mayoría de los ciudadanos accedan a las relevantes del resto de las provincias.
Así, se dan casos tan peregrinos como el de Méndez Pozo, influyente personaje y directivo de la Cámara de Comercio de Burgos. En una conferencia impartida en Zamora, afirmó que el puerto seco de Villadangos se había trasladado a Venta de Baños porque en León no se había luchado por él. Igualmente, la ignorancia sobre el Plan del Carbón es general, salvo en León y Palencia. El desconocimiento de las principales inversiones de la Junta (sedes, autovías, etc) es casi total también. Las causas de tan peculiar situación podrían ser varias, pero las palabras del alcalde de León, comentando que la carta del follón de SYVA nunca debió ver la luz pública, nos pueden dar una pista sobre aquéllas. En una comunidad virtual, como ésta, donde el único nexo es un ente administrativo, hay que minimizar los conflictos para conjurar la inestabilidad. Sin embargo, esta política puede tener efectos muy negativos e, incluso, contrarios a la intención que los produjo. Si las evidencias no mienten, los jóvenes que se incorporan a la mayoría de edad en León tienen, mayoritariamente, un sentimiento de leonesidad mucho más intenso que el de aquellos que, por razón de su edad, fallecen. Este cambio sociológico, lento, pero inexorable, puede desembocar, sumado a la política informativa parcelada, en una fractura social entre León y el resto de la Autonomía. La falta de elementos de juicio para ser entendidos, en las otras provincias, sumada a la radicalización de las posturas aquí ante actuaciones tan deletéreas como las mostradas por la Junta, puede producir crecientes tensiones sociales. ¿Habrán contemplado los responsables del Ente el enfrentamiento que pueden estar sembrando con una política informativa tan poco transparente?

domingo, 6 de julio de 2008

Ecoparque de Ocio

León no cuenta con un parque de la naturaleza. La capital ha ido reuniendo un número cada vez mayor de elementos atractivos: panteón de reyes, catedral, parador, etc, a lo largo de la historia, y, últimamente, nuevo campo de fútbol, auditorio, plaza de toros cubierta .... Si consideramos fríamente lo que hemos llegado a construir podemos llegar a la conclusión de que esta ciudad, fruto del esfuerzo colectivo de todo el territorio leonés durante dos mil años, es ciertamente singular. El nivel de dotaciones, de patrimonio monumental y sus dimensiones son, al margen de los traspiés históricos que hemos sufrido y sufrimos, más que notables. Pocas ciudades en España mantienen un equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo, entre lo urbanita y la cercanía de lo rural, entre lo definitivamente artificial y la inmediatez de lo natural como esta urbe. Sin embargo, se percibe una carencia paradójica en un lugar como éste: la de un parque de la naturaleza, un lugar que, conservando elementos del paisaje local, sea accesible y esté preparado para el disfrute público con una oferta completa de servicios. Esta ciudad –el área metropolitana-, que reúne a más del cuarenta por ciento de la población provincial, tiene que plantearse ya la creación de un espacio que en otras capitales grandes y medianas, como Santander, ha resultado un éxito.
La enorme diversidad de espacios naturales en el entorno de León puede crear confusión. Sin embargo, no hay tantos que sirvan, ya que se debería demarcar un área con alta accesibilidad por carretera, cercano a la ciudad, con atractivos importantes y con el que, además, se contribuyese a dinamizar una zona. El lugar, bajo mi punto de vista, está claramente definido: el macizo del Fontañán. Se trata de un espacio confinado por la carretera de Asturias, por la del puerto de Aralla, por el embalse sobre el río Luna y por el eje subcantábrico entre La Magdalena y La Robla. Pocas veces se reúnen en un lugar mejores condiciones. Se encuentra a media hora de la capital; cuenta con acceso por autovía, por tren y por dos buenas carreteras; se halla rodeado por tres cabeceras de comarca: La Robla, Pola y La Magdalena; en su entorno existen numerosas residencias de turismo rural. Se accede al interior por varios desfiladeros, como el de los Calderones, de gran belleza. No presenta dificultades insalvables para el público y es una zona ya modificada por el hombre. El Fontañán es una oportunidad para todo el área central de la provincia y no necesita sino un plan y un flujo de inversiones moderado, pero continuo. Su puesta en valor podría suponer, además, la redención de la montaña central leonesa. ¿Será posible que completemos las dotaciones de León con un parque de este tipo?

sábado, 5 de julio de 2008

León y los Sindicatos

El mercado de trabajo en España ha experimentado importantes cambios en los últimos años. A consecuencia de los mismos, hoy se podría clasificar la masa laboral en función de los parámetros de remuneración, cantidad y seguridad de su trabajo con dispares resultados respecto a los de hace sólo decenio y medio. Podríamos describir, generalizando, tres grandes grupos: en primer lugar los empleados públicos, en segundo, los empleados de grandes empresas privadas, y en tercero los de las pequeñas y, también, los de las grandes con alta rotación de personal. Los asalariados de las consideradas medianas se ubicarían, en unos casos, más cercanos a las grandes y, en otros, a las pequeñas. El papel desempeñado por los sindicatos en cada segmento es cualitativamente diferente. Los más de dos millones de empleados públicos, con unas condiciones salariales, de horario y de seguridad laboral por encima, en general, del mercado de trabajo, ven defendidos por los sindicatos objetivos más parecidos a privilegios que a condiciones laborales dignas. Los empleados de grandes empresas disfrutan de niveles salariales por encima de los del mercado, rinden más que el segmento anterior y disfrutan de una seguridad laboral menor. Los sindicatos, en estas grandes corporaciones, mantienen una negociación continua con los empleadores, que permite sostener, en general, buenas condiciones laborales. Finalmente, los trabajadores en las pequeñas empresas, frecuentemente microempresas, de un solo trabajador –un autónomo-, y en las de alta rotación mantienen condiciones mucho más desfavorables. Los sindicatos, en contraposición, apenas tienen voz en este grupo.
En León, éste último estrato de trabajadores es el más importante. Quizás así se explique la escasa presencia social de los sindicatos y lo demediado de su fuerza. Estas agrupaciones, que se arrogan una capacidad de representación que, en según qué casos, resulta dudosa, se vuelcan, pues, sobre todo, en la defensa de las reclamaciones de los trabajadores que mejores circunstancias disfrutan. Esa situación, que es nueva -porque la sindicación ha supuesto históricamente la defensa eficaz de derechos básicos de los asalariados- está deformando el papel que representan en la sociedad. Muchos de los antiguos sindicatos de clase resultan hoy más parecidos al sindicalismo vertical de la dictadura que fieles al espíritu que los creó: garantizar que todos los trabajadores desarrollen su vida laboral en condiciones dignas. Cabe preguntarse si alguien, dentro de las cúpulas que han desarrollado, se pregunta qué hacer para que recobren el espíritu y la ejecutoria que los hizo grandes, para que lleguen a las masas laborales más desfavorecidas, las que aquí predominan. ¿Tendrán capacidad para replantear en el futuro su papel en León?

viernes, 4 de julio de 2008

Junta, Aeródromos y Raseros

El desarrollo del aeropuerto de La Virgen del Camino continúa su curso con el apoyo de la Diputación de León y del Gobierno Central. De no ser por estas instituciones hoy no tendría 150.000 viajeros por año, una pista de 3.000 metros, sistemas de radioguiado, zonas de repostaje y la licitación de una nueva terminal de pasajeros.
En contraste, cuando se evalúa lo aportado por la Junta de Castilla y León se percibe que fue un obstáculo para sus inicios; posteriormente se sumó al consorcio del aeropuerto cuando ya estaba en marcha; captó la compañía aérea local, única de la Autonomía, para que extendiese sus vuelos a Valladolid, minorizando la publicidad leonesa; por último intenta controlar el consorcio leonés. En resumen, la Junta frena la iniciativa leonesa o se aprovecha de ella.
Cuando se ha reclamado su ayuda para atraer vuelos internacionales a León, en Valladolid se responde que La Virgen del Camino debe competir. Sin embargo Villanubla ha recibido cuantiosas ayudas de la Junta, por ejemplo, para mantener un vuelo a París en el que han viajado hasta 6 pasajeros en un avión de más de cien. Por añadidura parece que el aeropuerto de Burgos, todavía sin operatividad, tiene previsto por la Junta otro vuelo a París. En consecuencia, la consejería no plantea que los aeropuertos de Villafría y de Villanubla deban competir. Sólo que León compita sin ayuda de la Junta.
Es irrenunciable que el aeródromo leonés reciba del ente autonómico tantos fondos como Villanubla en los últimos decenios o Villafría ahora. La navegación aérea regional está en pleno desarrollo y León debe contar con lo necesario para tomar posición en el mapa aéreo nacional.

jueves, 3 de julio de 2008

La Universidad y el Arca

Algunos aforismos y frases hechas son muy repetidos, pero no por ello son verdaderos. “El buen paño en el arca se vende” es uno de esos asertos que ejemplifican tal valoración. Siguiendo esa línea de razonamiento, se puede afirmar que algo que no se publicite no puede ser reconocido y vendido. Hay numerosos casos de productos y servicios excelentes que, por una carencia de publicidad, han sido abocados al mayor de los fracasos comerciales. La evolución del mercado universitario y del tratamiento de la formación superior en el aparato administrativo público ha convertido ésta en sujeto de mercadeo. Con independencia de la discusión sobre lo apropiado o no de esa situación, las universidades han de encarar la captación de alumnos, de fondos privados, la participación en acontecimientos sociales y sus relaciones, en general, con un planteamiento nuevo. Todo parece indicar que estas instituciones se encaminan hacia una competencia por los mismos recursos. Su obtención, en buena parte dependiente hoy de los políticos, va a estar sometida a su impacto social.
En este aspecto llama la atención el escaso espacio que la Universidad de León ocupa en los medios nacionales. En fechas recientes, varios suplementos de diversas publicaciones recogían la oferta académica en ciertos campos. En varios de ellos, por no decir en la mayoría, se echaba en falta la presencia del curso de posgrado en administración de empresas de la ULE, cosa bastante paradójica, porque induce a pensar en unos menguados conocimientos de publicidad, o bien en una escasa vertiente práctica de sus directores. Como tiendo a creer que es la falta de recursos económicos o el descuido el que ha originado esta ausencia, esperemos que tal carencia se resuelva el próximo curso. Otro aspecto llamativo es la falta de publicidad ante el fin de curso de los primeros estudiantes de Ingeniería Aeronáutica. Resulta aún más inexplicable, puesto que se trata de una oferta excepcional que podría caracterizar esta universidad ante el mercado de consumo académico. ¡Qué decir del escaso esfuerzo divulgativo dedicado a la biotecnología y a las ciencias de la vida en general! Se trata, en fin, de poner de manifiesto la necesidad de un departamento de publicidad, comunicación y relaciones públicas eficaz en el seno de nuestra universidad. Además, el cuerpo docente debería tomar conciencia del nuevo entorno y contribuir a la difusión de las bondades de la casa. La dedicación de, tan sólo, una charla gratuita al año por parte de cada catedrático y titular, por ejemplo, a fin de dar cobertura a esta política de comunicación, sería un esfuerzo sencillo y eficaz. ¿Tendrá capacidad el colectivo universitario para adecuar su actuación con rapidez a las nuevas circunstancias?

martes, 1 de julio de 2008

Baloncesto, León y Relevancia

Baloncesto León sume su futuro en la incertidumbre estos días. Tras dos intentos de ascenso consecutivos a la liga ACB desde la segunda categoría nacional, la financiación para la temporada entrante parece estar poco clara. Las causas de esta situación son muchas, pero la principal parece la actitud dubitativa de las instituciones públicas, que han sostenido buena parte del presupuesto. Por ello, merece la pena analizar fríamente la necesidad o no de mantener un equipo de estas características con dinero de todos.
En primer lugar, se puede afirmar que el hecho de que León mantenga desde hace un puñado de años un equipo -de lo que sea- en categorías nacionales superiores significa que acoge la experiencia y el saber hacer imprescindibles para lograrlo. Pocas ciudades en España disponen de un efectivo humano de estas características. En el caso del baloncesto, unas treinta y cinco. El abandono de un equipo como Baloncesto León a su suerte supondría la disolución de los grupos de trabajo capaces de darlo cobertura y la desaparición de cuanto valor añadido aporta. Desde el punto de vista del esfuerzo económico, en el caso de esta ciudad es residual. Hablar de cincuenta o cien millones para este equipo en un presupuesto municipal de más de quince mil es insustancial si se tiene en cuenta que León existe en los medios de comunicación gracias a éste y a otros dos o tres. La relevancia de la ciudad depende en gran medida de sus deportistas, por asombroso que pueda parecer. Si se midiese los centímetros cuadrados ocupados por noticias de León en los medios nacionales los últimos años, descubriríamos que más de la mitad se deben al baloncesto, al balonmano, a los discípulos de Carlos Burón y a poco más. La presencia de equipos en categorías superiores constituye, por tanto, un factor de relevancia para cualquier ciudad. Perderlos es perder protagonismo en el conjunto del país. Un tercer factor, de mayor peso aún, es la capacidad de atracción de la urbe. Existen desde hace años escalafones en los que se mide la “atractividad” de las principales ciudades españolas para las grandes empresas y para sus directivos. En aquéllos se valora la oferta de suelo industrial, de centros educativos, de campos de golf, de teatros, ... y la presencia de espectáculos deportivos de categorías superiores, entre otros aspectos. No es sólo si Pardo está animado, o si Ferreras sigue, la clave de esta situación. El trasfondo está en que esta ciudad no puede perder ni uno solo de sus equipos en categorías superiores si no quiere desaparecer aun más del mapa mental de los españoles. Un equipo grande supone un activo y León no puede permitirse sacrificar ninguno. ¿Habrá visión global para entender la importancia extradeportiva de nuestros equipos punteros?

Escuela sin Pilotos

Se ha escrito mucho estos días sobre una noticia oficiosa que venía a confirmar la implantación de la escuela de pilotos del “Typhoon”, nuevo caza de EADS, en León. Al socaire de la primera declaración nadie ha querido confirmar tal evento, lo que convierte en dudosa la noticia. De hecho, ni siquiera se sabe si el órgano director de EADS se ha reunido para tal cosa. Tampoco existe un anuncio oficial sobre la ubicación de la escuela. No es cierto, además, que Pedro Ferreras, apoyo fundamental, forme parte del consejo de administración de EADS, como se ha dicho, aunque sí se integra en el consejo asesor, un órgano de cuatro miembros, con derecho de veto sobre ciertas decisiones. Así, esta declaración, casualmente coincidente con la huelga general, no parece aportar información fiable sobre el futuro de la escuela de pilotos.
Otra fuente son los leoneses que trabajan en la empresa en niveles técnicos y de dirección. Entre ellos se sigue con especial interés este anuncio por el positivo impacto que puede causar en nuestra tierra. En esos círculos es conocido que la opinión del Ejército es contraria: desea una escuela sólo para los pilotos españoles, y la fija en Morón de la Frontera. De hecho, ya han sido pedidos dos simuladores de vuelo para esta base. Esto podría extender el pesimismo, pero la propia EADS explica que serán construidos, en una primera etapa, treinta y dos simuladores, cuyo destino está en catorce bases. Si tenemos en cuenta que los países constructores son cuatro, y que no hay catorce estados compradores del “Typhoon” hasta ahora, podría existir más de una sede con simuladores en España, lo que dejaría una puerta abierta a la opción leonesa. Por otra parte, los técnicos se muestran en contra de la concreción de una escuela en La Virgen. La altura y la escasa longitud de pista son importantes factores limitantes en su opinión. Sin embargo, parece existir la consigna política de que, tras el compromiso de Aznar, en León debe centrarse algo relativo al avión. En esta línea especulan con la posibilidad de que se establezca una escuela de técnicos de mantenimiento del caza. Esta solución sería espléndida. Es posible que la inversión, con ser muy cuantiosa, no equivaliese a la de una escuela de pilotos, no obstante, presenta ventajas notables. Evitaría los altos niveles de contaminación atmosférica y acústica, inevitables en la primera opción; limitaría la rotación del alumnado, puesto que los cursos serían más largos; aumentaría el flujo de visitantes, ya que los equipos de apoyo de estas unidades son extensos; y fijaría un centro de excelencia educativa en técnicas aeronáuticas con grandes sinergias para la universidad. ¿Sería prudente impulsar una segunda alternativa, como ésta, que no resulte desfavorable?