sábado, 1 de diciembre de 2007

Banca y Pensiones

Hace unos días el Ministro de Trabajo ha sorprendido con unas inesperadas declaraciones en las que venía a decir que, según un estudio de su departamento, la Seguridad Social entraría en situación deficitaria en el año 2015. Con este pretexto Caldera lanzaba la idea de que se hace necesario revisar el sistema de pensiones e impulsar la contratación de planes privados a fin de garantizar la sostenibilidad de la institución.

A pesar del estupor inicial, hay que recordar que los gobiernos democráticos precedentes han hecho aseveraciones de este jaez algún tiempo después de haber accedido al poder. A semejanza de entonces, la interpretación que sugiere se podría explicar en dos vertientes.

En primer lugar, es necesario recordar que los estudios que justificaron recomendaciones similares de otros ministros de trabajo o de economía fueron desacertados. Las causas por las que erraron su pronóstico residen en la imposibilidad de formular una previsión acertada del escenario económico a tan largo plazo como se pretende. El fallo más destacable que se repitió fue el relativo al cálculo de la población española y, en función de éste, la estimación del número de cotizantes al sistema.

Con independencia de que esas previsiones contuviesen errores más o menos voluntarios, en alguna de ellas se afirmaba que el censo español nunca rebasaría los 40 millones de habitantes. Evidentemente contenía un desliz, puesto que ya somos 44 millones, lo que venía a suponer un fallo de proyección cercano al 100% en aquel caso. El último estudio viene a incurrir en un error similar, pues presupone que España no superará los 47 millones de habitantes, a pesar de que nada parece desviar la trayectoria hacia los 50. Por eso cabe concluir que, aunque las previsiones erróneas se las lleva el viento, las intenciones que están apuntalando no son tranquilizadoras.

Es esta segunda vertiente sobre la que enfocaremos ahora. Este tipo de titulares se producen cuando los nuevos gobiernos tienden la mano a la banca. Las declaraciones de Caldera sobre el futuro déficit de la Seguridad Social son un biombo tras el que, seguramente, subyace el acuerdo con la patronal bancaria, a la que se gratifica con una muestra de complicidad. También es una forma de acercamiento a la patronal empresarial, a la que se regala los oídos con una pretendida rebaja de las cotizaciones sociales y con el traspaso de parte de esas cargas a los trabajadores.

En cualquier caso este globo-sonda induce a escudriñar los movimientos del gobierno en cuestiones como la revisión de las pensiones, la implantación de la obligatoriedad a contribuir en planes privados o la flexibilización del mercado laboral. No olvidemos que el sistema de seguridad social es uno de los pilares del país y no debería ser debilitado.

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