domingo, 23 de diciembre de 2007

De Puertos Secos

Asistimos con algo de cautela al debate sobre las posibilidades de creación de un puerto seco en la Provincia de León. Parece haberse desatado con furia una suerte de competencia entre distintas opciones que no se comprende. Incluso se habla de que existe cierta apuesta de las instituciones por una u otra opción. Para evitar debates estériles con un final poco conveniente es imprescindible acercarnos a lo que es una instalación de este tipo.

Un puerto seco es un muelle de carga y descarga de mercancías ubicado en el interior, lejos de la costa. Se construye con el fin de captar clientela para un puerto de mar concreto y lo financia, generalmente, la autoridad que gestiona dicho puerto. El barco es el medio de transporte más barato que existe en las largas distancias. Por otro lado, necesita unos volúmenes mínimos importantes, puesto que las naves cargan en unidades denominadas contenedores, en los que se pueden trasladar varios metros cúbicos de mercancías, o en graneles. El tipo de género cuyo porte se capta ha de ser no perecedero, puesto que los barcos tardan más que otros medios de transporte; también barato, puesto que, si no, podría ser trasladado en medios más rápidos sin que eso repercutiese demasiado en su precio. En definitiva, no vale cualquier lugar para ubicar un puerto seco, puesto que si no existe trasiego de productos de este perfil no está justificada su construcción. El descalabro que Suardíaz ha sufrido en el de Venta de Baños es buena muestra de lo antedicho.

En León es evidente que existen centros que demandan este tipo de instalación, que necesita, además, de la concurrencia del ferrocarril. Toral de los Vados es el primero, puesto que la industria cementera y el abastecimiento de carbón de las centrales térmicas de Compostilla y Anllares hacen de esta base un lugar idóneo. La segunda es La Robla por idénticas razones.

Se ha pretendido apoyar, parece que como alternativa, el CETILE de Chozas, una instalación que no se ha concluido, al lado de un polígono industrial que no se ha terminado y en una zona en la que faltan un par de años, como mínimo, para que se pueda evaluar si existe la demanda necesaria para instalar un puerto seco. Puede que en el Polígono de Villadangos del Páramo se produzcan decenas de productos para entonces, pero ¿serán susceptibles de ser transportados en barco?

Al hilo de estas reflexiones se debería respaldar aquellas ubicaciones en las que la demanda justifica un puerto seco hoy y maniobrar rápido si prevalece el sentido común. Los plazos son tan importantes en estas cuestiones como las buenas intenciones. Respecto a Chozas, habría que esperar a tener datos reales. Un puerto seco necesita miles de toneladas trasegadas cada año y Villadangos no cuenta con ellas y puede que no cuente nunca.

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

Feliz nochebuena y mejor día de Navidad

Cisastur dijo...

Igualmente a todos.