domingo, 16 de diciembre de 2007

Lenguas Bercianas

Se vive estos días un ardiente debate en torno a las lenguas que se hablan en El Bierzo y al papel que debe desempeñar el Consejo Comarcal al respecto. En dicha refriega sobra pasión por parte de unos y trivialización por parte de otros porque se está abordando un tema importante: la protección de los derechos individuales en un estado democrático. ¿No subyace ahora bajo ciertas argumentaciones la premisa de que algunos bercianos tienen menos derechos que otros?

A los capitalinos, que tienen –con honrosas salvedades- una visión cultural de la provincia alicorta, cabe explicarles que en El Bierzo hay una primera lengua, hablada por prácticamente todo el mundo, que es el castellano. Sin embargo hay gente que utiliza, generalmente en la intimidad y, en según qué casos, en público, otras lenguas. Incluso hay hablantes, pocos, exclusivamente de una lengua autóctona, al igual que en la Valdería o en La Cabrera por ejemplo.

Hecha esta precisión, necesaria para los de una ciudad en posición regional excéntrica, muy castellanizada y bastante alejada de la problemática provincial, hay que reafirmar que en gran parte del norte y occidente de León subsisten unas formas de hablar que no corresponden al castellano.

En El Bierzo existe un área de aculturación lingüística, Ponferrada, donde sólo se habla castellano. En el arco que va de los Ancares a Puente de Domingo Flórez se expresan además algunos dialectos del gallego trufados de castellanismos y leonesismos. Por el otro lado, en el arco oriental entre Fornela y el Boeza, se habla leonés con influencia del castellano y del gallego.

El meollo de todo esto reside en que El Bierzo es un área de contacto entre tres lenguas, que deberían recibir protección por igual en su calidad de patrimonio cultural. Sin embargo sólo el castellano y el gallego normativo parecen recibir atención ¿Por qué? ¿No es labor del Consejo Comarcal reivindicar la protección de todo el patrimonio lingüístico? Las variedades dialectales gallegas en El Bierzo son diversas y, en algún caso, bastante diferentes al gallego de la costa, base del que se enseña en las escuelas. ¿Qué se hace para preservar esas variedades autóctonas?

Por último, hay que exigir precaución y sistemática en el trabajo de protección lingüística. Se debería explicar por qué hay tanto interés por introducir el gallego en Ponferrada, si nunca fue la lengua autóctona, o quiénes ponen el dinero para regalar centenares de libros en gallego aquí y allá. Quienes no creen en las casualidades se preguntan qué pintan instituciones e intereses gallegos actuando en zonas que no son gallegoparlantes, pero que lindan con ellas. Huele a expansionismo nacionalista, pero no perdamos la esperanza de que alguien aporte una explicación más convincente.

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