martes, 11 de diciembre de 2007

Tensión en Antibióticos

Haciendo una recapitulación para recobrar la perspectiva, Montedison, multinacional italiana, adquirió Antibióticos a Abelló. La leonesa era una factoría saneada, productiva y rentable con líneas de producción de penicilinas clásicas, cefalosporinas e intermediarios químicos. Un departamento de investigación notable nutría de posibilidades la cartera de productos del equipo comercial.

La entrada del capital italiano supuso el traslado de los productos de más valor a las factorías que contaba en Italia. El departamento de investigación se redujo progresivamente. A esto se sumó el montaje de una fábrica en China que utilizaría intermediarios químicos de León, pero que podría competir con la producción española.

Las reducciones de empleo se sucedieron. En un momento de profunda crisis Montedison pretende desprenderse de su área farmacéutica y se hace pública la venta al grupo SIR FIDIA. Éste lo asume a fin de reflotarlo con un equipo directivo salido en buena parte de Montedison. Tras otra crisis se lanza el proyecto Vitatene, anejo a la fábrica y desligado de ésta societariamente, aunque con el compromiso de servir al relanzamiento de la planta.

Tampoco esto culmina, pese a las subvenciones percibidas por FIDIA, y se propone un expediente de regulación de empleo para 170 de los 400 empleados, cuyos nombres se publican. Tal intento de dividir a la plantilla es inútil y ésta se encara con FIDIA. Al mismo tiempo los italianos daban pasos para vender la fábrica. Tras emplazar a algunos compradores e iniciar negociaciones, FIDIA se replegó sin causa aparente. El Grupo manifiesta ahora que no quiere vender. Crecen las dudas entre la plantilla sobre si estos movimientos erráticos no obedecen a algún problema en la titularidad de la factoría.

El gobierno central se implica y los socialistas hablan de una posible inspección, pero la Junta, bastante inhibida hasta entonces, salta al ruedo de forma decidida con lo que parece detener la maniobra, aunque se pone del lado de la empresa. La retirada del expediente de regulación de empleo sin que el escenario, en realidad, haya cambiado hace presuponer que FIDIA está ganando tiempo hasta el verano, cuando pillaría de vacaciones a parte del personal y la respuesta sería menor. De momento quiere debilitar la resistencia decapitando el comité de empresa. Tras semanas de abierto enfrentamiento entre los trabajadores de Antibióticos y el propietario se ha desembocado en una guerra de nervios.

Ante el cúmulo de extrañas circunstancias y subvenciones que jalonan el proceso sería exigible esclarecer algunas cuestiones de fondo: ¿dónde están las inversiones que se subvencionaron y que, supuestamente, garantizaban el futuro de la empresa? ¿Por qué no sirvieron para reflotarla?, y ¿por qué no se vende Antibióticos?

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