lunes, 31 de diciembre de 2007

Cabeceras Emergentes

Dentro de las ciudades intermedias del sistema urbano leonés encontramos varios niveles. En la zona media del escalafón se encuentran centros cuya tendencia es divergente. Unos atraviesan una fase de descenso, lo que comporta una pérdida de peso relativo en el conjunto, como Villablino, Boñar, La Pola de Gordón o Villafranca del Bierzo. Por el contrario, hay otros que se deslizan por una etapa de crecimiento, como Valencia de Don Juan, Cacabelos o La Bañeza. Esto produce un cambio en la distribución de la actividad económica y de la demografía que merece especial atención para aprovechar sus enseñanzas.

Los casos de La Bañeza y Coyanza son especialmente interesantes por la positiva evolución que vienen registrando. Coyanza se ha incorporado a la categoría de centro supracomarcal recientemente, tras un pasado más discreto. El caso de La Bañeza es diferente, puesto que se trata de una población que, tras alcanzar cierta relevancia, atravesó un estancamiento, con tendencia a la involución, durante varios lustros. Finalmente ha retornado a su antiguo papel como centro de referencia supracomarcal.

Pese al distinto origen de los cascos urbanos que hoy vemos y a sus diferencias de dimensión -ya que La Bañeza reúne el doble de población que Valencia- ambos afrontan la solución de problemas comunes. Entre ellos aparece como prioridad crear un centro de la ciudad. Los dos núcleos lo han procurado con la peatonalización de calles. La recuperación de elementos patrimoniales valiosos, como las casas modernistas de La Bañeza o algunos de los caserones de Coyanza, debería ser una prioridad. No menos importante resulta el crecimiento de la edificabilidad en altura, para densificar el centro, y la inclusión de parques en la trama urbana. Aunque ambas urbes han de mejorar, Coyanza se haya más retrasada en estos aspectos.

La dotación de servicios públicos de mejor calidad, como centros comerciales y educativos, ambulatorios, piscinas cubiertas, o pabellones deportivos, debería también destacar en los presupuestos si se aspira a seguir fijando población. En otro capítulo, la extensión de los polígonos industriales o su creación, en el caso bañezano, debería erigirse protagonista, puesto que es imprescindible ordenar la ocupación del suelo por las industrias.

Por último, es urgente la construcción de ambas circunvalaciones para evitar que las rutas que pasan por estas ciudades sean disuasorias. Eso y la conexión de La Bañeza con Sanabria y Carrizo, así como la de Coyanza con Palanquinos y Villamañán, sin travesías harán de los dos centros lugares con una proyección prometedora: atractivos y situados cerca de grandes rutas.

En ambos casos destaca el capital humano que lidera el proceso. Un alcalde trabajador con visión resulta un factor clave de desarrollo.

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

No sé si La Bañeza emerge realmente. Cada vez se cierran más negocios (comercios, hostelería y pequeños talleres), y si repunta la población, es por la despoblación de los pueblos (y por la cantidad de inmigrantes que han venido). La Bañeza era lo que era gracias a ser el centro comercial de varias subcomarcas (hace años suponían unos 60.000 habitantes), pero eso se está acabando porque se trata de gente mayor en su mayoría, así que cada vez la quedan menos "clientes". Además, con los centros comerciales de León, La Bañeza no puede competir.
Al polígono industrial le cuesta despegar (hay que darle tiempo, incluso se ha comentado su posible ampliación), y el circuito... tengo que verlo hecho.
Si estos dos proyectos salen adelante, podrían cambiar las tornas.
Un hospital en Astorga, y la autovía a Portugal, sin duda favorecerían ese desarrollo, pero creo que ninguna administración apuesta por ellos.
De momento los únicos proyectos son los museos de indumentaria y joyería, el del pan, el teatro Pérez Alonso, y varios temas urbanísticos (Plaza Mayor, Nacional VI, viviendas de protección...), además del futuro cuartel de la Guardia Civil... todo suma.

Cisastur dijo...

Es muy importante conseguir una circunvalación entre la carretera del Órbigo y la de Castrocontrigo. Eso permitiría la recuperación completa del espacio urbano para el transeúnte bañezano.
En La Bañeza, más que acciones de gran porte presupuestario hacen falta decisiones de calidad, es decir, trabajar con cabeza.