martes, 8 de abril de 2008

León en Alza

Cada año, por estas fechas, hay que hacer un repaso de la situación de León a través de la Encuesta de Población Activa. Gracias a sus datos podemos observar la evolución del mercado laboral, auténtica medida del momento económico en que se encuentran las provincias españolas. Los de esta edición tienen una especial importancia, por cuanto nos permiten corroborar la reacción que parecía registrarse en la economía leonesa.

Una vez consultados podemos confirmar el repunte registrado desde 2000, que rompe la tónica de los dos decenios negros de finales del siglo pasado. Entre el año 1981 y 2000 León era la tercera peor provincia, con una pérdida del 16% de su fuerza laboral, en el conjunto español, que avanzó un 32%. Ese declive se empieza a ver distante, porque entre 2000 y 2003 (datos al tercer trimestre) se observa un avance de la oferta de trabajo del 11,65%. Dicha evolución contrasta más si se añade que, de los vecinos, sólo Orense, Asturias y Cantabria presentan datos similares o algo mejores que los nuestros. Todo hace pensar que las nuevas infraestructuras ya dejan notar su influjo y que la actividad emprende el camino del ascenso.

Los datos a nivel nacional muestran un avance del 15% entre 2000 y 2003; superiores, por tanto, a los de León. Sin embargo, al incluir el Arco Mediterráneo, lejano y mejor dotado, la cifra puede resultar engañosa. De la Autonomía, sólo Burgos y Segovia han crecido algo más deprisa. Ávila, Zamora y Salamanca se hunden en los últimos cinco puestos. De las provincias sin sede autonómica, quince están por delante –entre ellas siete de las ocho que componen el Arco Mediterráneo- y diecisiete por detrás. Asistimos pues a una mejoría económica relativa que, tras la apertura de la autovía León-Benavente y la conclusión de los polígonos industriales, va a verse reforzada.

De esta manera llega una encrucijada para marcar metas que nos hagan más notorios en el concierto peninsular. Primero hay que superar los 188.000 empleados del año 1981 –faltan aún 12.000-. Después debemos recuperar el papel de rótula del noroeste; un desempeño parcialmente hurtado a instancias del Plan Estratégico de Valladolid. También hay que lograr mayor cuota de gasto público. Por esa vía la situación de León sólo podría ya mejorar. El nuevo panorama se aprecia en el creciente consumo de automóviles, en un alza del consumo eléctrico y en la expectativa de nuevas factorías en León, Ponferrada y Valencia de Don Juan, entre otros síntomas.

En definitiva, la historia nos da un respiro, y hay motivos para una prudente, moderada y vigilante alegría. Necesitamos ahora decisiones políticas acertadas para explotar este favorable escenario. ¿Estaremos los leoneses en sintonía con las oportunidades que este momento presenta?

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