lunes, 4 de agosto de 2008

Autovías y Progreso

Tras la adjudicación de los dos primeros tramos de la autovía León-Benavente la pasada semana, cabe pensar que veremos la de los dos últimos en los próximos días. Este hecho es mucho más que un simple paso administrativo. Supone la consolidación de toda la malla básica de vías de gran capacidad en nuestra provincia. Esta red, reclamada durante años por todos los componentes de la vida social leonesa, se ha conseguido justo cuando entramos en un periodo de recesión económica y, casi, al final de las ayudas europeas para construri infraestructuras de comunicación en España. En otras palabras, nos ha salvado del KO la campana. Sólo una presión social sin precedentes y un ministro asturiano, atrabiliario e impopular, pero implicado con el desarrollo del noroeste, ha roto el maleficio del aislamiento leonés. Por otra parte, empezaremos a ver el resultado de todas estas obras a finales de 2002. En primavera podremos ir hasta Osorno por autovía. El próximo invierno León y Astorga estarán a veinte minutos de distancia entre sí. El año siguiente se entregarán los tramos restantes hasta Burgos y Benavente. Así, en dicienbre de 2003 la provincia será una de las que más kilómetros de grandes vías disponga en España. Sin duda, el tirón económico será fuerte. Sin embargo, es necesario que nos planteemos cómo realizar un aprovechamiento óptimo de ese crecimiento. Para ello son aconsejables infraestructuras complementarias. Por ejemplo, habría que garantizar la puesta en servicio del CETILE cuanto antes. Otro aspecto notable sería dar salidas eficaces a Santa María del Páramo, cercana a todas las autovías. La unión de Valencia de Don Juan con los enlaces de Villamañán y de Palanquinos es esencial para garantizar su crecimiento y consolidar el eje León-Benavente. En este sentido, habría que ir pensando en su circunvalación. La unión entre La Bañeza y Hospital de Órbigo, la Rías Bajas y La Magdalena por vía rápida, es decir, sin travesías, sería otra faceta importante. Una obra clave es la mejora del acceso al aeropuerto desde las autovías, que debería poder hacerse sin entrar en el pueblo de La Virgen del Camino. Otro aspecto muy importante será la solución de los enlaces en Onzonilla, puesto que, una vez abierto el puente de la autovía en Melgar de Fernamental, una cantidad ingente de camiones ocupará la León-Burgos. En definitiva, son estas y muchas otras obras menores las que deben ayudarnos a subir al tren del progreso más rápidamente. Obras que dependen, sobre todo, de la pericia negociadora de los leoneses. ¿Pondrán manos a la obra nuestros dirigentes para aprovechar sin demora una oportunidad como ésta?

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