miércoles, 20 de agosto de 2008

Celtismo y Vettones

Durante las próximas semanas, hasta Diciembre, los leoneses podemos disfrutar de una magnífica exposición titulada “Celtas y Vettones” en la ciudad de Ávila. Se trata de una muestra situada en una ciudad lejana, pero la enorme calidad de sus contenidos y piezas, y el tema que aborda la convierte en la referencia cultural de este otoño. En la misma se hace un recorrido por lo que se ha venido denominando cultura celta. En la primera parte, la calidad de las piezas, procedentes de toda Europa, produce el asombro tanto por su nivel de elaboración como por la importancia que, como complejo cultural, hubo de tener un grupo capaz de producir tales objetos hace más de dos mil años. En la segunda parte los espectadores tenemos la posibilidad de apreciar piezas procedentes de los grupos indoeuropeos peninsulares. Si antes la reacción fue el asombro, ahora no puede ser otra que la sorpresa. La piezas, de enorme calidad y elaboración, se suceden dejando bien a las claras que el abandono a que se ve sometido el gran número de yacimientos arqueológicos prerromanos es difícilmente justificable. ¿Qué yacerá todavía en el subsuelo de León?. “Celtas y Vettones” es, en realidad, la cuarta exposición sobre pueblos prerromanos del norte de la que tengo conocimiento. Las anteriores tuvieron lugar en Galicia (sobre los galaicos), en Gijón (“Astures”) y en Santillana del Mar (“Cántabros”). No aparentan tener conexión entre sí, pero parecen demostrar un interés creciente de la sociedad en la búsqueda de sus orígenes. No hay que olvidar que, superada la teoría de la despoblación en la reconquista, la continuidad histórica de la población rural, mayoritaria y parcialmente romanizada, adquiere un interés creciente para explicar las estructuras sociológicas actuales. Esto se ve aumentado en lugares que, como León, reclaman el respeto a sus referentes culturales, tan incómodos para el poder establecido. Ojalá sirva la muestra como acicate para que las fuerzas sociales de Ávila, bella, pero decadente, retomen la reivindicación de sus orígenes, reivindicación que, allá donde ha prendido, ha llevado el crecimiento económico y el compromiso de las gentes con el futuro de su tierra. “Celtas y Vettones” es, además de una exposición, el indicador de cómo una nueva forma de entender España se va desarrollando. El regeneracionismo de Joaquín Costa va tomando, cien años después, un vuelo que parece extenderse desde la costa hacia el interior. Esa corriente puede llegar a hacernos repensar nuestro sentido de pertenencia a una región y, si eso nos hace ciudadanos más comprometidos, bienvenido sea. Por cierto, ¿para cuándo tendremos nuestra propia muestra sobre los astures?

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