sábado, 30 de agosto de 2008

El Sinsentido de los Enclaves

Viajando durante las vacaciones de verano es posible recorrer el trazado, aparentemente paradójico, de algunas de nuestras carreteras cuando se van sucediendo varias entradas en una u otra provincia sucesivamente a lo largo de unos pocos kilómetros de la ruta. Pueblos contiguos, cercanos, culturalmente similares y con necesidades idénticas se encuentran ubicados en diferentes entidades provinciales, lo que hace que sus habitantes hayan de remitirse a instituciones ubicadas en centros muy distantes entre sí. Los casos de Cezura (enclave de Palencia en Burgos), Villaverde de Trucios (enclave cántabro en Vizcaya) y muchos otros son una de las causas más importantes de que se den estas circunstancias. Los enclaves son el fruto de una división administrativa provincial elaborada en el primer tercio del Siglo XIX y que se hizo oficial en 1833. En aquel momento su factotum, Javier de Burgos, intentó conciliar muchos intereses y, entre ellos, los de los grandes propietarios y los aristócratas. La propuesta de de Burgos mejoró sensiblemente las anteriores en muchos aspectos. Sin embargo, los criterios con los que fue realizada, que pudieron ser buenos hace ciento setenta años, hoy no lo son tanto. A pesar de ello, es indudable que proponer cambios en los límites provinciales para subsanarlo podría originar un grado de confusión social intolerable. No es menos cierto que un aspecto concreto, como es la pervivencia de los enclaves, es un anacronismo, un contrasentido en una institución, como la provincial, que ha de velar por los principios de la buena gestión. Revertir administrativamente territorios perfectamente imbricados en su entorno a las provincias que los engloban es una labor dictada por el sentido común. La eficiencia de los servicios públicos estará más garantizada que nunca. Pretender, como algunos hacen, la defensa de una integridad territorial basada en divisiones obsoletas y superadas largamente por el conocimiento humano nos retrotrae a la irracionalidad de la caverna, tantas veces invocada contra los demás por quienes más uso hacen de la misma. Homologar las divisiones culturales, establecidas por la propia naturaleza humana, con las políticas, trazadas hasta hoy a golpe de interés particular, es una acción pendiente en un país moderno. Rectificar el anacronismo que suponen los enclaves puede ser el primer paso. Por otra parte, ¿a quién favorece el mantenimiento de estos islotes de gestión? ¿Por qué asumir un sobrecoste en la prestación de servicios? ¿Por qué no hacer un cambio que beneficia los intereses de la mayoría de los afectados?

Los MINER y el Sur

El periodo estival es un momento idóneo para viajar por la provincia leonesa y disfrutar de la riqueza paisajística, que atesora. La experiencia, aunque grata por las excelencias visuales, por la majeza del paisanaje y por las bondades gastronómicas de este rincón del noroeste, se ve tachonada por la travesía de tramos carreteros que recuerdan aquellas etapas en que las diligencias unían León con Madrid a través de la vieja traza caminera romana. Viales estrechos, constituidos por una sucesión de baches, sin arcenes o, incluso, sin señalizar, se hacen frecuentes de una manera harto frecuente. Es difícil encontrar una red peor conservada que la de León en toda la geografía nacional. Incluso, nuestros vecinos del norte y oeste, provincias de orografía atormentada, cuentan con una malla de carreteras autonómicas, provinciales y locales sin comparación posible con nuestros senderos asfaltados. Las causas de este abandono pueden ser muchas, pero si intentamos distinguir en qué áreas geográficas se concentra el desastre veremos que, con afectar a toda la provincia, se concentra en el sur y oriente de León. La explicación de esta distribución provincial del bache es que las zonas susceptibles de recibir fondos del Plan del Carbón del Ministerio de Industria, hoy subsumido en otros, han aplicado esos recursos, en parte, en mejorar la trama viaria. El resto de zonas no han recibido estos fondos y se encuentran carentes de medios económicos. Algunos preguntarán ¿dónde están los dineros de la Junta y de la Diputación? Los de la Diputación se hayan mayoritariamente cubriendo el déficit provocado por una reducción presupuestaria galopante. Los de la Junta apenas en ninguna parte, ya que esta institución, valiéndose de que es el transmisor de los fondos MINER entre el estado y las comarcas, apunta dichos fondos como propios, detrae recursos realmente autonómicos de la parte correspondiente a León y los aplica en otras provincias. De esta manera, la fractura del principio de adicionalidad de los MINER, es decir, que tales fondos se sumaban a los que de forma normal debieran llegar a León, perjudica a todos, pero más a las comarcas no mineras, que ni cuentan con fondos MINER ni con los de la Junta. El principio de adicionalidad es la distancia que hay entre tener miles de millones de pesetas para carreteras y no tener un duro para áreas como el alto Valderaduey, Los Oteros o La Valdería. El resultado, en fin, de esta actuación de la Junta es el abandono casi absoluto de las carreteras en el sur y oriente de León. Por otra parte, la transparencia presupuestaria interprovincial, que permitiría comparar y reclamar, brilla por su ausencia. ¿Nos dejan otra salida que no sea la reclamación?

jueves, 28 de agosto de 2008

UPL y el Pacto Capitalino

Tras la entrada de la Unión del Pueblo Leonés en el gobierno del Ayuntamiento de León, en Julio del año pasado, es momento de hacer un balance de lo que ha significado el pacto de gobernabilidad para este partido. En primer lugar, cabe destacar que a la UPL fueron a parar las concejalías más problemáticas: Medio Ambiente (con la gestión de residuos) para de Francisco, Obras para Blanco, Matadero para Soto y Patrimonio para Valderas. El resto de concejalías, dos, abarcan áreas menos problemáticas o, al menos, con problemas menores en curso. La aceptación de unas concejalías de este calibre, auténticos regalos envenenados, sólo es atribuible a un comportamiento voluntarista, pero bisoño en la negociación. La capacidad de gestión demostrada por los ediles leonesistas es similar, por lo que parece hasta ahora, a la de otros anteriores. Por otra parte, la gestión de los ediles regionalistas no tiene ningún carácter diferenciador en lo que más pregonan: el leonesismo. Cualquiera de estos ediles podría militar en el PSOE o en el PP. Hablan como meros gestores, como usuarios de un aparato político donde las diferencias ideológicas son cada vez menores. Frente a esa indiferenciación queda un pequeño islote que, al margen de que se pueda estar más o menos de acuerdo con sus actuaciones, se manifiesta abiertamente leonesista y combativo: la Concejalía de Juventud. La falta de proyecto para la provincia, para la región y, en definitiva, la carencia de elaboración volcada en un programa está minando la presentación de la UPL como la fuerza de la contestación. Comienza a parecerse al resto de partidos en que se aproxima a ser una oficina de empleo para gentes que aspiran a jubilarse en coche oficial.
De la gestión de los representantes de la UPL se espera calidad, participación vecinal en la toma de decisiones, medidas maduradas con la reflexión previa y con una planificación inserta en un proyecto más amplio, adaptar la gestión a las condiciones de esta región, leonesismo en sentido amplio -más allá de la capital- y compromiso con la globalidad leonesa, aunque se trate de una gestión municipal. Nada de eso ha quedado patente en hasta ahora. O los que se dicen leonesistas demuestran que lo son o los votantes van a quedarse con un palmo de narices ¿Hasta dónde domina el pacto a los ediles leonesistas? ¿Quedará capacidad de reacción en la UPL?

Paneles Solares, Influencias y Barullo

Durante las últimas semanas se ha publicado que empleados de la Junta podrían haberse beneficiado con la urgencia de ciertas autorizaciones de huertos solares. Mientras tanto, PSOE y UPL adolecen de una pasividad bochornosa. Es tal el barullo informativo sobre el tema que conviene sintetizar.
La puesta en marcha de campos de producción eléctrica fotovoltaica es una actividad muy rentable por cuanto está subvencionada. Para ser autorizados se requiere de los permisos de varias administraciones, entre ellas la autonómica. Los proyectos han de ser aprobados por ciertos departamentos o por comisiones interdepartamentales.
La cuestión es que empleados públicos afectados directamente por la tramitación de estos expedientes son propietarios o copropietarios de plantas fotovoltaicas. El asunto no pasaría anecdótico si hubiesen pedido permiso para realizar dicha actividad o se hubiesen retirado de la tramitación, pero no lo hicieron. Además consta que varios de esos expedientes fueron tramitados en meses cuando lo habitual es que se demoren años. ¿Por qué? Las subvenciones se reducirán en octubre.
A la espera de conclusiones definitivas, podría existir tráfico de influencias. Como esto afecta a cargos de confianza -puestos a dedo-, éstos deberían ser cesados en su totalidad y señalado su mentor. En el caso de quienes ejercen como funcionarios por oposición debería dirimirse la incompatibilidad y actuar en consecuencia sin más.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Financiación Autonómica

Hace pocas semanas los leoneses hemos asistido a la ardua negociación entre las comunidades autónomas y el estado para acrecentar los presupuestos que éstas gestionan. Se ha intentado evitar los desequilibrios adoptando unos criterios que los partícipes han aceptado como buenos. Así, a fin de asignar los fondos mediante un modelo objetivo, que haga medible cualquier desviación y que explicite inmediatamente un tratamiento desigual entre regiones, se han elegido tres parámetros de referencia. Se trata de la superficie, la población y la dispersión poblacional. Según dichas condiciones Castilla y León debería recibir este tramo presupuestario en función de que supone casi el veinte por ciento de la superficie estatal, entre un seis y un siete por ciento de la población y de que agrupa a la décima parte de los núcleos. Asumido por el gobierno autonómico que este sistema de reparto es justo, cabría plantearse que, en consecuencia, debería ser de plena aplicación en la asignación de fondos a las dos regiones que, según el estatuto de autonomía, forman Castilla y León. En último caso, por aquéllos que no tienen claro qué provincias constituyen León, siempre se podría realizar una aplicación provincializada con idénticos criterios, lo que vendría a subsanar los desequilibrios locales en el gasto. Según esto, a la provincia de León le correspondería la sexta parte del presupuesto autonómico por su superficie. Si atendemos a la población sería una quinta parte y, de acuerdo al número de núcleos, casi la cuarta. En otras palabras, León debería recibir, aproximadamente, la quinta parte del presupuesto autonómico. Sin embargo, cuando se intenta saber, a través de las memorias de ejecución presupuestaria de cada consejería, cuánto recibió efectivamente en tal o cual año nos llevamos una enorme sorpresa. No existe en tales documentos la cifra final provincializada de gastos e inversiones. Sólo encontramos la referencia a diversas partidas que, consultadas, nos llevan a la conclusión de que León percibe cifras minúsculas si se comparan con ese veinte por ciento que debería recibir. La cuestión tiene cierta enjundia porque, preguntados repetidas veces estos últimos años los portavoces autonómicos por los datos provincializados del presupuesto, han manifestado que los desconocen. Entonces, cabe preguntar: si la población y la superficie son criterios reconocidos hace años para percibir las transferencias del Estado y sus soportes económicos ¿por qué no se hace uso del mismo criterio en su ejecución provincial? ¿por qué se utiliza otro modelo de gestión presupuestaria si éste, reconocido por la Junta, es tan bueno y esclarecedor?

martes, 26 de agosto de 2008

León a Contraciclo

Se acabó el verano y es hora de hacer balance de las noticias que constituyen lo más sustantivo de este periodo. Mi predilección por aquellas que más impacto económico tienen me lleva a las relativas a las comunicaciones. Así, en primer lugar, supimos que, gracias a varios ayuntamientos gallegos, la ruta Ponferrada-Monforte será una vía rápida de tres carriles, que permitirá alcanzar Galicia desde León en condiciones casi óptimas. En segundo lugar, se abrieron nuevos tramos de la Nacional-VI hasta dejar sólo unos 15 kms en obras. En tercero, se confirma que la vía rápida entre Sahagún y Palencia está en trámite o construcción, según tramos, en toda su longitud. Incluso la circunvalación de Sahagún está ya prevista. Con ello el corredor de Castilla estará más cercano. Por otro lado, el eje transversal marcha viento en popa. La autopista León-Astorga se construye a gran velocidad, lo mismo que la León-Burgos, que se encuentra en obras en todos sus tramos. Las conexiones con Cantabria avanzan también a buen ritmo: en el tramo Torrelavega-Los Corrales se trabaja a dos turnos, en el Aguilar-Reinosa los trámites están muy avanzados y en el Osorno-Aguilar el estudio de impacto ambiental será aprobado pronto. Queda por saber los plazos para la León-Benavente y qué se va a hacer con la León-Braganza en sus distintos segmentos. Vemos, pues, que la deuda de España con León se va cubriendo lentamente, tarde, pero paso a paso. Incluso con cierta urgencia por parte de algunas administraciones. Con ello podemos asegurar ya que León, de la mano de tales infraestructuras, disfrutará de un tirón económico que se empezará a sentir a finales de 2002 y que no sabemos cuánto se prolongará (seguramente tanto como dure nuestra ventaja competitiva como región). Esa coyuntura va a coincidir con un proceso de ralentización económica en el resto de la Península, según apuntan todos los indicadores. León, una vez más, camina a contraciclo. Pensando en los efectos que eso tendrá, se pueden deducir varias tendencias. Podría ser que no podamos aprovechar el tirón en toda su intensidad por la débil actividad del entorno. Por otra parte, se trata de la escusa idónea para que los de siempre argumenten que no es necesario que lleguen más inversiones a León. Un efecto muy positivo será la conexión, por fin, de nuestros procesos económicos con los del resto del país, como le sucedió al conjunto de España con Europa con el ingreso en la Comunidad. Se presenta, en definitiva, un momento histórico vibrante en el que los leoneses, si queremos romper con viejas inercias, tenemos que dar un paso adelante y trabajar por nuestro progreso. Estamos capacitados. ¿Nos falta conciencia para tomar el impulso?

lunes, 25 de agosto de 2008

Ponferrada y Paco González

Ponferrada es una ciudad que, poco a poco, ha desarrollado un notable ambiente cultural. La afición creciente al Teatro, la buena actuación de los gestores implicados en esta rama artística y una apreciable atención de las autoridades locales han propiciado un nutrido grupo de dramatófilos que acuden y llenan los espectáculos de la temporada. A esta interesante respuesta social ha venido a sumarse la Escuela de Cine, un fenómeno emergente cuyos oficios vendrán a enriquecer el panorama intelectual de la zona. Sin embargo, no ha sido éste el último de los acontecimientos. El día 15 se celebraba la conclusión del primer curso de expresión corporal para payasos-mimo en Villar de Silva. Esta aldea leonesa, situada en la provincia de Orense por los accidentes políticos, se asoma sobre el Sil en frente de Salas de la Ribera y de Puente de Domingo Flórez. En tal lugar tiene sus referentes Paco González, quien pasa por ser el primer diplomado en arte dramático, en la vertiente de payaso-mimo, de Europa. Los leoneses pudimos apreciar su labor en la obra “Ristorante Inmortale” y, más recientemente, con “La Familia Flötz Sale a la Superficie”. Tras largos años como profesor en las instituciones alemanas ha culminado su sueño: impartir clases en su casa-escuela, todavía en construcción, en Villar de Silva. Los dieciocho alumnos -quince alemanes y tres españoles- han asistido a una experiencia singular e innovadora donde los momentos de clase se mezclaron con la convivencia y el trabajo. Paco, a pesar de la resistencia de los lugareños, de las dificultades económicas de un proyecto ambicioso, de la incomprensible falta de apoyo público y de las limitadas ayudas que los amigos pudimos proporcionarle desde la lejanía de nuestros hogares, ha levantado un edificio que es todo un monumento a la constancia, a la lucha por una idea y al pensamiento libre. La casa, que pasa por ser un hervidero cultural, asisti— desde su viguería casi desnuda a las actuaciones de los alumnos, a las canciones de Quintín Muñoz y a los sonidos celtas que, como una fina lluvia, empapaban las paredes rocosas del Sil en una reunión final de amigos. Cuando hablábamos con Paco, tras Villar aparecían dos lugares en el horizonte: el Barco de Valdeorras y, sobre todo, Ponferrada. A treinta kilómetros de la ciudad, la casa de Paco se constituye en un elemento clave en el entramado cultural de la urbe. Ese aulario, por la singularidad de su microcosmos, nunca podría crecer entre el asfalto. Paco, como un animal mitológico, se asoma al Bierzo entre las brumas del cañón del Sil. León está de enhorabuena. Una iniciativa artística y cultural única acaba de nacer.

domingo, 24 de agosto de 2008

El Conflicto Leonés

Algunas veces, cuando se presenta una aparente unanimidad en negar la existencia de un problema, se está diciendo justamente lo contrario. Ya dice el aforismo que “excusatio non petita acusatio manifesta”. El afloramiento del conflicto leonés, una reivindicación de derechos fundamentales, en el estado es cada día más evidente. Juan Vicente Herrera vino hace poco a decir que pensar en retomar el tema autonómico era una locura, pero no explicó por qué. El PSOE se descuelga ahora diciendo que León no tiene la relevancia que merece, mensaje que busca frenar una grave sangría de votos hacia posiciones más proleonesas que la suya. Ante ellos se presenta un partido, la UPL, única referencia política del leonesismo -voz que denuncia el conflicto- incapaz de articular un mensaje que vaya más allá de la presión a los partidos nacionales para atraer inversiones. Han pasado 18 años desde la creación de la autonomía. Es tiempo suficiente para que se explique con claridad por qué aparece el leonesismo y que los partidos busquen cómo subsanar este desgarrón del lienzo democrático español. El conflicto leonés tiene tres vertientes: la política, la cultural y la económica. El lado político parte de la integración irregular, aunque legalizada, en Castilla y León, a pesar de la negativa de los ayuntamientos leoneses a esa opción. El conflicto cultural se basa en el ataque de la Junta a toda iniciativa que trate cuestiones culturales exclusivamente leonesas. Los libros que hablan sólo de cultura leonesa, por ejemplo, no reciben apoyo de la Junta. Mientras, otros de mensaje afín son financiados y hasta encargados por ese organismo. La vertiente económico se basa en el desvío de fondos que, por las propias leyes de la proporcionalidad, corresponden a León y que han sido destinados a otras zonas durante los últimos diecisiete años. El monto total de esta detracción es una cifra astronómica, que se traduce en un enorme déficit de infraestructuras y un gigantesco desfase con el nivel de las mismas en todo el entorno. Cuando los partidos de León, UPL incluida, hablan de acabar con los agravios debieran precisar cómo. Por el momento, la deuda de la democracia española con este pueblo, que sabe reclamar con una postura pacífica y asistida por la fuerza de la razón, ha de ser cubierta con algo más que vaguedades. Los leoneses tenemos derecho a discutir acerca de los pasos necesarios para que nuestra tierra ocupe posiciones de liderazgo, en la España de las regiones, dentro de veinticinco años. Además, deseamos darlos conforme a nuestras peculiaridades ¿Por qué se nos niega este derecho elemental?

viernes, 22 de agosto de 2008

Cortijos Sanitarios

La gestión sanitaria de nuestra cabaña ganadera, que tanto tiene que ver con la sanidad humana, camina por sendas procelosas. Nunca, en la historia reciente, ha existido una situación más confusa y desacertada que en estos momentos. Los ejemplos se multiplican conformando un panorama preocupante e intranquilizador. Así, se ha sabido recientemente que cierta parte de la cabaña en León será vacunada de brucelosis, lo contrario de lo que hasta hace semanas se había mantenido a ultranza por la administración autonómica. Sin embargo, esta medida carece de implicaciones para la cabaña residente a sólo unos kilómetros, en Asturias o Cantabria, porque el mal y su extensión tienen diferente interpretación para los responsables de las consejerías homólogas vecinas. Pero, como decía, no es ésta la única dolencia animal tratada con singular descoordinación. Otro tanto sucede con aspectos como la urgencia declaratoria ante brotes de peste porcina clásica, devastadora para la cabaña desde el punto de vista económico, que varía según la autonomía. ¡Qué decir de la tolerancia en la búsqueda de sustancias para el engorde ilegal del ganado! Siempre tan amplia en ciertas autonomías y tan estricta en otras. Así, podríamos ir sumando cientos de casos en que la aplicación de protocolos sanitarios queda a merced de los criterios políticos locales. Hay que reconocer que la España de las autonomías, con la salvedad de León y de algunos otros casos, ha reportado grandes beneficios en la calidad media de la gestión pública. Sin embargo, lo que comenzó como un proceso de racional descentralización se ha convertido en manía obsesiva. Ciertos temas -pocos- como la gestión de la sanidad animal, tendrían que haberse encaminado por la dirección contraria. La ventaja que, para España, es ubicarse en una península debiera habernos llevado a integrar con Portugal la gestión única de la sanidad animal. Las posibilidades de controlar un espacio sanitario rodeado de mar y montañas son muchas. A la vez, es injustificable que una vaca pueda cruzar de Rionor de Arriba (España) a Rionor de Abajo (Portugal) y que la normativa aplicable haga un tratamiento diferente de las vacunaciones, declaración de enfermedades, controles e inspecciones en un trayecto de cien metros, en el que la única barrera sólo se puede ver en forma de raya en un mapa de papel. De esta manera, la gestión autonómica de la sanidad animal ha convertido los territorios en cortijos sanitarios. Es hora de revisar una situación que rebasa con demasiada frecuencia las fronteras del absurdo. ¿Habrá valentía suficiente para que los colectivos afectados planteen el problema?

Carlos Burón

Durante este verano los leoneses hemos podido gozar con las hazañas de nuestro paisano, el atleta Manuel Martínez, que pasa por ser uno de los mejores lanzadores de peso de la historia. Nadie con su edad ha tenido una progresión similar. Sin duda, el esfuerzo físico y psicológico de Manolo en las pistas y gimnasios, la parte más oscura y desconocida del atletismo, ha sido enorme. Sin embargo, no es justo olvidar que, tras esa historia de éxito, está la planificación, la constancia, el saber hacer, el estudio, la sistemática, el liderazgo, la paciencia y el sacrificio de la persona que llevó a Martínez hasta los podios internacionales. Su nombre es Carlos Burón. Carlos, leonés de pro, revolucionó el mundo del atletismo leonés hace más de quince años, cuando se presentó en estas tierras tras una larga temporada lejos de aquí. Burón encontró una actividad deportiva debilitada, mantenida por un grupo de aficionados, voluntariosos, buenos amigos en muchos casos, pero incapaces, como habíamos comprobado, de dar un nuevo impulso a la Federación Leonesa y a todo lo que en su entorno se movía. Comenzó a formar un grupo de entrenamiento, donde estaba una joven llamada Margarita, entre otros. Más tarde, preparó, contando con quienes había encontrado aquí, varios cursos de monitores. De aquel alumnado salieron los, hoy entrenadores, Otaduy, Cueto, Placín, Díaz, Frade, Alija, Alonso, Méndez y muchos otros, que vinieron a formar envidiables cuadros técnicos en León y en Ponferrada. Impulsó también la formación de escuelas deportivas para actuar sobre los colegios, sobre la cantera. Mientras tanto, sus atletas se renovaban, crecían en edad y en marcas. La historia de Burón y el atletismo en esta tierra es la historia de una reconstrucción. Carlos, aún hoy, ha de sufrir los ataques y las disidencias que siempre, desde que a los trece años tomé cotacto con el atletismo, he conocido. Es inevitable, la propia esencia atlética es eso: competición, fe y esfuerzo. El atletismo tiene mucho de individualismo y disidencia. Sin embargo, los resultados son incuestionables. Ahora que su trabajo se ve culminado con una presencia asombrosa de sus pupilos en los podios llega el momento de que las administraciones respondan a lo que ya no es necesario detenerse a valorar. Estamos ante un técnico de los más valiosos del mundo en lanzamientos; un gestor que entrena a uno de los mejores grupos europeos de lanzadores. ¿No va siendo hora de que se invierta el dinero público en deporte con cierta lógica? ¿Para cuándo tendremos la instalación cubierta donde Carlos Burón y su núcleo entrenen en condiciones dignas y razonables? ¿Qué hace falta para que las autoridades tomen conciencia de esta necesidad?

jueves, 21 de agosto de 2008

Promoción y Gestión Turística Eficaz

Continúa el debate sobre la división en dos de las entidades promotoras del turismo en León: una municipal, para la capital, y otra provincial, con la Diputación. Se argumenta que sería más eficaz mantener unida su actividad pensando que así tendrían más repercusión. Como la realidad demuestra lo contrario analizaremos por qué.
Observando la presencia de las comunidades autónomas en el panorama turístico descubriremos que varias tienen una relevancia notable, como Cantabria, Región de Murcia o Galicia. Algunas consiguieron crear un icono hace años y todavía es reconocible, como “Asturias, paraíso natural”. Por el contrario hay otras comunidades cuya presencia es reducida pese a su esfuerzo y dimensión como Castilla-La Mancha, Cataluña o Extremadura.
Cuando el consumidor intenta identificar la marca con una imagen no es difícil hacerlo en los casos que más éxito han tenido. Por el contrario, sería difícil lograrlo con los territorios de promoción fallida. En conclusión, lo que distingue el consumidor es aquello que se puede diferenciar, definir y reconocer.
En el caso de Castilla y León, la empresa pública SOTUR trabaja sobre un planteamiento unificado. Éste carece de notoriedad porque la oferta es difusa (“… es vida”). Pese a rodearnos autonomías muy pobladas, la atracción es desproporcionadamente baja. La provincialización de la promoción turística y su fragmentación, como en los casos citados, mejorará la situación.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Celtismo y Vettones

Durante las próximas semanas, hasta Diciembre, los leoneses podemos disfrutar de una magnífica exposición titulada “Celtas y Vettones” en la ciudad de Ávila. Se trata de una muestra situada en una ciudad lejana, pero la enorme calidad de sus contenidos y piezas, y el tema que aborda la convierte en la referencia cultural de este otoño. En la misma se hace un recorrido por lo que se ha venido denominando cultura celta. En la primera parte, la calidad de las piezas, procedentes de toda Europa, produce el asombro tanto por su nivel de elaboración como por la importancia que, como complejo cultural, hubo de tener un grupo capaz de producir tales objetos hace más de dos mil años. En la segunda parte los espectadores tenemos la posibilidad de apreciar piezas procedentes de los grupos indoeuropeos peninsulares. Si antes la reacción fue el asombro, ahora no puede ser otra que la sorpresa. La piezas, de enorme calidad y elaboración, se suceden dejando bien a las claras que el abandono a que se ve sometido el gran número de yacimientos arqueológicos prerromanos es difícilmente justificable. ¿Qué yacerá todavía en el subsuelo de León?. “Celtas y Vettones” es, en realidad, la cuarta exposición sobre pueblos prerromanos del norte de la que tengo conocimiento. Las anteriores tuvieron lugar en Galicia (sobre los galaicos), en Gijón (“Astures”) y en Santillana del Mar (“Cántabros”). No aparentan tener conexión entre sí, pero parecen demostrar un interés creciente de la sociedad en la búsqueda de sus orígenes. No hay que olvidar que, superada la teoría de la despoblación en la reconquista, la continuidad histórica de la población rural, mayoritaria y parcialmente romanizada, adquiere un interés creciente para explicar las estructuras sociológicas actuales. Esto se ve aumentado en lugares que, como León, reclaman el respeto a sus referentes culturales, tan incómodos para el poder establecido. Ojalá sirva la muestra como acicate para que las fuerzas sociales de Ávila, bella, pero decadente, retomen la reivindicación de sus orígenes, reivindicación que, allá donde ha prendido, ha llevado el crecimiento económico y el compromiso de las gentes con el futuro de su tierra. “Celtas y Vettones” es, además de una exposición, el indicador de cómo una nueva forma de entender España se va desarrollando. El regeneracionismo de Joaquín Costa va tomando, cien años después, un vuelo que parece extenderse desde la costa hacia el interior. Esa corriente puede llegar a hacernos repensar nuestro sentido de pertenencia a una región y, si eso nos hace ciudadanos más comprometidos, bienvenido sea. Por cierto, ¿para cuándo tendremos nuestra propia muestra sobre los astures?

sábado, 16 de agosto de 2008

Partidos y Federalismo

Reiniciamos el curso político y se perciben nuevas inquietudes en todos los partidos, sea en el ámbito provincial o en el autonómico. El pasado curso nos ha dejado el recuerdo de una intensa negociación entre las consejerías y el ministerio a fin de concertar en qué condiciones se asumen las nuevas transferencias. Castilla y León caminan hacia un nivel de competencias, similar al alcanzado por las autonomías de la vía rápida, a buen ritmo. Esta autonomía, como el resto, empieza a alcanzar una capacidad de gestión desconocida en las regiones de la mayoría de los países europeos. Sin embargo, no parece ser suficiente. Las autonomías de la vía lenta, como ésta, impulsan su homologación con las de la vía rápida. Las regionalidades mal llamadas históricas empiezan a plantear ya la federalización como un debate abierto. Por el mimetismo inherente a la España de las autonomías cabe pensar que ese debate ha de plantearse en el resto de los entes y, cómo no, también en el nuestro. La federalización supone la transferencia de la capacidad recaudatoria de impuestos, en su totalidad o en la mayor parte, a los gobiernos territoriales. La cuestión tiene cierta enjundia porque no es lo mismo que el estado ceda partidas presupuestarias para que las gestionen las autonomías, que el que sean éstas las que aporten al estado cantidades para su sostenimiento. En este escenario los partidos políticos regionalistas, actores principales de la reivindicación para igualar las regiones de la vía lenta con las de la vía rápida, se quedan prácticamente sin papel que representar. Sólo en el caso de León, por la especial situación de esta región, privada de sus derechos históricos, tiene sentido, pero sólo parcialmente, como fenómeno singular y aislado. Cabe así preguntarse qué sostén va a tener en el futuro el discurso de la UPL. La segregación como mensaje no es suficiente si no se explica para qué se quiere, en el marco de un estado de estados. En otras palabras, la falta de programa no se sostiene en pie. Así mismo, el PSOE leonés, embarcado ahora en una cruzada reivindicativa de no se sabe qué cosas para León, tendrá que explicar cómo entienden ese cambio de papeles en la autonomía en el marco del estado federal propuesto por Maragall. ¿Van a sacar de Valladolid organismos para traerlos a León? Por otra parte, el PP, ahora en el gobierno, no parece preocupado por el debate que asoma en el horizonte. El gabinete de Herrera aparenta una agrupación insular donde los problemas y sus posibles soluciones se ignoran para hacer como que no existen ... salvo que el clamor de un sector social haga imposible su olvido. El debate sobre el futuro modelo de estado se está abriendo ¿Qué piensan nuestros partidos?

viernes, 15 de agosto de 2008

De Puertos Secos

Durante la pasada semana ha llegado a los medios de comunicación la noticia de que la autoridad portuaria de Gijón no contempla, en alguno de sus documentos, el puerto seco de Villadangos. Eso y algunas declaraciones de responsables asturianos hacen pensar que el proyecto del puerto seco se diluye. La sospecha ha sido expuesta por algunos políticos como una afrenta asturiana a las instituciones de León. No se puede dejar de leer con asombro declaraciones de este tipo. En la revista nacional Operadores Logísticos, en el mes de Abril de 2000, en un número monográfico dedicado a la actividad de los puertos de mar españoles, aparece, entre otras, una entrevista con un representante del puerto de El Musel. En la misma expone la necesidad del puerto seco de León -así de claro y conciso- sin hacer referencia alguna a cualquier otro puerto seco. Por entonces, nadie hablaba aquí de tal instalación. Sólo meses después, cuando se despierta el debate sobre su ubicación en torno a la ciudad, aparece la Junta de Castilla y León, y, con ello, la posibilidad de captar este puerto seco se diluye por desituación hacia algún lugar cercano a Valladolid. La impresión, por lo tanto, es que la Junta se ha buscado entre las autoridades locales a algún infeliz mamporrero para cubrirse las espaldas. La autoridad portuaria ha tenido que asumir el papel de malo en este guión, pero la Junta es parte protagonista de este trance, uno más dentro del expolio a que tal figura quiere acostumbrar a los leoneses.
Por otra parte, se dice ahora que la promoción de tales instalaciones será privada, omitiendo las gruesas ayudas públicas que recibe cualquier iniciativa de este tipo. En tal caso, si ésa es la intención de la Junta y del puerto de Gijón -que el patrocinio de esta plataforma lo hagamos los leoneses en solitario o con ayudas testimoniales-, sería muy conveniente replantearse si la opción gijonesa es la más interesante. La posición estratégica de León en la mitad norte de España y respecto a Portugal lo convierte en una ubicación idónea para situar una plataforma logística de algún puerto del norte de Portugal. Es momento de revisar quiénes son los posibles candidatos para ocupar el puerto seco de Villadangos y reflexionar sobre un posible nuevo plan de acción al respecto. En esa línea iría también el necesario apoyo a la autovía Ponferrada-Monforte y a la vía rápida La Bañeza-Rionegro-Puebla-Braganza, ya que los intereses de todas nuestras infraestructuras están interconectados. Asimismo, sería lógico un apoyo cerrado de las autoridades capitalinas a la superficie logística de Ponferrada, único bastión intermodal que nos queda. ¿Habrá la visión global suficiente para reaccionar?

jueves, 14 de agosto de 2008

Prada y la Arquitectura Tradicional

Hace unos días se hacía público que Prada, conocido empresario, ha creado unos premios a la arquitectura tradicional en El Bierzo y su entorno. El hecho merece una reflexión que podría extenderse a otros ámbitos.
Prada propone galardonar la recuperación de casas antiguas, lo que redundará en la conservación de tipos que, de otra manera, podrían perderse. Además, al ser objeto de un premio que tendrá cobertura en los medios de comunicación, se prestigiará esta arquitectura, tan denostada e infravalorada por las generaciones que la habitaron.
El premio de Prada tiene una segunda vertiente: la edificación de nuevas viviendas con criterios locales y elementos arquitectónicos autóctonos. En este caso la convocatoria persigue el afianzamiento de una arquitectura culta de raíz popular, tan necesaria para caracterizar la construcción residencial y recobrar el orgullo por lo propio.
En resumen, Prada hace un ejercicio de liderazgo con una acción que, además de subrayar su relevante imagen empresarial y de marca, va a revalorizar lo tradicional y a integrarlo en la nueva arquitectura como un icono identitario: corredores, tejados vegetales o de pizarra, esquinas curvas, carpinterías de madera y muros de mampostería cobran otra dimensión con el premio.
Por último, Prada escala en una faceta en la que cuenta con trayectoria, seguramente sin pretenderlo: la de los que contribuyen a llenar el caudal común de la autoestima colectiva.

martes, 12 de agosto de 2008

La Crisis de Antibióticos

Se ha comentado extensamente la situación de incertidumbre que vive Antibióticos tras el cambio de accionariado que la compañía matriz, Montedison, ha experimentado las últimas emanas. Los sindicatos han dado la voz de alarma ahora, pero se venía sopesando la posibilidad de una venta hace meses. El futuro de Antibióticos en León está ligado a más de un factor y no solo a la construcción de un planta de biosíntesis de vitaminas, Vitatene, como se ha expuesto.
Rememorando, Antibióticos pasó de manos nacionales a italianas tras la venta que Abelló hizo a Ferruzzi hace unos años. A partir de entonces recibió inversiones, pero también pasó por la descapitalización de su cartera de productos, por la minimización de su departamento de investigación y, finalmente, por el derrumbamiento de los precios de los productos cuya producción se había dejado en la planta, lo que llevó a la reciente regulación de empleo. La descapitalización de la cartera se produjo porque los italianos llevaron la producción con más valor añadido a las plantas de su país, trayendo aquí otra de precio mucho menor. La labor de investigación se trasladó a Italia, y nada hubiese quedado si la actuación de los sindicatos no lo hubiese impedido.
Tras la descapitalización productiva e investigadora la planta vio cómo los fabricantes del tercer mundo desencadenaban una caída de los precios de lo que a Antibióticos le habían dejado, productos muy antiguos ya, lo que supuso una situación difícil.
De todo esto cabe sacar algunas enseñanzas. Antibióticos debería escapar de manos italianas, un país en plena decadencia industrial y con una inestabilidad política interna incompatible con la elaboración de planes empresariales de largo alcance. tampoco sería bueno caer en manos de un grupo de inversión, consorcios preocupados más por el beneficio a corto y medio plazo que por la planificación rigurosa del futuro o la sostenibilidad de una fábrica. La opción de inversores industriales norteeuropeos, donde las compras especulativas están peor vistas y la investigación es costumbre, es una de las favorables. La posibilidad de un inversor español no es, como se ha dicho, la mejor opción, salvo que se trate de alguna de las pocas compañías grandes del sector farmacéutico, únicas con capacidad de desarrollo de nuevas moléculas con valor comercial.
Respecto al desmantelamiento de la planta, resulta improbable. La ley obligaría al dueño a realizar un costosísimo proceso de descontaminación del suelo que, sumado al valor intrínseco de la instalación, muy alto en cualquier química, desincentiva esa vía. ¿Sería posible realizar un esfuerzo colectivo para orientar Antibióticos hacia un futuro exitoso?

lunes, 11 de agosto de 2008

Contradicciones y Despoblación

Durante la semana pasada tuvo lugar en León un congreso sobre la despoblación rural y su incidencia en nuestra provincia. Durante el mismo se puso en evidencia que tal proceso es extenso e irreversible. Las reacción que más reclamó la atención pública fue la respuesta de las autoridades autonómicas. Ante la noticia de la despoblación de diecinueve pueblos leoneses en el último censo, los representantes del ente sacaron a colación que acaban de preparar un paquete de medidas para aumentar la natalidad. Un servidor, que no entiende que relación existe entre la despoblación rural y el número de niños nacidos, se quedó atónito. Que se sepa, los bebés no son capaces de coger las maletas y marcharse del pueblo. Los que realmente se van son sus papás, los adultos. El hecho es que la población rural emigra por lo que nos iríamos la mayoría de cualquier sitio. Se trata de personas normales que aspiran a tener una serie de demandas elementales cubiertas. Todos deseamos satisfacer las necesidades básicas de sanidad, y la educación propia y de nuestros hijos. Aparte de esto, disponer de otros servicios en las cercanías, como los comercios, las instalaciones deportivas u otras de ocio parecen pretensiones alejadas de la desmedida. León presentaba no hace mucho una estructura poblacional idónea para la prestación de estos servicios. Ésta, fuertemente atomizada, se ordena en torno a espacios comarcales claramente definidos. Hace veinte años todo se hubiese reducido a apoyar las cabeceras de comarca naturales mediante la fijación de ambulatorios, de colegios y de trabajadores públicos. Con dichas medidas se hubiese evitado el éxodo, y la ocupación de nuestro territorio sería más eficiente. En lugar de eso la Junta ha propiciado la concentración de los colegios, vía aplicación indiscriminada de la LOGSE. Cada vez que se habla de abrir hospitalillos en zonas alejadas de la capital o de Ponferrada, a las autoridades se les eriza el pelo. Los empleados públicos residen donde les da la gana, a pesar de una legislación que tiende a acercar su residencia al lugar de trabajo. Es lo lógico si no hay autoridad que ordene cumplir las normas. En definitiva, las expresiones de contrariedad por la despoblación rural procedentes de la Junta no son coherentes con su actuación, cuando la misma es causa principal de esa decadencia. La Junta quiere tratar nuestra tierra como los despoblados de Soria o de Ávila. El tabú de la diferencia leonesa impide administrar matizadamente. Pero León es un territorio; Segovia, otro ¿Se puede admitir que paguemos tan alto precio en materia poblacional por un planteamiento uniformista de nuestros políticos?

El Circuito de Velocidad

En estos días se encuentra en plena ebullición el debate sobre la reclamación de un circuito de velocidad en La Bañeza. Habrá quien se empeñe -ya lo hay- en que se trata del debate sobre la ubicación de un circuito de velocidad en la autonomía, pero todos sabemos que eso no es cierto. La Bañeza lleva reclamando un circuito de velocidad permanente años, ya que el número y calidad de las competiciones que allí se organizan no tiene ni ha tenido parangón en lugar alguno de este ente autónomo. Tenemos la certeza de que si La Bañeza estuviese en el contorno de Valladolid, la decisión de la construcción estaría tomada y la partida económica para iniciar las obras disponible. De lo que, aparentemente, se trata ahora en las cortes de Valladolid es de intentar bloquear la posibilidad de que esa instalación, como pasó con el INEF muy a pesar de algunos, se sitúe fuera de su contorno. La circunstancia, injustificable y provocadora, se repite tras el episodio del puerto seco de Gijón y arrumba los intereses de Valladolid, defendidos por la Junta, contra el flanco de la nave económica leonesa. Nunca los partidarios de la segregación autonómica tuvieron tan buenos aliados en el ente ni tantos argumentos como ahora. La relación entre León y Valladolid es, cada vez más, la historia de una colisión en la que esta tierra, inmóvil, ha visto cómo el Plan Estratégico de Valladolid (subyacente en cada uno de estos movimientos desde 1996), ha dado un golpe de timón a aquel centro para ocupar el lugar de León a base de suplantarlo. El papelón de Arvizu y sus compañeros de lista en Fuensaldaña no es diferente del de Zapatero a principios de los noventa, cuando defendía la tesis del ministro Borrell: la autovía León-Astorga, sostenía, era innecesaria y la León-Benavente debía ser una autopista de peaje. Alguno dirá que por un circuito de velocidad no se puede armar todo este ruido, pero es el suma y sigue lo que agota las paciencias. El antiguo hospital militar de Valladolid es ahora rehabilitado por la Junta para “servicios administrativos” con una inversión que supera los tres mil doscientos millones, mientras, en León, el EREN se demora. Tres chavales de la Valduerna se quedan sin colegio porque la Junta, la misma que se lamenta por la despoblación, no financia su transporte. La Junta ha convertido la biblioteca de Valladolid en “Biblioteca de Castilla y León” -nadie sabe para qué- y van a realizar una inversión multimillonaria reedificarla más grande. La Junta aquí no financia razonablemente ni el pujante aeropuerto. El corto espacio de esta columna no permite expresar el desequilibrio en toda su dimensión ¿tendrá arrestos el presidente Herrera para reconducir este conflicto creciente?

sábado, 9 de agosto de 2008

SIEMCALSA y la Minería de Valladolid

Hace unos días fue fijada la sede de la empresa SIEMCALSA en Valladolid. Se trata de una sociedad pública cuyo fin es la prospección de recursos mineros e impulsar su puesta en explotación. La cuestión ha levantado cierto revuelo porque esa provincia carece prácticamente de tales recursos, mientras que la minería potencial y en producción se dispersa por otras provincias y, más aún, se concentra especialmente en León.
La Junta de Castilla y León cuenta con ocho sociedades públicas incluyendo la citada. Salvo una con sede en Burgos todas han sido fijadas en Valladolid generando un “cluster” de inversiones y empleo cualificado en esa ciudad. A éstas se suman seis de las nueve fundaciones con que cuenta el ente. Las empresas públicas cuentan con un presupuesto de unos 265 millones de euros para este año; las fundaciones con unos 75. Esa es la verdadera mina.
En conclusión, las empresas públicas son instrumentos de la Junta para fijar empleo cualificado en Valladolid. Por su parte, la oposición al PP no defiende los intereses de León, pese a que estos datos figuran en los Presupuestos Generales de Castilla y León, disponibles en la web. ¿A qué dedican su tiempo entonces los parlamentarios leoneses y sus remunerados asesores?
La Junta debería deslocalizar de Valladolid parte de las sedes de estas entidades si desea recuperar el equilibrio que los hechos le niegan. Mucho más en casos injustificables como la minera SIEMCALSA.

viernes, 8 de agosto de 2008

Partido de Bierzocesto

Aparece como noticia recurrente estos días la desavenencia entre la Diputación de León, el Consejo Comarcal y la Junta. La percepción general de este choque es confusa y tumultuosa. Cada quien expone argumentos sobre el conflicto sin que la conexión entre ellos aparezca de forma clara. Parece conveniente hacer un ejercicio de análisis para discernir cuántas componentes tiene este desencuentro. En primer lugar, encontramos el conflicto entre el grupo del Presidente Díez y el resto, dentro del equipo de gobierno. Se trata de una fractura originada por la existencia de listas cerradas. Los interesados, gente de variado pelaje y condición, se enfrentan entre sí en función de su lealtad al poder que les empotra en la candidatura. Parece que, como Díez no hace las listas y, además, no pacta, la mayoría se le enfrenta. La Diputación nos muestra aquí la parte más perversa de la partitocracia que, día a día, empobrece nuestro modelo representativo. En segundo lugar, está el choque económico entre la Dipitación y la Junta. La primera ve cómo la otra va ahogándola económicamente y se resiste. En tercer lugar, el ente fortalece una réplica de la Diputación, con la que colisiona, llamada Delegación Territorial, que dirije un señor puesto a dedo. En cuarto lugar, la Excelentísima ha presentado batalla al ente con Rodrigo de Santiago, Turiel y Díez. Eso es algo difícil de perdonar con la concepción patrimonial del poder que se lleva en Valladolid. Una nueva vertiente del follón, la quinta, es la creación del Consejo Comarcal del Bierzo, con el fin, según se ve, de atacar el leonesismo, ya que ni tiene homólogos en otras zonas de la autonomía –pese a que las hay mucho más singulares-, ni ha alcanzado más que unos sesenta millones de presupuesto en toda su existencia. La sexta es que dice la Junta que los dineros y las competencias las ceda otro. En otras palabras, la Junta creó la institución comarcal, aunque ahora pretende que vengan otros a darlo sentido, pero, eso sí, como diga Valladolid. Queda una última y séptima parte del conflicto; la más incómoda y, a la postre, la más importante. Se trata del déficit de servicios administrativos que presenta una provincia que, pese a ocupar el sexto puesto de España en extensión, es, en realidad, la mayor según el tiempo de viaje. No hay una sola de las provincias más vastas que León –Cáceres, Badajoz, Zaragoza, Ciudad Real y Huesca- que tenga unos problemas orográficos como ésta. Dado que en la zona occidental del territorio leonés aparece ahora un núcleo de relevancia creciente, Ponferrada, cobra sentido dotarlo de más impacto sobre su entorno. ¿Podrá la Junta pensar en términos estrictamente administrativos?

miércoles, 6 de agosto de 2008

Cantabria y Castilla

Hace algunas semanas algunos medios de comunicación se hacían eco de la existencia de una asociación que pretende la integración de Cantabria en Castilla y León. Poco después aparecía la carta de uno de sus miembros apoyando la iniciativa. En ambas informaciones se venía a afirmar que un treinta por ciento de los cántabros desea abandonar la actual configuración autonómica para integrarse en Castilla y León; ello debido a que los resultados de la gestión autonómica uniprovincial son malos, según el criterio de los asociados, y a una pérdida de relevancia cántabra que achacan a la misma causa. Vista la noticia por ojos cautos, la cuestión podría reforzar los argumentos a favor de la autonomía multiprovincial. Lo cierto es que, para los que conocemos Cantabria profundamente y la frecuentamos, la noticia no pasa de anécdota. La conciencia de cantabridad en la provincia de Santander es tan fuerte y generalizada que una iniciativa de este tipo no deja de ser peregrina y carente de apoyo. El orgullo de los cántabros por lo propio se encuentra en un momento de clímax y, por lo tanto, el compromiso de esta gente con su tierra, nunca puesto a prueba hasta ahora, cabe esperar que sea alto. Por otra parte, Cantabria, que tiene la misma población que León y menos superficie, está gestionando presupuesto que rebasan largamente los ciento cincuenta mil millones de pesetas. Esa territorialización del gasto ha permitido construir el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el Palacio de Festivales, la carretera de Liébana, la carretera de la costa, la rehabilitación de todas las cercas a los bordes de las carreteras, las mejoras del recinto palaciego de La Magdalena y otra infinidad de obras que han hecho de Cantabria el lugar más bello de la costa cantábrica española. La cultura montañesa es estudiada con mimo en multitud de publicaciones, subvencionadas por la Diputación Regional. Los niveles de renta, en ese tiempo, han ascendido de forma no comparable al resto de la castigada Cornisa Cantábrica. El lugar ocupado en la prensa por esa tierra en nada tiene que envidiar a cualquier otra cabecera autonómica. Cualquier comparación de los sucedido en Cantabria con lo transcurrido en León, réplica aproximada de esta autonomía en términos de población, es hiriente por lo desigual. Por último, la redistribución de la riqueza entre provincias en Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León es un fracaso sin paliativos comparado con el de las autonomías más pequeñas, como Cantabria. Queda, por lo tanto, una pregunta en el aire. ¿En qué se basa esta reivindicación tan sigular?

Carrizo y la Circunvalación

La polémica sobre la circunvalación, mediante una carretera de nuevo trazado, de Carrizo ha ocupado estos días varios espacios de prensa. Según estas informaciones, parece ser que la Corporación Municipal del pueblo se opone, con el apoyo de una parte de los vecinos, al desvío de la carretera que, hoy, atraviesa la población y salva el río, a través del viejo y estrecho puente de hierro, hacia Villanueva de Carrizo. Los argumentos esgrimidos para sostener tal postura se concentran en la supuesta necesidad de que la vía haga pasar a los viajeros por el pueblo para que el comercio local no pierda actividad. Con independencia de los intereses de algunos vecinos de esta villa, la carretera que une Hospital de Órbigo con La Magdalena es un elemento articulador de primer orden. La población asentada en su entorno –Santa Marina del Rey, Armellada, Turcia, etc- es mucha si se compara con la de otras comarcas. Esto convierte esa ruta en un vial de especial interés. Por otra parte, la entrada en servicio de la autopista León-Astorga facilitará la conexión de esta área con la red nacional de vías de gran capacidad, lo que contribuirá a potenciar las posibilidades de desarrollo de toda la ribera. Sin embargo, el alcance de ese positivo impacto está limitado por la calidad de las comunicaciones hacia las zonas circundantes. La vía que corre paralela al Órbigo, es un corredor por el que se intercambian más vienes y servicios en función directa a la rapidez de conexión que proporcione. Por ello, la actitud del Ayuntamiento de Carrizo contra la circunvalación atenta y daña seriamente las posibilidades de crecimiento propias y de cualquier lugar más allá de este pueblo, ya que mantiene un cuello de botella que debilita el éxito de cualquier proyecto empresarial. No se debería permitir que el interés de unos pocos sacrifique el beneficio de tantos. Si el pueblo de Carrizo quiere conservar su atracción ha de hacer los deberes pendientes desde hace décadas. Debe resaltar sus elementos singulares: el monasterio y el puente. Asimismo, tendría que ordenar el casco urbano y crear un centro urbano, sin solares vacíos y sin actividades ganaderas, que deberían situarse en otras zonas del pueblo. Carrizo ha de estructurarse. Debe hacer, en fin, lo que ya acometieron Valencia de Don Juan o La Bañeza, y lo que comienza a notarse en Santa María del Páramo o La Robla. Carrizo ha perdido mucha relevancia por un inmovilismo inexplicable. La circunvalación, ahora, se torna imprescindible porque Carrizo declinó para los pueblos situados río abajo. Si los del Órbigo arriba no se desarrollan, el futuro de la villa es incierto. La circunvalación es el asidero que puede permitir que este núcleo se incorpore.

lunes, 4 de agosto de 2008

León, Clima y Prospectiva

Recientemente se exponía en un curso la influencia de los cambios del clima sobre los sucesos históricos. Los asistentes se mostraban asombrados, quizás, porque tenemos la idea de un paisaje leonés constante en la vida de nuestros ancestros. Nada más lejos de la realidad. La llegada de los grupos indoeuropeos, los famosos celtas, se produjo, parece, durante el enfriamiento del 600 antes de Cristo. La expansión del Reino de León tenía lugar en el calentamiento del 1.100. La decadencia de nuestra tierra coincidió con el enfriamiento que toca techo en el 1.700. Ninguna coincidencia parece casual. Ahora asistimos a un calentamiento que tiene dos componentes; una primera que es la entrada en el próximo óptimo climático –un calentamiento lento-; la segunda está relacionada con el efecto invernadero, que actúa como un acelerador del proceso, y cuyo alcance desconocemos. En ese tránsito León ha pasado de ser una zona de nieves perpetuas –hacia el 10.000 a.c.- a presentar un paisaje boscoso, casi selvático, como el que encuentra Roma. El calentamiento actual, anómalo por su rapidez, es palpable: la desaparición de las nieves perpetuas en los Picos de Europa en pocos años, el ascenso del pinar de Lillo por las laderas, o las sabinas que trepan, en los Argüellos, siempre hacia cotas más altas, donde la temperatura se ha vuelto tolerable, son muestras de ello. Muchos son los efectos de ese calentamiento y, aunque no hay que olvidar que estos procesos han coincidido con etapas expansivas de nuestro pueblo, la incertidumbre producida por la contaminación atmosférica debiera ponernos en guardia. En León disponemos de un centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de una base aérea militar, de la Universidad y de una densa red de observatorios. El estudio del clima y la creación de modelos de predicción de aplicación local es un campo de interés estratégico para los leoneses. El papel del agua en el futuro de la Península, por ejemplo, es crucial en León, donde se encuentra el mayor surtimiento de aguas dulces de toda Iberia. Las implicaciones del cambio climático en León son infinitas: sobre los cultivos, sobre las enfermedades de la cabaña ganadera, sobre el modelo de poblamiento, sobre nuestra capacidad de atracción de directivos y empresas foráneas, sobre el papel desarrollado por la montaña en nuestro esquema de ocupación del territorio, etc. Los leoneses tenemos los medios –materiales y humanos- para adaptarnos al cambio climático, prevenir sus consecuencias negativas y aprovechar sus ventajas. ¿Habrá sensibilidad suficiente para plantearse la creación de un centro de prospectiva económica y estudios del clima?

Autovías y Progreso

Tras la adjudicación de los dos primeros tramos de la autovía León-Benavente la pasada semana, cabe pensar que veremos la de los dos últimos en los próximos días. Este hecho es mucho más que un simple paso administrativo. Supone la consolidación de toda la malla básica de vías de gran capacidad en nuestra provincia. Esta red, reclamada durante años por todos los componentes de la vida social leonesa, se ha conseguido justo cuando entramos en un periodo de recesión económica y, casi, al final de las ayudas europeas para construri infraestructuras de comunicación en España. En otras palabras, nos ha salvado del KO la campana. Sólo una presión social sin precedentes y un ministro asturiano, atrabiliario e impopular, pero implicado con el desarrollo del noroeste, ha roto el maleficio del aislamiento leonés. Por otra parte, empezaremos a ver el resultado de todas estas obras a finales de 2002. En primavera podremos ir hasta Osorno por autovía. El próximo invierno León y Astorga estarán a veinte minutos de distancia entre sí. El año siguiente se entregarán los tramos restantes hasta Burgos y Benavente. Así, en dicienbre de 2003 la provincia será una de las que más kilómetros de grandes vías disponga en España. Sin duda, el tirón económico será fuerte. Sin embargo, es necesario que nos planteemos cómo realizar un aprovechamiento óptimo de ese crecimiento. Para ello son aconsejables infraestructuras complementarias. Por ejemplo, habría que garantizar la puesta en servicio del CETILE cuanto antes. Otro aspecto notable sería dar salidas eficaces a Santa María del Páramo, cercana a todas las autovías. La unión de Valencia de Don Juan con los enlaces de Villamañán y de Palanquinos es esencial para garantizar su crecimiento y consolidar el eje León-Benavente. En este sentido, habría que ir pensando en su circunvalación. La unión entre La Bañeza y Hospital de Órbigo, la Rías Bajas y La Magdalena por vía rápida, es decir, sin travesías, sería otra faceta importante. Una obra clave es la mejora del acceso al aeropuerto desde las autovías, que debería poder hacerse sin entrar en el pueblo de La Virgen del Camino. Otro aspecto muy importante será la solución de los enlaces en Onzonilla, puesto que, una vez abierto el puente de la autovía en Melgar de Fernamental, una cantidad ingente de camiones ocupará la León-Burgos. En definitiva, son estas y muchas otras obras menores las que deben ayudarnos a subir al tren del progreso más rápidamente. Obras que dependen, sobre todo, de la pericia negociadora de los leoneses. ¿Pondrán manos a la obra nuestros dirigentes para aprovechar sin demora una oportunidad como ésta?

domingo, 3 de agosto de 2008

León y sus Barreras

Durante los últimos años el área metropolitana de León ha ido encaminando su crecimiento hacia ciertas zonas de su entorno y no hacia otras. Es evidente que la conurbación extiende su núcleo en las áreas del interfluvio Bernesga-Torío, copando con polígonos residenciales incluso la misma confluencia de sus cursos fluviales: la Lastra. Sólo en una zona ha franqueado esas líneas, pero lo ha realizado de forma vigorosa, con un crecimiento desmedido de la población: a través del Crucero y la Sal, en dirección a Trobajo. Esta zona del espacio urbano tiene la singularidad de acumular dos barreras notables, ya que, aparte de la constituida por el río, se halla la del ferrocarril. El Ayuntamiento de León ha ido avanzando tímidamente en las posbles soluciones para comunicar el espacio más allá del Bernesga, ocupado por una población cercana a los cuarenta mil habitantes, con la otra ribera. La construcción de los puentes dela Junta y de San Juan de Dios ha contribuido poco a aligerar el tráfico, ya que, casi simultáneamente a su puesta en servicio, se cerraba San Marcos. En realidad, los nuevos puentes aportan su flujo circulatorio al Crucero, ya que sólo una travesía laberíntica por las estrechas calles de Pinilla permite llegar a Trobajo y a San Andrés por otra ruta. Así, pese a estas novedades, el Crucero y el nudo de Michaisa siguen soportando la mayoría del tráfico entre ambas orillas. En estas circunstancias se echa de menos un desarrollo real de las soluciones planteadas por los nuevos viaductos. De nada sirve el puente de la Junta si para llegar al Ayuntamiento de San Andrés la ruta más favorable pasa por el Crucero, donde se suman los vehículos procedentes del puente de Los Leones. Otro tanto sucede con el de San Juan de Dios. La solución para dar continuidad al puente del Parque de Quevedo está en dar salida a las glorietas de Pinilla hacia San Andrés. Permitiendo así sacar partido al infrautilizado viaducto sobre el ferrocarril, cercano a aquel consistorio. Lo mismo sucede con el puente del fondo de las Eras de Renueva. Si no continua con un nuevo vial que, salvando las vías por un nuevo camino, permita dar salida al tráfico de San Andrés, permanecerá como ahora: minusvalorado. El estrangulamiento que sufren las comunicaciones enestas áreas de la ciudad reclama soluciones urgentes. Sus efectos retardan la consolidación urbana de una población metropòlitana que alcanzó con soltura los doscientos mil habitantes, y que puede abordar los doscientos cincuenta mil en un plazo inferior a veinte años. ¿Habrá perspectiva de futuro suficiente para permeabilizar las barreras del río y el ferrocarril en un plazo razonable?

sábado, 2 de agosto de 2008

La Ley de Universidades

Hace unas semanas se procedió, en el Congreso de los Diputados, a la aprobación de la LOU. Es un buen momento para hacer un balance del debate que su redacción ha originado. Se trata de una ley destinada a remover algunas de las estructuras de la universidad. Como primer efecto de su aplicación se espera un cambio en la eficiencia de la institución, que debería mejorar. Han sido muchas las voces a favor y en contra sobre si su redacción era la correcta. Desconozco su contenido textual y bo me atrevo a emitir un juicio, aunque al Gobierno, como mínimo, le han fallado las formas. Sin embargo, cualquier observador ha podido apreciar algunas circunstancias significativas. Los oponentes a la ley han sido muy ruidosos, muy jaleados y ayudados por el PSOE y la prensa de su órbita, pero han carecido del apoyo desinteresado fuera del ámbito universitario, como se ha podido apreciar en foros y manifestaciones. Además, los miembros de la comunidad universitaria que aprobaban la reforma alcanzaban un número notable, pero no han entrado al debate público con la intensidad de sus compañeros ¿por qué? Así, la sensación de que la universidad se ha convertido en una institución politizada y poco conectada con la sociedad ha tomado cuerpo a lo largo del tiempo. Parece que ha quedado patente la existencia de la endogamia, que unos han silenciado y otros han justificado, pero que nadie se ha atrevido a negar. La productividad de una institución costosísima y gigantesca también ha sido puesta en tela de juicio, ya que, si bien la producción científica en España es mayor que nunca, no guarda proporción con la enorme cantidad de personal y de medios materiales de que se dispone actualmente. En definitiva, ha salido a la luz lo que muchos ya sabíamos: el diseño actual de la universidad española es ineficiente y hay que actuar sobre él. Con independencia de que la redacción de la LOU pueda ser manifiestamente mejorable, que no lo dudo, está claro que la universidad necesita cambios. La LOU va a introducir un grado de rensión imprescindible en un colectivo que había alcanzado una relajación excesiva.. En este sentido, cabe la reflexión sobre la idoneidad de los catedráticos, pilares de la organización actual. Tal y como los concebimos hoy deben dirigir los departamentos, auténticas empresas dedicadas a la producción de conocimiento. Se trata de una labor que necesita dotes de conocimiento, capacidad docente, liderazgo y organización que muchos no reúnen. Y por último: ¿por qué no ha sido la propia universidad la protagonista de su necesaria transformación?

viernes, 1 de agosto de 2008

La Zorra en el Gallinero

En días precedentes hemos tenido la desgracia de ver cómo una empresa desestimaba la candidatura de León para fijar una instalación de componentes aeronáuticos. Las razones para justificar dicha decisión se situaban en dos órdenes: el primero, porque la empresa no resultó adjudicataria de la subcontrata de EADS. El segundo, no menos importante, argumentaba que una fábrica de este tipo ha de levantarse en lugares donde existan talleres y empresas auxiliares con el saber hacer suficiente. Esta afirmación, contrastada con algunas personas ligadas al sector, resulta ser cierta y descalificaba a León de salida. El hecho de que Valladolid, sin tradición fabril aeronáutica, capte a la vez una inversión como la de Aries Complex significa que una enorme presión política y todo tipo de facilidades han hecho reconsiderar la conveniencia de esa ubicación a la empresa. Ni la negociación, ni los incentivos han podido ser los mismos para el proyecto leonés. En ésta, como en otras ocasiones, pero de forma más palpable, se aprecia cómo cualquier inversión externa, captada por autoridades locales o por leoneses, ha de ser puesta en manos de una institución, la Junta, que, si puede actuar con disimulo, se lo lleva al entorno de Valladolid o no apoya adecuadamente. Llevar iniciativas a la Junta es tanto como meter a la zorra en el corral de las gallinas para “protegerlas”. Con aliados como éste ¿quién necesita competidores? Lo que dicha situación plantea, de forma repetitiva, es que este esquema administrativo no funciona para nosotros. Ante eso existen varias posibles posturas. Una, sostenida por una parte del PP y por otra del PSOE, es no hacer nada y asumir una pose de postración. Otra, recogida por otras partes del PP y del PSOE, propone un intento de variar la situación sin cambios en la estructura política, pero dicha tesis está naufragando con estos lamentables episodios. Una tercera, defendida por cierta parte del PSOE y parte, también, de la UPL, sostiene que es necesario crear estructuras administrativas nuevas para León, pero dentro del marco autonómico actual. Por último, está la postura mayoritaria en UPL, la segregación de León en una nueva autonomía. Estos sucesos sólo incentivan a discutir sobre cuál de las dos últimas opciones es más rápida y beneficiosa. Acabamos de perder el medio millón de habitantes y, en estas condiciones, la vida política no está para bromas. ¿Habrá valentía en los partidos grandes para plantear este debate?