domingo, 18 de enero de 2009

La Nueva Economía en Nuestros Pueblos III (2000)

Como ya expusimos, nuestras aldeas han de buscar su futuro en las tareas tradicionales, cuyo rendimiento debiera de ser mejorado a través de la especialización y de la ganancia en dimensión. También sosteníamos la necesidad de establecer nuevas actividades asociadas a las de siempre, ya sea por utilizar éstas como fuente de productos o servicios, ya sea por utilizar sus mismos medios, sumados a otros, para fines diferentes. Entre ellas vamos a establecer tres grupos: -Aquéllas basadas en una prolongación de la cadena de valor añadiendo un proceso más a los que ya se hacían para elaborar un producto. Un buen ejemplo podría ser el calibrado y envasado de hortalizas en las explotaciones o en su área próxima, actividad que hasta ahora se ha desarrollado desligada del productor hortícola. -Aquellas actividades que, siendo nuevas, utilizan medios que ya había. Un ejemplo son las explotaciones de productos ecológicos, que hacen uso de los mismos recursos que tienen nuestros agricultores y ganaderos, pero obtienen un producto nuevo para un mercado diferente. -Por último, aquellas actividades que son nuevas y que se apoyan en recursos que ya existían, aunque los usos y los medios sean totalmente nuevos. El ejemplo m‡s claro es el turismo rural. Dentro del primer grupo encontramos un conjunto de actividades que se basan en añadir valor a la producción final del agricultor y del ganadero tanto desde el punto de vista de la salida al mercado como desde el de entrada de recursos en la explotación. En lo referente al sector ganadero encontraremos la distribución de semen, la de materias primas para alimentación animal, la de material de limpieza para circuitos de ordeño, la de zoosanitarios, la de piensos, la de carburante, las de envasado y transformación de la leche en otros productos, la de cebo de animales, etc. En cuanto a la actividad agrícola podríamos enumerar la distribución de semillas, la de fitosanitarios, la de abonos, la de carburantes, la calibración del producto agrícola y su envasado, el secado del producto agrícola, la transformación de algunos productos en otros elaborados, etc. En todos los casos se trata de actividades que requieren inversiones importantes para ser implantadas en las explotaciones tradicionales. Los productores tienen dos opciones para poder acometerlas: o alcanzan un volumen de negocio suficientemente grande, o se unen formando sociedades, que la mayoría de las veces toman la forma de cooperativas. Han sido muchos los intentos de crear cooperativas en León y en otras zonas, sin embargo son pocas las asociaciones de este tipo que han alcanzado una continuidad digna de mención. Esto sucede por muy diversas razones; una fundamental es la falta de gestores profesionales al frente de las mismas. Casi siempre se ha contratado a familiares de cooperativistas, por el mero hecho de serlo, sin atender a su necesaria cualificación ni, por supuesto, a la remuneración que se demanda para un puesto de este tipo. Los resultados son lamentables: el índice de supervivencia de nuestras cooperativas es mínimo. Para conseguir el éxito en una asociación cooperativa es imprescindible garantizar, entre otros, los siguientes aspectos: -No dejar ningún derecho o deber de los socios sin escribir en los estatutos. Las reglas del juego han de ser explícitas y claras. No se puede dejar ningœn tema de posible conflicto a la libre interpretación de los socios. -Profesionalizar la gerencia y administración de la cooperativa asumiendo que tal postura tiene un coste en personal alto, aunque a la larga es muy rentable. -Que todos los socios tengan los objetivos de la cooperativa meridianamente claros. -Disponer de una junta directiva diplomática y muy comercial ante las instituciones públicas y privadas. Sin duda existen otros requisitos importantes, pero no intentamos aqu’ hacer un tratado. En otros casos la inversión es asumible en solitario si se dispone de una cierta dimensión, como en la producción de transformados de la leche, por ejemplo, pero la complejidad que alcanza la gestión de estos negocios es un freno para muchos productores. En realidad es la falta de ambición, de ganas de aprender, de avidez de profesionalización lo que detiene en muchos casos esta evolución empresarial de nuestras explotaciones. En este caso son necesarias, entre otras muchas acciones, las siguientes: -La visita a explotaciones que ya hayan pasado por esta experiencia para aprender de los problemas que encontraron y de sus posibles soluciones. -La total implicación en la compra de equipos y el diseño de las nuevas instalaciones, pero asesorados por un tercero. -La adquisición de conocimientos de gestión de empresas y comercialización. -La implantación, si no existe, de sistemas de información apoyados en equipos informáticos (ordenadores y programas) adecuados. -La reinversión de los beneficios durante una temporada larga para alcanzar una buena velocidad de crucero en el negocio lo antes posible. En los dos ejemplos que hemos expuesto, la creación de cooperativas o el abordaje de la nueva actividad en solitario, hay una vía común con muchas facetas: juventud, innovación, profesionalización empresarial y crecimiento. Es hora de pensar si se han hecho los esfuerzos suficientes para alcanzar un razonable nivel de evolución de los negocios tradicionales en nuestras aldeas. Para apoyar estas medidas es necesario un liderazgo de nuestras instituciones locales que potencie la fijación en nuestros pueblos de las actividades descritas y que apoye la capacitación de los productores locales m‡s valiosos de forma decidida. Para conseguirlo podemos, cómo no, establecer algunas pautas: -El asesoramiento legal a los productores, aunque no sea una competencia de la institución. Es una muestra de apoyo a un proyecto que interesa indirectamente a todo el pueblo. -La agilización de los permisos para la implantación de las nuevas actividades. -El apoyo y hasta la implicación de los munícipes para conseguir ayudas para la nueva actividad. -Pactar con el emprendedor y facilitar la ubicación adeuda, la dotación de servicios correcta y la adecuación de la explotación a los requisitos legales. Quedan dos nuevos grupos de actividades según el esquema propuesto. En próximas entregas haremos un análisis de lo que se puede hacer.

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